Salmos 73:19

Cómo han sido asolados! ­cuán en un punto! Acabáronse, fenecieron con turbaciones.

Números 16:21

Apartaos de entre esta congregación, y consumirlos he en un momento.

Números 17:12-13

Entonces los hijos de Israel hablaron á Moisés, diciendo: He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos.

1 Samuel 28:20

En aquel punto cayó Saúl en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; que no quedó en él esfuerzo ninguno, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.

Job 15:21

Estruendos espantosos hay en sus oídos; En la paz le vendrá quien lo asuele.

Job 18:11

De todas partes lo asombrarán temores, Y haránle huir desconcertado.

Job 20:5

Que la alegría de los impíos es breve, Y el gozo del hipócrita por un momento?

Job 20:23-25

Cuando se pusiere á henchir su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, Y harála llover sobre él y sobre su comida.

Salmos 58:9

Antes que vuestras ollas sientan las espinas, Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.

Proverbios 28:1

HUYE el impío sin que nadie lo persiga: Mas el justo está confiado como un leoncillo.

Isaías 21:3-4

Por tanto mis lomos se han llenado de dolor; angustias se apoderaron de mí, como angustias de mujer de parto: agobiéme oyendo, y al ver heme espantado.

Isaías 30:13

Por tanto os será este pecado como pared abierta que se va á caer, y como corcova en alto muro, cuya caída viene súbita y repentinamente.

Isaías 47:11

Vendrá pues sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás: caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar: y destrucción que no sabrás, vendrá de repente sobre ti.

Daniel 5:6

Entonces el rey se demudó de su color, y sus pensamientos lo turbaron, y desatáronse las ceñiduras de sus lomos, y sus rodillas se batían la una con la otra.

Hechos 2:23

A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;

1 Tesalonicenses 5:3

Que cuando dirán, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores á la mujer preñada; y no escaparán.

Apocalipsis 18:10

Estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: ­Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino tu juicio!

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