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'Casa de Dios' en la Biblia

Y tuvo miedo y dijo: ¡Cuán imponente es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo.

Levantaron, pues, para sí la imagen tallada que Micaía había hecho, todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo.

Y sus parientes, los levitas, fueron designados para todo el servicio del tabernáculo de la casa de Dios.

y Azarías, hijo de Hilcías, hijo de Mesulam, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de Ahitob, oficial {principal} de la casa de Dios;

y sus parientes, jefes de sus casas paternas, mil setecientos sesenta hombres, muy capaces para la obra del servicio de la casa de Dios.

porque los cuatro jefes de los porteros que {eran} levitas estaban en puestos de confianza, y estaban encargados de las cámaras y de los tesoros de la casa de Dios.

Pasaban la noche alrededor de la casa de Dios, porque la guardia {estaba} a su cargo; y ellos {estaban} encargados de abrir{la} cada mañana.

Y dio órdenes David de reunir a los extranjeros que {estaban} en la tierra de Israel, y designó canteros para labrar piedras para edificar la casa de Dios.

porque su oficio era ayudar a los hijos de Aarón en el servicio de la casa del SEÑOR, en los atrios y en las cámaras y en la purificación de todas las cosas sagradas y en la obra del servicio de la casa de Dios;

Todos éstos {estaban} bajo la dirección de su padre para cantar en la casa del SEÑOR, con címbalos, arpas y liras, para el servicio de la casa de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán {estaban} bajo la dirección del rey.

Y los levitas, sus parientes, {estaban} a cargo de los tesoros de la casa de Dios y de los tesoros de los presentes consagrados.

y el plano de todo lo que tenía en mente para los atrios de la casa del SEÑOR y para todas las cámaras alrededor, para los almacenes de la casa de Dios y para los almacenes de las cosas consagradas;

Y he aquí, {tienes} las clases de los sacerdotes y los levitas para todo el servicio de la casa de Dios; y todo voluntario con alguna habilidad estará contigo en toda la obra para toda clase de servicio. También los oficiales y todo el pueblo estarán completamente a tus órdenes.

y para el servicio de la casa de Dios dieron cinco mil talentos y diez mil monedas de oro, diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce y cien mil talentos de hierro.

Estos son los cimientos que Salomón puso para la edificación de la casa de Dios. La longitud en codos, conforme a la medida antigua, {era de} sesenta codos, y la anchura de veinte codos.

Hiram hizo también los calderos, las palas y los tazones. Así terminó Hiram la obra que hizo para el rey Salomón en la casa de Dios:

También hizo Salomón todas las cosas que {estaban en} la casa de Dios: el altar de oro, las mesas con el pan de la Presencia sobre ellas,

Así fue terminada toda la obra que Salomón hizo para la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, es decir, la plata, el oro y todos los utensilios, {y los} puso en los tesoros de la casa de Dios.

y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa de Dios.

Y el rey Salomón ofreció un sacrificio de veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron la casa de Dios, el rey y todo el pueblo.

Y trajo a la casa de Dios las cosas consagradas por su padre y sus propias cosas consagradas: plata, oro y utensilios.

Y estuvo escondido con ellos en la casa de Dios seis años, mientras Atalía reinaba en el país.

Entonces toda la asamblea hizo pacto con el rey en la casa de Dios. Y {Joiada} les dijo: He aquí, el hijo del rey reinará, como el SEÑOR ha hablado respecto a los hijos de David.

Entonces el sacerdote Joiada dio a los capitanes de cientos las lanzas y los escudos grandes y pequeños que {habían sido} del rey David, que {estaban} en la casa de Dios.

Porque los hijos de la perversa Atalía habían forzado la entrada a la casa de Dios y aun habían usado para los baales las cosas sagradas de la casa del SEÑOR.

Los obreros trabajaron, y el trabajo de reparación progresó en sus manos, y restauraron la casa de Dios conforme a sus planos y la reforzaron.

En cuanto a sus hijos, los muchos oráculos contra él y la restauración de la casa de Dios, he aquí, están escritos en la historia del libro de los reyes. Entonces su hijo Amasías reinó en su lugar.

Y {tomó} todo el oro y la plata, todos los utensilios que se encontraban con Obed-edom en la casa de Dios, los tesoros de la casa del rey y {también} los rehenes, y se volvió a Samaria.

Además, cuando Acaz recogió los utensilios de la casa de Dios, hizo pedazos los utensilios de la casa de Dios; cerró las puertas de la casa del SEÑOR e hizo para sí altares en cada rincón de Jerusalén.

Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat y Benaía {eran} inspectores bajo el mando de Conanías y de Simei, su hermano, por nombramiento del rey Ezequías, y Azarías {era} el oficial {principal} de la casa de Dios.

Y toda obra que emprendió en el servicio de la casa de Dios por ley y por mandamiento, buscando a su Dios, lo hizo con todo su corazón y prosperó.

Colocó la imagen tallada del ídolo que había hecho, en la casa de Dios, de la cual Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre,

Y vinieron ellos al sumo sacerdote Hilcías y le entregaron el dinero que había sido traído a la casa de Dios, y que los levitas guardianes del umbral habían recogido de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, y de todo Judá y Benjamín y de los habitantes de Jerusalén.

También sus jefes contribuyeron con una ofrenda voluntaria al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes dos mil seiscientas {ovejas} y trescientos bueyes para las ofrendas de la Pascua.

Y todos los objetos de la casa de Dios, grandes y pequeños, los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros del rey y de sus oficiales, todo {lo} llevó a Babilonia.

Y quemaron la casa de Dios, derribaron la muralla de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos valiosos.

``Y a todo sobreviviente, en cualquier lugar que habite, que los hombres de aquel lugar lo ayuden con plata y oro, con bienes y ganado, junto con una ofrenda voluntaria para la casa de Dios que está en Jerusalén."

Y algunos de los jefes de {casas} paternas, cuando llegaron a la casa del SEÑOR que está en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias en la casa de Dios para reedificarla sobre sus {mismos} cimientos.

Y en el segundo año de su llegada a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, y los demás de sus hermanos los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén, comenzaron {la obra} y designaron a los levitas de veinte años arriba para dirigir la obra de la casa del SEÑOR.

Entonces Jesúa {con} sus hijos y sus hermanos, Cadmiel con sus hijos, los hijos de Judá {y} los hijos de Henadad {con} sus hijos y sus hermanos los levitas, se presentaron {todos} a una para dirigir a los obreros en la casa de Dios.

Entonces cesó la obra en la casa de Dios que {estaba} en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.

Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, se levantaron entonces y comenzaron a reedificar la casa de Dios en Jerusalén; y los profetas de Dios estaban con ellos apoyándolos.

Sin embargo, en el año primero de Ciro, rey de Babilonia, el rey Ciro proclamó un decreto de que se reedificara esta casa de Dios.

También los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que {estaba} en Jerusalén y llevado al templo de Babilonia, los sacó el rey Ciro del templo de Babilonia, y fueron entregados a Sesbasar, a quien había puesto por gobernador.

Y le dijo: ``Toma estos utensilios, ve {y} colócalos en el templo que {está} en Jerusalén, y que sea la casa de Dios reedificada en su lugar.

Entonces aquel Sesbasar vino {y} puso los cimientos de la casa de Dios que {está} en Jerusalén; y desde entonces hasta ahora se sigue construyendo, pero aún no está terminada."

Y ahora, si al rey {le parece} bien, que se busque en la casa del tesoro del rey que está allí en Babilonia, {a ver} si es que fue proclamado un decreto de parte del rey Ciro para reedificar esta casa de Dios en Jerusalén; y que se nos envíe la decisión del rey en cuanto a este {asunto.}

En el año primero del rey Ciro, el rey Ciro proclamó un decreto: ``{En cuanto} a la casa de Dios en Jerusalén, que sea reedificado el templo, el lugar donde se ofrecen los sacrificios, y que se conserven sus cimientos, con su altura de sesenta codos y su anchura de sesenta codos;

``Y que también se devuelvan los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, los cuales Nabucodonosor sacó del templo en Jerusalén y trajo a Babilonia, y que se lleven a sus lugares en el templo en Jerusalén y sean colocados en la casa de Dios."

No impidáis esta obra de la casa de Dios, y que el gobernador de los judíos y los ancianos de los judíos reedifiquen esta casa de Dios en su lugar.

Además, este es mi decreto en cuanto a lo que habéis de hacer por estos ancianos de Judá en la reedificación de esta casa de Dios: del tesoro real de los tributos del otro lado del río se han de pagar todos los gastos a este pueblo, y esto sin demora.

Y que el Dios que ha hecho morar allí su nombre derribe a todo rey o pueblo que trate de cambiar{lo} para destruir esta casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, he proclamado {este} decreto; que sea ejecutado con toda exactitud.

Y los hijos de Israel, los sacerdotes, los levitas y los demás desterrados, celebraron con júbilo la dedicación de esta casa de Dios.

Y para la dedicación de esta casa de Dios ofrecieron cien novillos, doscientos carneros, cuatrocientos corderos, y como ofrenda por el pecado por todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel.

Y con gozo celebraron por siete días la fiesta de los panes sin levadura, porque el SEÑOR los había llenado de regocijo, y había vuelto hacia ellos el corazón del rey de Asiria para animarlos en la obra de la casa de Dios, el Dios de Israel.

También os hacemos saber que no se permite cobrar tributo, impuesto o peaje a ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, sirvientes, o ministros de esta casa de Dios.

Entonces entregaron los edictos del rey a los sátrapas del rey, y a los gobernadores del otro lado del río; y éstos apoyaron al pueblo y a la casa de Dios.

Mientras Esdras oraba y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, una gran asamblea de Israel, hombres, mujeres y niños se juntó a él; y el pueblo lloraba amargamente.

Después se levantó Esdras de delante de la casa de Dios y entró a la cámara de Johanán, hijo de Eliasib. Aunque entró allí, no comió pan ni bebió agua, porque hacía duelo a causa de la infidelidad de los desterrados.

Se reunieron, pues, todos los hombres de Judá y Benjamín en Jerusalén dentro de los tres días. Era el mes noveno, el {día} veinte del mes, y todo el pueblo se sentó en la plaza {delante} de la casa de Dios, temblando a causa de este asunto y de la intensa lluvia.

Cuando entré yo en casa de Semaías, hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, que estaba encerrado {allí}, él dijo: Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen a matarte, vienen de noche a matarte.

El pueblo salió y {las} trajeron e hicieron tabernáculos para sí, cada uno en su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraín.

Seraías, hijo de Hilcías, hijo de Mesulam, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de Ahitob, jefe de la casa de Dios,

y Sabetai y Jozabad, de los jefes de los levitas, encargados de la obra fuera de la casa de Dios;

El superintendente de los levitas en Jerusalén {era} Uzi, hijo de Bani, hijo de Hasabías, hijo de Matanías, hijo de Micaía, de los hijos de Asaf, cantores para el servicio de la casa de Dios;

Luego los dos coros tomaron su lugar en la casa de Dios. También yo, y la mitad de los oficiales conmigo,

y vine a Jerusalén y me enteré del mal que Eliasib había hecho por {favorecer a} Tobías, al prepararle un aposento en los atrios de la casa de Dios.

Entonces ordené que limpiaran los aposentos; y puse de nuevo allí los utensilios de la casa de Dios con las ofrendas de cereal y el incienso.

Por tanto, reprendí a los oficiales, y dije: ¿Por qué está la casa de Dios abandonada? Entonces reuní a los levitas y los restablecí en sus puestos.

Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.

Y el Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, y algunos de los utensilios de la casa de Dios; los llevó a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, colocando los utensilios en la casa del tesoro de su dios.

Entonces trajeron los vasos de oro que habían sido sacados del templo, la casa de Dios que {estaba} en Jerusalén, y el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas bebieron en ellos.

cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, que no les era lícito comer, ni a él ni a los que estaban con él, sino sólo a los sacerdotes?

cómo entró en la casa de Dios en tiempos de Abiatar, {el} sumo sacerdote, y comió los panes consagrados que no es lícito {a nadie} comer, sino a los sacerdotes, y dio también a los que estaban con él?

cómo entró en la casa de Dios, y tomó y comió los panes consagrados, que a nadie es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y dio {también} a sus compañeros?

Casa de Diosno en La Biblia de las Américas

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