Salmos 63:8

Está mi alma apegada á ti: Tu diestra me ha sostenido.

Salmos 18:35

Dísteme asimismo el escudo de tu salud: Y tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha acrecentado.

Génesis 32:26-28

Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

2 Crónicas 31:21

En todo cuanto comenzó en el servicio de la casa de Dios, y en la ley y mandamientos, buscó á su Dios, é hízolo de todo corazón, y fué prosperado.

Salmos 37:24

Cuando cayere, no quedará postrado; Porque Jehová sostiene su mano.

Salmos 41:12

En cuanto á mí, en mi integridad me has sustentado, Y me has hecho estar delante de ti para siempre.

Salmos 73:23

Con todo, yo siempre estuve contigo: Trabaste de mi mano derecha.

Salmos 73:25

¿A quién tengo yo en los cielos? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

Salmos 94:18

Cuando yo decía: Mi pie resbala: Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.

Salmos 143:6-7

Extendí mis manos á ti; Mi alma á ti como la tierra sedienta. (Selah.)

Cantares 2:6

Su izquierda esté debajo de mi cabeza, Y su derecha me abrace.

Cantares 3:2

Levantaréme ahora, y rodearé por la ciudad; Por las calles y por las plazas Buscaré al que ama mi alma: Busquélo, y no lo hallé.

Isaías 26:9

Con mi alma te he deseado en la noche; y en tanto que me durare el espíritu en medio de mí, madrugaré á buscarte: porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.

Isaías 41:10

No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Isaías 42:1

HE aquí mi siervo, yo lo sostendré; mi escogido en quien mi alma toma contentamiento: he puesto sobre él mi espíritu, dará juicio á las gentes.

Mateo 11:12

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, al reino de los cielos se hace fuerza, y los valientes lo arrebatan.

Lucas 13:24

Porfiad á entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

Lucas 18:5-7

Todavía, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, porque al fin no venga y me muela.

Filipenses 2:12-13

Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor;

Colosenses 1:29

En lo cual aun trabajo, combatiendo según la operación de él, la cual obra en mí poderosamente.

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