84 Versículos de la Biblia sobre La curación

Versículos Más Relevantes

Éxodo 15:26

y dijo: Si oyeres atentamente la voz del SEÑOR tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad, de las que envié a los egipcios, te enviaré a ti; porque yo soy el SEÑOR tu Sanador.

Salmos 103:2-3

Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios: el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades,

Lucas 5:15

Pero tanto más se extendía su fama; y se juntaba grande multitud a oír y ser sanada por él de sus enfermedades.

2 Reyes 20:1-11

En aquellos días cayó Ezequías enfermo de muerte, y vino a él Isaías profeta hijo de Amós, y le dijo: El SEÑOR dice así: Dispón de tu casa, porque has de morir, y no vivirás. Entonces volvió él su rostro a la pared, y oró al SEÑOR, y dijo: Te ruego, oh SEÑOR, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y en corazón perfecto; y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.Leer más.
Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra del SEÑOR a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice el SEÑOR, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí yo te sano; al tercer día subirás a la Casa del SEÑOR. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor de mí, y por amor de David mi siervo. Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y tomándola, la pusieron sobre la llaga, y sanó. Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que el SEÑOR me sanará, y que al tercer día subiré a la Casa del SEÑOR? Y respondió Isaías: Esta señal tendrás del SEÑOR, de que hará el SEÑOR esto que ha dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, o retrocederá diez grados? Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados; pero, no que la sombra vuelva atrás diez grados. Entonces el profeta Isaías clamó al SEÑOR; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás.

2 Crónicas 32:24-26

En aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte; y oró al SEÑOR, el cual le respondió, y le dio una señal. Mas Ezequías no pagó conforme al bien que le había sido hecho; antes se enalteció su corazón, y fue la ira contra él, y contra Judá y Jerusalén. Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén; y no vino sobre ellos la ira del SEÑOR en los días de Ezequías.

Isaías 38:1-8

En aquellos días cayó Ezequías enfermo para morir; y vino a él Isaías Profeta, hijo de Amoz, y le dijo: El SEÑOR dice así: Ordena tu casa, porque tú morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración al SEÑOR. Y dijo: Oh SEÑOR, te ruego te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón; y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.Leer más.
Entonces vino palabra del SEÑOR a Isaías, diciendo: Ve, y di a Ezequías: El SEÑOR Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto; he aquí que yo añado a tus días quince años. Y te libraré, y a esta ciudad, de mano del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararé. Y esto te será señal de parte del SEÑOR, que el SEÑOR hará esto, que ha dicho: He aquí, que yo vuelvo atrás la sombra de los grados, que ha descendido en el reloj de Acaz por el Sol, diez grados. Y el Sol fue tornado diez grados atrás, por los cuales había ya descendido.

2 Reyes 1:2

Y Ocozías cayó por las celosías de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo envió mensajeros, y les dijo: Id, y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si tengo de sanar de esta mi enfermedad.

Levítico 12:1-4

Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere y diere a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días que está separada por su menstruo, será inmunda. Y al octavo día circuncidará la carne de su prepucio.Leer más.
Mas ella permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purgación; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purgación.

Levítico 13:4

Y si en la piel de su carne hubiere mancha blanca, pero no pareciere más hundida que la tez, ni su pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días;

Levítico 14:8

Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el real, y morará fuera de su tienda siete días.

Números 5:2

Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, y a todos los que padecen flujo de semen, y a todo contaminado sobre muerto.

Números 31:19

Y vosotros quedaos fuera del campamento siete días; y todos los que hubieren matado persona, y cualquiera que hubiere tocado muerto, os expiaréis al tercero y al séptimo día, vosotros y vuestros cautivos.

2 Reyes 15:5

Mas el SEÑOR hirió al rey con lepra, y fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó en casa separada, y Jotam hijo del rey tenía el cargo del palacio, gobernando al pueblo de la tierra.

Lucas 17:12

Y entrando en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos,

Marcos 10:52

Y Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha salvado. Y luego recibió la vista, y seguía a Jesús en el camino.

Hechos 3:8-9

Y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.

Marcos 2:12

Entonces él se levantó luego, y tomando su lecho, se salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto.

Juan 9:30-33

Les respondió aquel hombre, y les dijo: Por cierto, maravillosa cosa es ésta, que vosotros no sabéis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a éste oye. Desde el siglo no fue oído, que abriese alguno los ojos de uno que nació ciego.Leer más.
Si éste no fuera venido de Dios, no pudiera hacer nada.

Mateo 8:2-3

Y he aquí un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme. Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fue limpiada.

Mateo 9:27-30

Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David. Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Sí, Señor. Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.Leer más.
Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente , diciendo: Mirad que nadie lo sepa.

Mateo 14:34-36

Y llegando al otro lado, vinieron a la tierra de Genezaret. Cuando le conocieron los varones de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos; y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que le tocaron, fueron salvos.

Marcos 6:53-56

Y cuando llegaron al otro lado, vinieron a tierra de Genezaret, y tomaron puerto. Y saliendo ellos del barco, luego le conocieron. Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba.Leer más.
Y dondequiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban eran salvos.

Mateo 15:21-28

Y saliendo Jesús de allí, se fue a las partes de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija esta enferma, poseida del demonio. Mas él no le respondió palabra. Entonces llegándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despáchala, pues da voces tras nosotros.Leer más.
Y él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la Casa de Israel. Entonces ella vino, y le adoró, diciendo: Señor socórreme. Y respondiendo él, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; mas los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fue sana su hija desde aquella hora.

Marcos 7:24-30

Y levantándose de allí, se fue a los términos de Tiro y de Sidón; y entrando en casa, quiso que nadie lo supiese; mas no pudo ser escondido. Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se echó a sus pies. Y la mujer era griega, sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.Leer más.
Más Jesús le dijo: Deja primero saciarse los hijos, porque no es bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. Y respondió ella, y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos. Entonces le dice: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija. Cuando fue a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija echada sobre la cama.

Marcos 1:32-34

Y cuando fue la tarde, cuando el sol se puso, traían a él todos los que tenían mal, y endemoniados; y toda la ciudad se juntó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios porque le conocían.

Lucas 4:40

Y poniéndose el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades, los traían a él; y él poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

Lucas 6:17-19

Y descendió con ellos, y se paró en un lugar llano, en compañía de sus discípulos, y una grande multitud de pueblo de toda Judea y de Jerusalén, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido a oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados de espíritus inmundos eran curados. Y toda la multitud procuraba tocarle; porque salía de él virtud, y sanaba a todos.

Lucas 9:11

Y cuando lo entendió el pueblo, le siguió; y él los recibió, y les hablaba del Reino de Dios, y sanó a los que tenían necesidad de cura.

1 Reyes 17:17-24

Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo de la señora de la casa, y la enfermedad fue tan grave, que no quedó en él aliento. Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacerme morir mi hijo? Y él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó a la cámara donde él estaba, y lo puso sobre su cama;Leer más.
y clamando al SEÑOR, dijo: SEÑOR Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has afligido, matándole su hijo? Y se midió sobre el niño tres veces, y clamó al SEÑOR, y dijo: SEÑOR Dios mío, te ruego que vuelva el alma de este niño a sus entrañas. Y el SEÑOR oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a sus entrañas, y revivió. Tomando luego Elías al niño, lo trajo de la cámara a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive. Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra del SEÑOR es verdad en tu boca.

2 Reyes 4:29-37

Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi bordón en tu mano, y ve; y si alguno te encontrare, no lo saludes; y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi bordón sobre el rostro del niño. Entonces dijo la madre del niño: Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré. El entonces se levantó, y la siguió. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el bordón sobre el rostro del niño, mas ni tenía voz ni sentido; y así se había vuelto para encontrar a Eliseo; y se lo declaró, diciendo: El niño no despierta.Leer más.
Y venido Eliseo a la casa, he aquí el niño que estaba tendido muerto sobre su cama. Entrando él entonces , cerró la puerta sobre ambos, y oró al SEÑOR. Después subió, y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre los ojos de él, y sus manos sobre las manos de él; así se midió sobre él, y la carne del niño se calentó. Volviéndose luego , se paseó por la casa a una parte y a otra, y después subió, y volvió a medirse sobre él; y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos. Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo. Y ella entró, y se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y tomó su hijo, y salió.

2 Reyes 5:10-14

Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve, y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre del SEÑOR su Dios, y alzará su mano, y tocará el lugar, y sanará la lepra. Abana y Farfar, los ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.Leer más.
Entonces sus criados se llegaron a él, y le hablaron, diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la hicieras? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? El entonces descendió, y se lavó siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y fue limpio.

Lucas 9:1-2

Y juntando a sus doce discípulos, les dio virtud y potestad sobre todos los demonios, y que sanasen enfermedades. Y los envió a que predicasen el Reino de Dios, y que sanasen a los enfermos.

Hechos 3:6-8

Y Pedro dijo: No tengo plata ni oro; mas lo que tengo, esto te doy; en el Nombre de Jesús, el Cristo, el Nazareno, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y luego fueron afirmados sus pies y piernas. Y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.

Hechos 5:15-16

Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocase a alguno de ellos. Y aun de las ciudades vecinas concurría multitud a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; los cuales todos eran curados.

Hechos 9:34

Y le dijo Pedro: Eneas, El Señor Jesús, el Cristo, te sana; levántate, y hazte tu cama. Y luego se levantó.

Hechos 14:8-10

Y un hombre de Listra, impotente de los pies, estaba sentado, cojo desde el vientre de su madre, y jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo; el cual, como puso los ojos en él, y vio que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y saltó, y anduvo.

Hechos 19:11-12

Y hacía Dios singulares maravillas por manos de Pablo, de tal manera que aun se llevaban sobre los enfermos los sudarios y los pañuelos de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos.

Hechos 28:8-9

Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de disentería; al cual Pablo entró, y después de haber orado, le puso las manos encima, y le sanó; y esto hecho, también otros que en la isla tenían enfermedades, llegaban, y eran sanados;

1 Corintios 12:8-9

Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;

Marcos 16:17-18

Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi Nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; quitarán serpientes; y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Marcos 1:31

Entonces llegando él , la tomó de su mano y la levantó; y luego la dejó la fiebre, y les servía.

Lucas 4:39

E inclinándose hacia ella, riñó a la fiebre; y la fiebre la dejó; y ella levantándose luego, les servía.

Juan 4:46-54

Vino pues Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había hecho el vino del agua. Y había en Capernaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este, cuando oyó que Jesús venía de Judea a Galilea, fue a él, y le rogaba que descendiese, y sanase a su hijo, porque se comenzaba a morir. Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y milagros no creeréis.Leer más.
El del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi niño muera. Le dice Jesús: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó a la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Y cuando ya él descendía, los siervos le salieron a recibir, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. Entonces él les preguntó a qué hora comenzó a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a la séptima le dejó la fiebre. El padre entonces entendió, que aquella hora era cuando Jesús le dijo: Tu hijo vive; y creyó él y toda su casa. Esta también el la segunda señal que Jesús hizo, cuando vino de Judea a Galilea.

Mateo 9:32-33

Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado. Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la multitud se maravilló, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel.

Marcos 5:1-20

Y vinieron al otro lado del mar a la provincia de los gadarenos. Y salido él del barco, luego le salió al encuentro un hombre de los sepulcros, con un espíritu inmundo, que tenía domicilio en los sepulcros, y ni aun con cadenas le podía alguien atar;Leer más.
porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas; mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y los grillos desmenuzados; y nadie le podía domar. Siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con las piedras. Y cuando vio a Jesús de lejos, corrió, y le adoró. Clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. Le rogaba mucho que no le enviase fuera de aquella provincia. Y estaba allí cerca de los montes una grande manada de puercos paciendo; y le rogaron todos aquellos demonios, diciendo: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos. Y luego Jesús se lo permitió. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los puercos, y la manada cayó por un despeñadero en el mar; los cuales eran como dos mil; y en el mar se ahogaron. Los que apacentaban los puercos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron para ver qué era aquello que había acontecido. Y vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado y vestido, y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los que lo habían visto, cómo había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los puercos. Y comenzaron a rogarle que se fuese de los términos de ellos. Y entrando él en el barco, le rogaba el que había sido fatigado del demonio, para estar con él. Pero Jesús no le permitió, sino le dijo: Vete a tu casa a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho con él; y todos se maravillaban.

Marcos 9:17-27

Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. Y respondiendo él, le dijo: ¡Oh generación infiel! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tengo de sufrir? Traédmelo.Leer más.
Y se lo trajeron; y cuando le vio, luego el espíritu le desgarraba; y cayendo en tierra, se revolcaba, echando espumarajos. Y Jesús preguntó a su padre: ¿Cuánto tiempo hace que le aconteció esto? Y él dijo: Desde niño; y muchas veces le echa en el fuego y en aguas, para matarle; mas, si puedes algo, ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros. Y Jesús le dijo: Si puedes creer esto, al que cree todo es posible. Y luego el padre del muchacho dijo clamando con lágrimas: Creo, Señor, ayuda a mi incredulidad. Cuando Jesús vio que la multitud concurría, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espíritu clamando y desgarrándole mucho, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían que era muerto. Pero Jesús tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.

Lucas 9:38-43

Y he aquí, un hombre de la multitud clamó, diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo; que es el único que tengo; y he aquí un espíritu lo toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole. Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.Leer más.
Y respondiendo Jesús, dice: ¡Oh generación infiel y perversa! ¿Hasta cuándo tengo que estar con vosotros, y os sufriré? Trae tu hijo acá. Y mientras se acercaba, el demonio le derribó y despedazó; pero Jesús increpó al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo volvió a su padre. Y todos estaban fuera de sí de la grandeza de Dios. Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos:

Hechos 16:16-19

Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Alto, los cuales os anuncian el camino de salud. Y esto hacía por muchos días; mas desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el Nombre de Jesús, el Cristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora.Leer más.
Y viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante el magistrado;

2 Corintios 12:8-9

Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque (mi) potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré de mis flaquezas, para que habite en mí la potencia de Cristo.

2 Crónicas 16:12

Y el año treinta y nueve de su reino enfermó Asa de los pies para arriba, y en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos.

Jeremías 8:22

¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?

Colosenses 4:14

Os saluda Lucas, el médico amado, y Demas.

Levítico 14:41-42

y hará descostrar la casa por dentro alrededor, y derramarán el polvo que descostraren fuera de la ciudad en un lugar inmundo; y tomarán otras piedras, y las pondrán en el lugar de las piedras quitadas ; y tomarán otra tierra, y encostrarán la casa.

Ezequiel 30:21

Hijo de hombre, he quebrantado el brazo de Faraón rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado poniéndole medicinas, poniéndole faja para ligarlo, a fin de vigorizarle para que pueda tener espada.

Isaías 1:6

Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa entera, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no son curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

Salmos 103:2-5

Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios: el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordia;Leer más.
el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jeremías 3:22

Convertíos, hijos rebeldes, sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti; porque tú eres el SEÑOR nuestro Dios.

Jeremías 14:19

¿Por ventura has desechado enteramente a Judá? ¿Por ventura ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por qué nos hiciste herir sin que nos quede cura? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de cura, y he aquí turbación.

Ezequiel 47:12

Y junto al arroyo, en su ribera de una parte y de otra, crecerá todo árbol de fruto de comer; su hoja nunca caerá, ni faltará su fruto; a sus meses madurará, porque sus aguas salen del Santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.

Isaías 53:4-5

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él; y por su llaga hubo cura para nosotros.

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