El ojo del que me ve no me verá más; Tus ojos {estarán} sobre mí, pero yo no existiré.

No volverá más a su casa, Ni su lugar lo verá más.

¿Soy yo el mar, o un monstruo marino, Para que Tú me pongas guardia?

Por tanto, no refrenaré mi boca, Hablaré en la angustia de mi espíritu, Me quejaré en la amargura de mi alma.

Si digo: `Mi cama me consolará, Mi lecho atenuará mi queja,'

Entonces, ¿por qué no perdonas mi transgresión Y quitas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo; Y Tú me buscarás, pero ya no existiré."

Entonces Tú me asustas con sueños Y me aterrorizas con visiones.

Languidezco; no he de vivir para siempre. Déjame solo, pues mis días son un soplo.

Mi alma, pues, escoge la asfixia, La muerte, en lugar de mis dolores.

¿Qué es el hombre para que lo engrandezcas, Para que Te preocupes por él,

¿He pecado? ¿Qué Te he hecho, Oh guardián de los hombres? ¿Por qué has hecho de mí Tu blanco, De modo que soy una carga para mí mismo?

¿Nunca apartarás de mí Tu mirada, Ni me dejarás solo hasta que trague mi saliva?

Recuerda, oh Dios, que mi vida es un soplo, Mis ojos no volverán a ver el bien.

Mis días pasan más veloces que la lanzadera de telar, Y llegan a su fin sin esperanza.

Así me han dado en herencia meses inútiles, Y noches de aflicción me han asignado.

Para que lo examines cada mañana, Y a cada momento lo pongas a prueba?

Cuando me acuesto, digo: ` ¿Cuándo me levantaré?' Pero la noche sigue, Y estoy dando vueltas continuamente hasta el amanecer.

Como esclavo que suspira por la sombra, Y como jornalero que espera con ansias su paga,

Mi carne está cubierta de gusanos y de una costra de tierra; Mi piel se endurece y supura.

`` ¿No está el hombre obligado a trabajar sobre la tierra? ¿{No son} sus días como los días de un jornalero?

Como una nube se desvanece y pasa, Así el que desciende al Seol (región de los muertos) no subirá;