22 Versículos de la Biblia sobre Dios resiste a los soberbios
Versículos Más Relevantes
El temor del SEÑOR es aborrecer el mal; la soberbia, la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.
He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dijo el Señor DIOS de los ejércitos; porque tu día es venido, el tiempo en que te visitaré.
El Señor DIOS juró por su alma, el SEÑOR Dios de los ejércitos dijo: Tengo en abominación la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios; y la ciudad y su plenitud entregaré al enemigo.
Mas él da mayor gracia. Por esto él dice: Dios resiste a los soberbios, y da la gracia a los humildes.
Igualmente, jóvenes, sed sujetos a los ancianos de tal manera que seáis todos sujetos unos a otros. Vestíos de humildad de ánimo, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Porque día del SEÑOR de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado; y será abatido;
El SEÑOR de los ejércitos lo decretó, para envilecer la soberbia de toda gloria; y para abatir todos los ilustres de la tierra.
Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.
Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, y sus caminos juicio; y a los que andan con soberbia, puede humillar.
Traeré, por tanto , los más malos de todos los gentiles, los cuales poseerán sus casas; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados.
Reprendiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos.
Mas acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el Monte de Sion, y en Jerusalén, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos.
Así dijo el SEÑOR: Así haré podrir la soberbia de Judá, y la mucha soberbia de Jerusalén,
Y habitará en Asdod un extranjero, y yo talaré la soberbia de los palestinos;
Comerán y adorarán todos los gruesos de la tierra; delante de él se arrodillarán todos los que descienden al polvo, y ninguno puede vivificar su propio alma.