75 Versículos de la Biblia sobre La confianza, la importancia de la
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Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.
Por cuya causa asimismo padezco estas cosas; mas no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Y habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Y dijo: Jehová es mi Roca, mi fortaleza y mi Libertador; Dios es mi Roca, en Él confiaré; mi escudo, y el cuerno de mi salvación, mi fortaleza alta y mi refugio; mi Salvador, tú me libras de violencia.
Jehová es mi Roca, mi castillo y mi Libertador; mi Dios, mi fortaleza, en Él confiaré; mi escudo, el cuerno de mi salvación, y mi alto refugio. Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.
Jehová será refugio al oprimido, refugio en los tiempos de angustia. En ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.
Oh Israel, confía en Jehová: Él es su ayuda y su escudo. Casa de Aarón, confiad en Jehová. Él es su ayuda y su escudo. Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová: Él es su ayuda y su escudo.
«Salmo de David» Bendito sea Jehová, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, y mis dedos para la batalla. Misericordia mía y mi castillo, fortaleza mía y mi Libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que somete a mi pueblo delante de mí.
Condujiste en tu misericordia a este pueblo, al cual salvaste; lo llevaste con tu fortaleza a la habitación de tu santuario.
Muestra tus maravillosas misericordias, tú que con tu diestra salvas a los que en ti confían de los que se levantan contra ellos.
Por cuanto el rey confía en Jehová, y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.
He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia;
Mas yo estoy como olivo verde en la casa de Dios: En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.
He aquí Dios es mi salvación; confiaré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, el cual ha sido mi salvación.
Y añadió David: Jehová que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, Él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová sea contigo.
En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
Y me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.
Y se dirá en aquel día: He aquí Éste es nuestro Dios, en Él hemos esperado, y Él nos salvará; Éste es Jehová; en Él hemos esperado, estaremos alegres y nos regocijaremos en su salvación.
Para que tu confianza sea en Jehová, te las he hecho saber hoy a ti también. ¿No te he escrito cosas excelentes de consejo y conocimiento, para hacerte saber la certeza de las palabras de verdad, a fin de que puedas responder palabras de verdad a los que a ti envíen?
En cuanto a Dios, perfecto es su camino: La palabra de Jehová es acrisolada: Es escudo a todos los que en Él esperan.
Y daré por respuesta al que me injuria, que en tu palabra he confiado.
Toda palabra de Dios es pura; es escudo a los que en Él esperan.
Entre tanto que tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas mansiones hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo; para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En Él confió mi corazón, y fui ayudado; por lo que se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.
Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en Él; y se gloriarán todos los rectos de corazón.
Nabucodonosor habló y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac, y Abed-nego, que envió su Ángel, y libró sus siervos que esperaron en Él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que servir o adorar a otro dios que su Dios.
y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni desmaye tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías. Porque Siria, Efraín, y el hijo de Remalías, han acordado maligno consejo contra ti, diciendo: Subamos contra Judá, y aterroricémosla, y hagamos una brecha para nosotros, y pondremos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel:Leer más.
El Señor Jehová dice así: No prevalecerá, ni sucederá.
Y no sea que desmaye vuestro corazón, y temáis a causa del rumor que se oirá por la tierra, en un año vendrá el rumor, y después en otro año un rumor, y la violencia en la tierra, gobernante contra gobernante. Por tanto, he aquí vienen días que yo destruiré los ídolos de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de ella.
tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís.
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque la paciencia os es necesaria; para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad, pues, a Aquél que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis ni desmayen vuestras almas.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando hubiere sido probado, recibirá la corona de vida, que el Señor ha prometido a los que le aman.
He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor; que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
Bendito sea Jehová, que ha dado reposo a su pueblo Israel, conforme a todo lo que Él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado. Sea con nosotros Jehová nuestro Dios, como fue con nuestros padres; y no nos desampare ni nos deje;
promesa a la cual nuestras doce tribus, sirviendo constantemente de día y de noche, esperan han de llegar. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.
Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido que todo lo que Él había prometido, era también poderoso para hacerlo;
por la esperanza que os está guardada en el cielo, de la cual habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, entregó el espíritu.
En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.
Confió en Jehová, líbrele Él; sálvele, puesto que en Él se complacía.
Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere, porque ha dicho: Yo soy el Hijo de Dios.
Y otra vez: Yo en Él pondré mi confianza. Y otra vez: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
Esperaré, pues, en Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y a Él buscaré.
En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Pues siguió a Jehová y no se apartó de Él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová estaba con él, y adondequiera que iba prosperaba. Él se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió.
De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto, y verdadero, delante de Jehová su Dios. En todo cuanto comenzó en el servicio de la casa de Dios, y en la ley y mandamientos, buscó a su Dios, y lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.
Y no os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: De cierto nos librará Jehová, y esta ciudad no será entregada en mano del rey de Asiria.
Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente Jehová nos librará; no será entregada esta ciudad en manos del rey de Asiria.
Y tomó Ezequías la carta de mano de los embajadores; y después que la hubo leído, subió a la casa de Jehová, y la extendió Ezequías delante de Jehová. Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que habitas entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.Leer más.
Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras; Y que pusieron en el fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y así los destruyeron. Ahora pues, oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te suplico, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios.
Y tomó Ezequías las cartas de mano de los mensajeros, y las leyó; y subió a la casa de Jehová, y las extendió delante de Jehová. Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios sobre todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.Leer más.
Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye todas las palabras de Senaquerib, el cual ha enviado a blasfemar al Dios viviente. Ciertamente, oh Jehová, los reyes de Asiria destruyeron todas las naciones y sus tierras, y echaron los dioses de ellos al fuego; porque no eran dioses, sino obra de manos de hombre, madera y piedra; por eso los destruyeron. Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que sólo tú eres Jehová.
Mas el rey Ezequías, y el profeta Isaías hijo de Amoz, oraron por esto, y clamaron al cielo.
Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea completa por Jehová Dios de Israel, que has venido a refugiarte bajo sus alas.
Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos se dieron en sus manos, y todos los que con ellos estaban; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque confiaron en Él.
He aquí nuestro Dios a quien servimos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso. Y Daniel fue sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque creyó en su Dios.
Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, los cuales esperarán en el nombre de Jehová.
Y cuando les ordenaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Tú guardarás en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente; porque en el Señor Jehová está la fortaleza eterna.
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Muchos dolores habrá para el impío; mas al que confía en Jehová, le rodeará misericordia.
«Cántico gradual» Los que confían en Jehová son como el monte de Sión que no se mueve; sino que permanece para siempre.
El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado.
Por tanto, el Señor Jehová dice así: He aquí que yo pongo en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, fundamento firme; el que creyere, no se apresurará.
Cuando clames, que te libren tus allegados; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí espera, tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.
«Salmo de David» A ti, oh Jehová, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos. Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Mas yo en ti confié, oh Jehová; yo dije: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos: Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.
Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia: Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah)
He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia; Para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempos de hambre. Nuestra alma espera en Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es Él.Leer más.
Por tanto, en Él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti.
El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios; en Él confiaré. Él te librará del lazo del cazador; de la peste destructora.Leer más.
Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.
«Salmo de David» Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.