Salmos 38:6

Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día.

Denegrido ando, y no por el sol: Levantádome he en la congregación, y clamado.

Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; Como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.

Diré á Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar Por las saludes de su presencia.

Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

Heme consumido á fuerza de gemir: Todas las noches inundo mi lecho, Riego mi estrado con mis lágrimas.

Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar: Hase enflaquecido mi fuerza á causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

Red han armado á mis pasos; Hase abatido mi alma: Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído. (Selah.)

Mis ojos enfermaron á causa de mi aflicción: Hete llamado, oh Jehová, cada día; He extendido á ti mis manos.

Sostiene Jehová á todos los que caen, Y levanta á todos los oprimidos.

Como la grulla y como la golondrina me quejaba; Gemía como la paloma: alzaba en lo alto mis ojos: Jehová, violencia padezco; confórtame.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido