Parallel Verses
La Biblia de las Américas
No estés lejos de mí, porque la angustia está cerca, pues no hay quien ayude.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.
Reina Valera 1909
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.
La Nueva Biblia de los Hispanos
No estés lejos de mí, porque la angustia está cerca, Pues no hay nadie que ayude.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.
Spanish: Reina Valera Gómez
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.
New American Standard Bible
Be not far from me, for trouble is near; For there is none to help.
Referencias Cruzadas
Salmos 72:12
Porque él librará al necesitado cuando clame, también al afligido y al que no tiene quien le auxilie.
Salmos 10:1
¿Por qué, oh SEÑOR, te mantienes alejado, y te escondes en tiempos de tribulación?
Salmos 71:12
Oh Dios, no estés lejos de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme.
Deuteronomio 32:36
Porque el SEÑOR vindicará a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos, cuando vea que {su} fuerza se ha ido, y que nadie {queda,} ni siervo ni libre.
2 Reyes 14:26
Porque el SEÑOR había visto la aflicción de Israel, {que era} muy amarga; pues no había siervo ni libre, ni nadie que ayudara a Israel.
Salmos 13:1-3
Para el director del coro. Salmo de David. ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
Salmos 35:22
Tú lo has visto, SEÑOR, no calles; Señor, no estés lejos de mí.
Salmos 38:21
No me abandones, oh SEÑOR; Dios mío, no estés lejos de mí.
Salmos 69:1-2
Para el director del coro; según Sosanim. {Salmo} de David.Sálvame, oh Dios, porque las aguas {me} han llegado hasta el alma.
Salmos 69:18
Acércate a mi alma {y} redímela; por causa de mis enemigos, rescátame.
Salmos 142:4-6
Mira a la derecha, y ve, porque no hay quien me tome en cuenta; no hay refugio para mí; no hay quien cuide de mi alma.
Isaías 63:5
Miré, y no había quien ayudara, me asombré de que no hubiera quien apoyara; entonces me salvó mi brazo, y fue mi furor el que me sostuvo.
Mateo 26:56
Mateo 26:72
Y otra vez él {lo} negó con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre!
Mateo 26:74
Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a ese hombre! Y al instante un gallo cantó.
Juan 16:32
Hebreos 5:7
Cristo, en los días de su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía librarle de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente;