56 Versículos de la Biblia sobre Superioridad
Versículos Más Relevantes
Soberbio, arrogante y burlador es el nombre del que obra con la furia de la soberbia.
Mas cuando fue fortificado, su corazón se enalteció hasta corromperse; porque se rebeló contra el SEÑOR su Dios, entrando en el templo del SEÑOR para quemar incienso en el altar del incienso.
Porque me enojé contra los locos, viendo la paz de los impíos. Porque no hay ataduras para su muerte; antes su fortaleza está entera. No pasan trabajos como otros seres humanos; ni son azotados con los hombres.Leer más.
Por tanto, la soberbia los corona; se cubren de vestido de violencia. Sus ojos están salidos de gruesos; logran con creces los antojos del corazón. Se soltaron, y hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería. Ponen contra el cielo su boca, y su lengua pasea la tierra.
Asimismo dice el SEÑOR: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y los ojos descompuestos; y cuando andan, van como danzando, y haciendo son con los pies;
Y la sabrá el pueblo, todo él, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen: Los ladrillos cayeron, mas edificaremos de cantería; cortaron los higos silvestres, mas en su lugar pondremos cedros.
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
traidores, arrebatados, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios;
y principalmente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia de inmundicia, y menosprecian la Potestad; atrevidos, soberbios, que no temen decir mal de las potestades superiores;
Y cuando el filisteo miró y vio a David le tuvo en poco; porque era joven, y rojo (de buen color ), y de hermoso parecer.
Y dijo también a unos que confiaban en sí como justos, y menospreciaban a los otros, esta parábola: Dos hombres subieron al Templo a orar: el uno fariseo, el otro publicano. El fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;Leer más.
ayuno lo de dos comidas cada sábado, doy diezmos de todo lo que poseo. Mas el publicano estando lejos no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que hería su pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa más justificado que el otro; porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
Y él entró a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta es sobre ti; yo puse mi sierva en tu seno, y viéndose embarazada, me mira con desprecio; juzgue el SEÑOR entre mí y ti.
Pero los hijos de Belial dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presente; mas él disimuló.
Y cuando el arca del SEÑOR llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl estaba mirando desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y bailaba con toda su fuerza delante del SEÑOR; y le menospreció en su corazón.
Y cuando el arca del pacto del SEÑOR llegó a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, mirando por una ventana, vio al rey David que saltaba y bailaba; y lo menospreció en su corazón.
Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras, con soberbia y menosprecio.
Al detractor de su prójimo a escondidas, a éste cortaré; al altivo de ojos, y de corazón vanidoso, a éste no puedo sufrir .
Ten misericordia de nosotros, oh SEÑOR, ten misericordia de nosotros; porque estamos muy hastiados de menosprecio. Muy hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura; del menosprecio de los soberbios.
El hijo sabio alegra al padre; mas el hombre loco menosprecia a su madre.
Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
Y había un hombre llamado Simón, el cual antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había asombrado la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande;
Y el rey de Israel respondió, y dijo: Decidle, que no se alabe el que se ciñe, como el que ya se desciñe.
Hemos oído la soberbia de Moab; en extremo soberbio; su soberbia, y su arrogancia, y su altivez; mas sus mentiras no serán firmes.
Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dijo el Señor DIOS: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios); y pusiste tu corazón como corazón de Dios;
Estando yo contemplando los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño subía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí, en este cuerno había ojos como ojos de hombre, y una boca que hablaba grandezas.
Y dijo Efraín: Ciertamente yo he enriquecido, he hallado riquezas para mí; nadie hallará en mí iniquidad, ni pecado en todos mis trabajos.
Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado. Jesús le dice: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Le dice Pedro: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Así también, la lengua es un miembro pequeñito, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende!
La altivez de los ojos del hombre será abatida; y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el SEÑOR será ensalzado en aquel día. Porque día del SEÑOR de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado; y será abatido;
Igualmente, jóvenes, sed sujetos a los ancianos de tal manera que seáis todos sujetos unos a otros. Vestíos de humildad de ánimo, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
No multipliquéis hablando grandezas, altanerías; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca, porque el Dios de todo saber es el SEÑOR, y las obras magníficas a él le son prestas.
Si subiere su altura hasta el cielo, y su cabeza tocare en las nubes, con su mismo estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?
Abominación es al SEÑOR todo altivo de corazón; el pacto que él haga , no será sin castigo.
Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el SEÑOR será ensalzado en aquel día.
Mas acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el Monte de Sion, y en Jerusalén, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos.
Y visitaré la maldad sobre el mundo, y sobre los impíos su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.
El SEÑOR de los ejércitos lo decretó, para envilecer la soberbia de toda gloria; y para abatir todos los ilustres de la tierra.
Así dijo el SEÑOR: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el SEÑOR, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra, porque estas cosas quiero, dijo el SEÑOR.
Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.
Y si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, siendo oliva silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la grosura de la oliva; no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.
El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.
¿Qué es del sabio? ¿Qué del escriba? ¿Qué del filósofo de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría de este mundo? Porque en la sabiduría de Dios, por no haber el mundo conocido a Dios por sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;Leer más.
pero nosotros predicamos a Cristo colgado en el madero, que es a los judíos ciertamente tropezadero, y a los gentiles locura; pero a los llamados, así judíos como griegos, Cristo es potencia de Dios, y sabiduría de Dios. Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres.
no un neófito, para que inflándose no caiga en juicio del diablo.
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios viviente, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos;
Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré llanto. Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios es fuerte, que la juzgará.
Canción de las gradas: de David. SEÑOR, mi corazón no se ha envanecido, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas maravillosas más de lo que me pertenecía.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros;
Unánimes entre vosotros; no altivos, mas acomodándoos a los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Pero esto, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos, por amor de vosotros; para que en nosotros no aprendáis más allá de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros. Porque ¿quién te hace juzgar? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorias como si no lo hubieras recibido?
no mirando cada uno a lo que es suyo, mas a lo que es de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en el Cristo Jesús; que siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios;Leer más.
sin embargo, se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte del madero.
Entonces se llegó a él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, adorando, y pidiéndole algo. Y él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Di que se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda, en tu Reino. Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís; ¿podéis beber el vaso que yo tengo de beber, y ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? Y ellos le dicen: Podemos.Leer más.
Y él les dice: A la verdad mi vaso beberéis, y del bautismo de que yo soy bautizado, seréis bautizados; mas el sentaros a mi mano derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a los que está aparejado por mi Padre. Cuando los diez oyeron esto , se enojaron con los dos hermanos. Entonces Jesús llamándolos, dijo: Ya sabéis que los príncipes de los gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad. Mas entre vosotros no será así; sino el que quisiere entre vosotros hacerse grande, será vuestro servidor; Y el que quisiere entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo; como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron a él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. Y él les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Y ellos le dijeron: Danos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu diestra, y el otro a tu siniestra.Leer más.
Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el vaso que yo bebo, o ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? Y ellos dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: A la verdad, el vaso que yo bebo, beberéis; y del bautismo de que soy bautizado, seréis bautizados. Mas que os sentéis a mi diestra y a mi siniestra, no es mío darlo, sino a quienes está aparejado. Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y Juan. Mas Jesús, llamándolos, les dice: Sabéis que los que se ven ser príncipes entre los gentiles, se enseñorean de ellos, y los que entre ellos son grandes, tienen sobre ellos potestad. Mas no será así entre vosotros: antes cualquiera que quisiere hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor; y cualquiera de vosotros que quisiere hacerse el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
Así que, después que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa, volviéndose a sentar a la mesa, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis, Maestro y Señor; y decís bien; porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos de los otros.Leer más.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su Señor, ni el apóstol es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis.