63 Versículo de la Biblia sobre La pobreza, los remedios para
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Porque siempre tienen pobres con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
Porque no faltarán menesterosos de en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, a tu pobre, y a tu menesteroso en tu tierra.
Todos mis huesos dirán: SEÑOR, ¿quién como tú, que libras al pobre del más fuerte que él, y al pobre y menesteroso del que le despoja?
Tu compañía estaba en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
para que así no haya en ti mendigo; porque el SEÑOR te bendecirá con abundancia en la tierra que Dios te da por heredad para que la poseas, si empero escuchares fielmente la voz del SEÑOR tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te mando hoy.
El consejo del pobre habéis escarnecido, por cuanto el SEÑOR es su esperanza.
que levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del estiércol;
Yo sé que hará el SEÑOR el juicio del pobre, el juicio de los menesterosos.
Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, amparo contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra frontispicio.
Y si no le alcanzare para un cordero, traerá por la culpa de su pecado, dos tórtolas o dos palominos al SEÑOR; el uno por su pecado, y el otro para holocausto.
Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno como holocausto, y otro como el pecado; y la reconciliará el sacerdote, y será limpia.
Mas si fuere pobre, que no alcanzare su mano a tanto, entonces tomará un cordero para expiación por la culpa para la ofrenda mecida, para reconciliarse, y una décima de flor de harina amasada con aceite para presente, y un log de aceite; y dos tórtolas, o dos palominos, lo que alcanzare su mano; y el uno será como el pecado, y el otro como holocausto.
Pero si fuere más pobre que tu estimación, entonces comparecerá ante el sacerdote, y el sacerdote le apreciará; conforme a la facultad del votante le apreciará el sacerdote.
al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no tornare la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos, o hiciere abominación, diere a usura, y recibiere más de lo que dio; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá; su sangre será sobre él.
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los menesterosos, que decís a sus señores: Traed, y beberemos. El Señor DIOS juró por su Santidad: He aquí, vienen días sobre vosotros en que os llevará con anzuelos, y a vuestros descendientes en barquillos de pescador.
mas el séptimo la dejarás libre y la soltarás, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás de tu viña y de tu olivar.
Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás los granos caídos de tu viña; para el pobre y para el extranjero los dejarás. YO SOY vuestro Dios.
Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu siega; para el pobre, y para el extranjero la dejarás. YO SOY vuestro Dios.
Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, vendrá su redentor, su pariente mas cercano, para redimir lo que su hermano hubiere vendido.
Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.
y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y que obréis con vuestras manos de la manera que os hemos mandado;
Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.
Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario, y a los que están conmigo, estas manos me han servido.
Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga; que trabajando de noche y de día por no ser gravosos a ninguno de vosotros, predicamos entre vosotros el Evangelio de Dios.
ni comimos el pan de balde de ninguno; sino obrando con trabajo y fatiga de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;
Y si alguna viuda tuviere hijos, o nietos, aprendan éstos primero a gobernar su casa piadosamente, y a recompensar a sus padres, porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.
Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas. Y habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes.
Pero si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que el que no creyó.
Y él, puestos en él los ojos, espantado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas \'
Si hubiere en ti mendigo de entre tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano mendigo. Mas abrirás a él tu mano liberalmente, y le prestarás todo lo que necesite en lo que hubiere menester.
Pe Esparce, da a los pobres, Tsade su justicia permanece para siempre; Cof su cuerno será ensalzado en gloria.
Caf Alargó su mano al pobre, y extendió sus manos al menesteroso.
Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces Jesús mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu madero (si quieres ser perfecto).
Y Jesús, oído esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Entonces en Jope había una discípula llamada Tabita, que si lo declaras, quiere decir Dorcas. Esta era llena de buenas obras y de limosnas \'
El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios viviente, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos; mas encomiéndales el bien hacer, el hacerse ricos en buenas obras, el dar con facilidad, el comunicar fácilmente;
Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis; desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.Leer más.
Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿O sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿O desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis.
Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos;
La viuda sea puesta en lista, no menor de sesenta años, la cual haya sido mujer de un varón. Que tenga testimonio en buenas obras; si crió bien sus hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha seguido toda buena obra.
Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿qué les aprovechará?
Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo permanece la caridad de Dios en él?
Haced derecho al pobre y al huérfano; haced justicia al pobre y al menesteroso.
Y si fuere hombre pobre, no duermas con su prenda. Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que duerma en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante del SEÑOR tu Dios. No hagas violencia al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades.Leer más.
En su día le darás su jornal, y el sol no se pondrá sobre él; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti al SEÑOR, y sea en ti pecado.
No robes al pobre, porque es pobre, ni quebrantes en el juicio al necesitado;
Conoce el justo el derecho de los pobres; mas el impío no entiende sabiduría.
Abre tu boca, juzga justicia, y el derecho del pobre y del menesteroso.
¡Ay de los que establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía, por apartar del juicio a los pobres, y por quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; por despojar las viudas, y robar a los huérfanos!
El juzgó la causa del pobre y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? Dijo el SEÑOR.
Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo mismo que fui también solícito en hacer.
Pero pasados muchos años, vine a hacer limosnas a mi nación, y ofrendas,
Porque los de Macedonia y Acaya tuvieron por bien hacer una colecta para los pobres de los santos que están en Jerusalén.
Si algún fiel o alguna fiel tiene viudas, manténgalas, y no sea gravada la Iglesia; a fin de que haya lo suficiente para las que de verdad son viudas.
El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres; me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados;
El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos son limpiados, y los sordos oyen; los muertos son resucitados, y el evangelio es predicado a los pobres.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, dad las nuevas a Juan de lo que habéis visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres es anunciado el Evangelio:
Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.
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