Salmos 57:1

Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.

Salmos 91:4

Con su ala te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.

Isaías 26:20

Anda pues, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, entre tanto que pasa la ira.

Rut 2:12

El SEÑOR galardone tu obra, y tu remuneración sea llena por el SEÑOR Dios de Israel; que has venido para cubrirte debajo de sus alas.

Salmos 36:7

¡Cuán ilustre, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de Adán se abrigan en la sombra de tus alas.

Salmos 56:1

Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día.

Salmos 63:7

Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

Salmos 2:12

Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere de aquí a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.

Salmos 9:10

Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.

Salmos 13:5

Mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salud.

Salmos 17:7-8

Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.

Salmos 59:1

Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí.

Salmos 61:4

Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro en el escondedero de tus alas.

Salmos 69:13-16

Pero yo enderezaba mi oración a ti, oh SEÑOR, al tiempo de la buena voluntad. Oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salud, óyeme.

Salmos 91:1

El que habita en el escondedero del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.

Salmos 91:9

Porque has puesto al SEÑOR, quien es mi esperanza; al Altísimo por tu habitación,

Salmos 119:76-77

Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.

Salmos 125:1

Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.

Isaías 50:10

¿Quién hay entre vosotros, que teme al SEÑOR? Oiga la voz de su siervo. El que anduvo en tinieblas, y el que careció de luz, confíe en el nombre del SEÑOR, y recuéstese sobre su Dios.

Mateo 24:22

Y si aquellos días no fueran acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

Santiago 5:10-11

Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción, y de paciencia, a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

Apocalipsis 7:14

Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han venido de gran tribulación, y han lavado sus luengas ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero.

Apocalipsis 21:4

Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas son pasadas.

1 Samuel 22:1

Y yéndose David de allí se escapó a la cueva de Adulam (justicia o rectitud del pueblo); lo cual cuando oyeron sus hermanos y toda la casa de su padre, vinieron allí a él.

1 Samuel 24:3

Y cuando llegó a una majada de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella a hacer sus necesidades; y David y los suyos estaban sentados a los lados de la cueva.

1 Samuel 24:8

También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces a las espaldas de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró atrás, David inclinó su rostro a tierra, y adoró.

Salmos 58:1

Por ventura oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de Adán?

Salmos 142:1

Con mi voz clamaré al SEÑOR, con mi voz pediré misericordia al SEÑOR.

Isaías 10:25

mas de aquí a muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para fenecimiento de ellos.

Lucas 13:34

¡Jerusalén, Jerusalén! Que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti, ¡cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina sus pollos debajo de sus alas, y no quisiste!

Juan 16:20

De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estaréis tristes, vuestra tristeza se tornará en gozo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright