23 Versículos de la Biblia sobre Dulzura

¡Cuán dulces han sido a mi paladar tus dichos! Más que la miel a mi boca.

Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina a los huesos.

Entonces les dijo: Del devorador salió comida, y del fuerte salió dulzura. Y ellos no pudieron declararle el enigma en tres días.

Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, por ir a ser grande sobre los árboles?

¿A qué viene para mí este incienso de Seba, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son a mi voluntad, ni vuestros sacrificios me dan gusto.

No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus sacrificios; antes me hiciste servir en tus pecados, y en tus maldades me hiciste fatigar.

Porque juntos comunicábamos dulcemente los secretos, en la Casa de Dios andábamos en compañía.

Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al desierto, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas.

Y será que toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos rios, vivirá; y habrá muchos peces en gran manera por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este arroyo.

¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?

Y Moisés clamó al SEÑOR; y el SEÑOR le mostró un árbol, el cual cuando lo metió dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y derechos, y allí los probó;

Sus charcos y sus lagunas no se sanarán; quedarán para salinas.

El alma saciada desprecia el panal de miel; mas al alma hambrienta todo lo amargo es dulce.

Y al séptimo día, antes que el sol se pusiese, los de la ciudad le dijeron: ¿Qué cosa hay más dulce que la miel? ¿Y qué cosa hay más fuerte que el león? Y él les respondió: Si no araseis con mi novilla, nunca hubierais descubierto mi enigma.

Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, y del panal dulce a tu paladar; tal será el conocimiento de la sabiduría a tu alma, si la hallares; y al fin tu esperanza no será cortada.

Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que licor de panales.

Y me dijo: Hijo de hombre, haz a tu vientre que coma, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito; y él me dijo: Toma, y trágalo; y él te hará amargar tu vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

Y tomé el librito de la mano del ángel, y lo devoré; y era dulce en mi boca como la miel; y cuando lo hube devorado, fue amargo mi vientre.

El deseo cumplido deleita el alma; pero apartarse del mal es abominación a los locos.

Sabroso es al hombre el pan de mentira; mas después su boca será llena de cascajo.

Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua;