Parallel Verses
Spanish: Reina Valera Gómez
Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre.
La Biblia de las Américas
¿Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¿Levántate! No {nos} rechaces para siempre.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre.
Reina Valera 1909
Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre.
La Nueva Biblia de los Hispanos
¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¡Levántate! No {nos} rechaces para siempre.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre.
New American Standard Bible
Arouse Yourself, why do You sleep, O Lord? Awake, do not reject us forever.
Referencias Cruzadas
Salmos 7:6
Levántate, oh Jehová, en tu ira; levántate a causa de la furia de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
Salmos 78:65
Entonces despertó el Señor como de un sueño, como un valiente que grita excitado del vino;
Salmos 35:23
Muévete y levántate para mi juicio, para mi causa, Dios mío y Señor mío.
Salmos 12:5
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice Jehová; los pondré a salvo del que contra ellos se engríe.
Salmos 44:9
Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales con nuestros ejércitos.
Salmos 59:4-5
Sin delito mío, corren y se aperciben; despierta para ayudarme, y mira.
Salmos 74:1
«Masquil de Asaf» ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué humea tu furor contra las ovejas de tu prado?
Salmos 77:7
¿Desechará el Señor para siempre, y no volverá más a sernos propicio?
Salmos 88:14
¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?
Isaías 51:9
Despiértate, despiértate, vístete de fortaleza, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en las generaciones pasadas. ¿No eres tú el que cortó a Rahab, y el que hirió al dragón?
Marcos 4:38
Y Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y despertándole, le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?