Salmos 97:10

Los que a Jehová amáis, aborreced el mal: Él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra.

Salmos 34:14

Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

Proverbios 2:8

Él guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.

Proverbios 8:13

El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa aborrezco.

Daniel 3:28

Nabucodonosor habló y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac, y Abed-nego, que envió su Ángel, y libró sus siervos que esperaron en Él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que servir o adorar a otro dios que su Dios.

Amós 5:15

Aborreced el mal, y amad el bien, y poned juicio en la puerta; quizá Jehová, Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José.

Romanos 12:9

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, apegaos a lo bueno.

Salmos 31:23

Amad a Jehová todos vosotros sus santos: A los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que obra con soberbia.

Salmos 145:20

Jehová guarda a todos los que le aman; pero destruirá a todos los impíos.

Jeremías 15:21

Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.

Daniel 6:27

Que salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; el cual libró a Daniel del poder de los leones.

Salmos 36:4

Iniquidad piensa sobre su cama; está en camino no bueno, el mal no aborrece.

Salmos 37:27-28

Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.

Salmos 37:39-40

Pero la salvación de los justos viene de Jehová; Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.

Salmos 91:14

Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

Salmos 101:3

No pondré delante de mis ojos cosa inicua; aborrezco la obra de los que se desvían; no se acercarán a mí.

Salmos 119:104

De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.

Salmos 119:163

La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo.

Salmos 125:3

Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos; para que no extiendan los justos sus manos a la iniquidad.

Proverbios 3:7

No seas sabio en tu propia opinión: Teme a Jehová, y apártate del mal;

Isaías 45:17

Israel será salvo en Jehová con salvación eterna; no seréis avergonzados ni humillados, por toda la eternidad.

Daniel 6:22

El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen mal: porque delante de Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho ningún mal.

Juan 20:28-30

Y Tomás respondió, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

Romanos 7:15

Pues lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero; sino lo que aborrezco, eso hago.

Romanos 7:24

¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

Romanos 8:28-30

Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados.

1 Corintios 8:3

Pero si alguno ama a Dios, el tal es conocido de Él.

2 Tesalonicenses 2:8-12

Y entonces será revelado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

2 Tesalonicenses 3:2

y que seamos librados de hombres malos y perversos; porque no es de todos la fe.

Santiago 1:12

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando hubiere sido probado, recibirá la corona de vida, que el Señor ha prometido a los que le aman.

Santiago 2:5

Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha escogido Dios a los pobres de este mundo, ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

1 Pedro 1:5

que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está lista para ser manifestada en el tiempo postrero.

1 Pedro 1:8

a quien amáis sin haberle visto; en quien creyendo, aunque al presente no le veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;

1 Juan 4:19

Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero.

1 Juan 5:2-3

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos.

1 Juan 5:18

Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca, porque el que es engendrado de Dios, se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca.

Apocalipsis 13:8

Y le adorarán todos los moradores de la tierra cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue inmolado desde la fundación del mundo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)