13 Versículos de la Biblia sobre el amor de una madre por sus hijos

Versículos Más Relevantes

Génesis 21:14-16

Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó al muchacho, y la envió. Y ella fue, y se perdió en el desierto de Beerseba. Y faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un árbol; y se fue y se sentó enfrente, alejándose como un tiro de arco; diciendo: No veré cuando el muchacho morirá; y se sentó enfrente, y alzó su voz y lloró.

Tito 2:4-5

que enseñen a las mujeres jóvenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a que sean templadas, castas, que tengan buen cuidado de la casa, excelentes, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

Proverbios 31:1

Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.

1 Reyes 3:16-28

En aquella sazón vinieron dos mujeres rameras al rey, y se presentaron delante de él. Y dijo una mujer: ¡Ruego, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa. Y aconteció al tercer día después que yo di a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.Leer más.
Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él. Y se levantó a medianoche, y tomó a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su lado, y me puso a mi lado su hijo muerto. Y cuando yo me levanté por la mañana para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; mas le observé a la luz del día, y vi que no era mi hijo, que yo había dado a luz. Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey. El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Entonces dijo el rey: Traedme un cuchillo. Y trajeron al rey un cuchillo. Y el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. Entonces la mujer cuyo era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ruego, señor mío! Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; sino partidlo. Entonces el rey respondió, y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis: ella es su madre. Y todo Israel oyó aquel juicio que había juzgado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.

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Sagradas Escrituras (1569)