Ahora bien, en cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también como instruí a las iglesias de Galacia.

Que el primer {día} de la semana, cada uno de vosotros aparte {y} guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas.

Estad alerta, permaneced firmes en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes.

Y me regocijo por la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han suplido lo que faltaba de vuestra parte.

Porque ellos han recreado mi espíritu y el vuestro. Por tanto, reconoced a tales personas.

Este saludo es de mi puño y letra--Pablo.

Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan muy afectuosamente en el Señor.

La gracia del Señor Jesús {sea} con vosotros.

Mi amor {sea} con todos vosotros en Cristo Jesús. Amén.

Todos los hermanos os saludan. Saludaos los unos a los otros con beso santo.

Si alguno no ama al Señor, que sea anatema. ¡MaranataSeñor, ven!} O, {Maran ata,} que significa: { ¿El Señor viene!}>>!

Os exhorto, hermanos ({ya} conocéis a {los de} la casa de Estéfanas, que fueron los primeros convertidos de Acaya, y que se han dedicado al servicio de los santos),

porque se me ha abierto una puerta grande para {el servicio} eficaz, y hay muchos adversarios.

Todas vuestras cosas sean hechas con amor.

Iré a vosotros cuando haya pasado por Macedonia (pues voy a pasar por Macedonia),

Pero me quedaré en Efeso hasta Pentecostés;

Si llega Timoteo, ved que esté con vosotros sin temor, pues él hace la obra del Señor como también yo.

En cuanto a nuestro hermano Apolos, mucho lo animé a que fuera a vosotros con los hermanos, pero de ninguna manera tuvo el deseo de ir ahora; sin embargo, irá cuando tenga oportunidad.

que también vosotros estéis en sujeción a los que son como ellos, y a todo el que ayuda en la obra y trabaja.

Y cuando yo llegue, enviaré con cartas a quienes vosotros hayáis designado, para que lleven vuestra contribución a Jerusalén.

Pues no deseo veros ahora {sólo} de paso, porque espero permanecer con vosotros por algún tiempo, si el Señor {me lo} permite.

Y si es conveniente que yo también vaya, irán conmigo.

y tal vez me quede con vosotros, o aun pase {allí} el invierno, para que me encaminéis adonde haya de ir.

Por tanto, nadie lo desprecie. Más bien, enviadlo en paz para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos.