Salmos 34:8

Gustad, y ved que es bueno Jehová: Dichoso el hombre que en Él confía.

Salmos 2:12

Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.

Hebreos 6:4-5

Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,

1 Pedro 2:2-3

desead, como niños recién nacidos, la leche no adulterada de la palabra, para que por ella crezcáis;

Salmos 119:103

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.

1 Juan 1:1-3

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos, tocante al Verbo de vida

Salmos 36:7

¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.

Salmos 36:10

Extiende tu bondad a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.

Salmos 52:1

«Al Músico principal: Masquil de David, cuando vino Doeg idumeo y dio cuenta a Saúl, diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec» ¿Por qué te glorías de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua.

Salmos 63:5

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de júbilo te alabará mi boca,

Salmos 84:12

Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.

Cantares 2:3

Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los jóvenes: Con gran deleite me senté bajo su sombra, y su fruto fue dulce a mi paladar.

Cantares 5:1

Yo vine a mi huerto, oh hermana mía, esposa mía: He recogido mi mirra y mis aromas; he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.

Jeremías 31:14

Y saciaré el alma del sacerdote de grosura, y de mi bien será saciado mi pueblo, dice Jehová.

Zacarías 9:17

Porque ¡cuán grande es su bondad, y cuán grande su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino nuevo a las doncellas.

1 Juan 4:7-10

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo el que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)