Salmo de David. DE Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.

Tuyos los cielos, tuya también la tierra: El mundo y su plenitud, tú lo fundaste.

Porque del Señor es la tierra y lo que la hinche.

Y respondióle Moisés: En saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos á Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra.

¿Quién me ha anticipado, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.

Ahora pues, si diereis oído á mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.

He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos: la tierra, y todas las cosas que hay en ella.

Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza.

Si yo tuviese hambre, no te lo diría á ti: Porque mío es el mundo y su plenitud.

Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como á los bueyes, y con rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo se enseñore

Brame la mar y su plenitud; El mundo y los que en él habitan;

Los montes tiemblan de él, y los collados se deslíen; y la tierra se abrasa á su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan.

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