47 Bible Verses about Las críticas contra los creyentes
Versículos Más Relevantes
Alcanzó pues Labán á Jacob, y éste había fijado su tienda en el monte: y Labán plantó la con sus hermanos en el monte de Galaad. Y dijo Labán á Jacob: ¿Qué has hecho, que me hurtaste el corazón, y has traído á mis hijas como prisioneras de guerra? ¿Por qué te escondiste para huir, y me hurtaste, y no me diste noticia, para que yo te enviara con alegría y con cantares, con tamborín y vihuela?Leer más.
Que aun no me dejaste besar mis hijos y mis hijas. Ahora locamente has hecho. Poder hay en mi mano para haceros mal: mas el Dios de vuestro padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables á Jacob descomedidamente. Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses?
Mas Jehová hirió á Faraón y á su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram. Entonces Faraón llamó á Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? ¿Por qué dijiste: Es mi hermana? poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora pues, he aquí tu mujer, tómala y vete.Leer más.
Entonces Faraón dió orden á sus gentes acerca de Abram; y le acompañaron, y á su mujer con todo lo que tenía.
Entonces Sarai dijo á Abram: Mi afrenta sea sobre ti: yo puse mi sierva en tu seno, y viéndose embarazada, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre mí y ti.
Después llamó Abimelech á Abraham y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿y en qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? lo que no debiste hacer has hecho conmigo. Y dijo más Abimelech á Abraham: ¿Qué viste para que hicieses esto?
Y VIENDO Rachêl que no daba hijos á Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía á Jacob: Dame hijos, ó si no, me muero. Y Jacob se enojaba contra Rachêl, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?
Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed á nosotros, y á nuestros hijos y á nuestros ganados?
Y en aquellos días acaeció que, crecido ya Moisés, salió á sus hermanos, y vió sus cargas: y observó á un Egipcio que hería á uno de los Hebreos, sus hermanos. Y miró á todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al Egipcio, y escondiólo en la arena. Y salió al día siguiente, y viendo á dos Hebreos que reñían, dijo al que hacía la injuria: ¿Por qué hieres á tu prójimo?Leer más.
Y él respondió: ¿Quién te ha puesto á ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿piensas matarme como mataste al Egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esta cosa es descubierta.
Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día. Y encontrando á Moisés y á Aarón, que estaban á la vista de ellos cuando salían de Faraón, Dijéronles: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues habéis hecho heder nuestro olor delante de Faraón y de sus siervos, dándoles el cuchillo en las manos para que nos maten.
Y dijeron á Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué lo has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir á los Egipcios? Que mejor nos fuera servir á los Egipcios, que morir nosotros en el desierto.
Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;
Y HABLARON María y Aarón contra Moisés á causa de la mujer Ethiope que había tomado: porque él había tomado mujer Ethiope. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿no ha hablado también por nosotros? Y oyólo Jehová.
Y CORÉ, hijo de Ishar, hijo de Coath, hijo de Leví; y Dathán y Abiram, hijos de Eliab; y Hon, hijo de Peleth, de los hijos de Rubén, tomaron gente, Y levantáronse contra Moisés con doscientos y cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de nombre; Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: Básteos, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová: ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?
Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, Eliab se encendió en ira contra David, y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y á quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que
Y como el arca de Jehová llegó á la ciudad de David, aconteció que Michâl hija de Saúl miró desde una ventana, y vió al rey David que saltaba con toda su fuerza delante de Jehová: y menosprecióle en su corazón. Metieron pues el arca de Jehová, y pusiéronla en su lugar en medio de una tienda que David le había tendido: y sacrificó David holocaustos y pacíficos delante de Jehová. Y como David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y pacíficos, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.Leer más.
Y repartió á todo el pueblo, y á toda la multitud de Israel, así á hombres como á mujeres, á cada uno una torta de pan, y un pedazo de carne, y un frasco de vino. Y fuése todo el pueblo, cada uno á su casa. Volvió luego David para bendecir su casa: y saliendo Michâl á recibir á David, dijo: Cuán honrado ha sido hoy el rey de Israel, desnudándose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se desnudara un juglar! Entonces David respondió á Michâl: Delante de Jehová, que me eligió más bien que á tu padre y á toda su casa, mandándome que fuese príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo á mis propios ojos; y delante de las criadas que dijiste, delante de ellas seré honrado. Y Michâl hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.
ACONTECIO después de esto, que Absalom se hizo de carros y caballos, y cincuenta que corriesen delante de él. Y levantábase Absalom de mañana, y poníase á un lado del camino de la puerta; y á cualquiera que tenía pleito y venía al rey á juicio, Absalom le llamaba á sí, y decíale: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces Absalom le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas: mas no tienes quien te oiga por el rey.Leer más.
Y decía Absalom: Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen á mí todos los que tienen pleito ó negocio, que yo les haría justicia!
Y RESPONDIO Bildad Suhita, y dijo: ¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, Y las palabras de tu boca serán como un viento fuerte?
Y RESPONDIO Sophar Naamathita, y dijo: ¿Las muchas palabras no han de tener respuesta? ¿Y el hombre parlero será justificado? ¿Harán tus falacias callar á los hombres? ¿Y harás escarnio, y no habrá quien te avergüence?Leer más.
Tú dices: Mi conversar es puro, Y yo soy limpio delante de tus ojos. Mas oh quién diera que Dios hablara, Y abriera sus labios contigo, Y que te declarara los arcanos de la sabiduría, Que son de doble valor que la hacienda! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos que tu iniquidad merece.
Y RESPONDIO Eliphaz Temanita, y dijo: ¿Si proferirá el sabio vana sabiduría, Y henchirá su vientre de viento solano? ¿Disputará con palabras inútiles, Y con razones sin provecho?Leer más.
Tú también disipas el temor, Y menoscabas la oración delante de Dios. Porque tu boca declaró tu iniquidad, Pues has escogido el hablar de los astutos. Tu boca te condenará, y no yo; Y tus labios testificarán contra ti.
Porque desde que hablo, doy voces, grito, Violencia y destrucción: porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.
Y como Achâb vió á Elías, díjole Achâb: ¿Eres tú el que alborotas á Israel?
Llegándose entonces Sedechîas hijo de Chânaana, hirió á Michêas en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fué de mí el espíritu de Jehová para hablarte á ti? Y Michêas respondió: He aquí tú lo verás en aquel día, cuando te irás metiendo de cámara en cámara por esconderte. Entonces el rey de Israel dijo: Toma á Michêas, y vuélvelo á Amón gobernador de la ciudad, y á Joas hijo del rey;Leer más.
Y dirás: Así ha dicho el rey: Echad á éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz.
Entonces Amasías sacerdote de Beth-el envió á decir á Jeroboam, rey de Israel: Amós se ha conjurado contra ti en medio de la casa de Israel: la tierra no puede sufrir todas sus palabras. Porque así ha dicho Amós: Jeroboam morirá á cuchillo, é Israel pasará de su tierra en cautiverio. Y Amasías dijo á Amós: Vidente, vete, y huye á tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allí:
Y agolpóse de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan. Y como lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle: porque decían: Está fuera de sí.
Y cuando le vieron, se maravillaron; y díjole su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con dolor.
Y estaba cerca la fiesta de los Judíos, la de los tabernáculos. Y dijéronle sus hermanos: Pásate de aquí, y vete á Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Que ninguno que procura ser claro, hace algo en oculto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.Leer más.
Porque ni aun sus hermanos creían en él.
Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron, y le dicen: ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?
Desde aquel tiempo comenzó Jesús á declarar á sus discípulos que le convenía ir á Jerusalem, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Y Pedro, tomándolo aparte, comenzó á reprenderle, diciendo: Señor, ten compasión de ti: en ninguna manera esto te acontezca. Entonces él, volviéndose, dijo á Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás; me eres escándalo; porque no entiendes lo que es de Dios sino lo que es de los hombres.
Y comenzó á enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó á reprender. Y él, volviéndose y mirando á sus discípulos, riñó á Pedro, diciendo: Apártate de mí, Satanás; porque no sabes las cosas que son de Dios, sino las que son de los hombres.
Empero Marta se distraía en muchos servicios; y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile pues, que me ayude.
Y muchos de sus discípulos oyéndo lo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oir? Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza?
Entonces vino á Simón Pedro; y Pedro le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies? Respondió Jesús, y díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después. Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.Leer más.
Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, mas aun las manos y la cabeza.
Y aconteció que estando él sentado á la mesa en casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente á la mesa con Jesús y sus discípulos. Y viendo esto los Fariseos, dijeron á sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
Y aconteció que estando Jesús á la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también á la mesa juntamente con Jesús y con sus discípulos: porque había muchos, y le habían seguido. Y los escribas y los Fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron á sus discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y con los pecadores?
E hizo Leví gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros, los cuales estaban á la mesa con ellos. Y los escribas y los Fariseos murmuraban contra sus discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?
EN aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en sábado; y sus discípulos tenían hambre, y comenzaron á coger espigas, y á comer. Y viéndolo los Fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer es sábado.
Y aconteció que pasando él por los sembrados en sábado, sus discípulos andando comenzaron á arrancar espigas. Entonces los Fariseos le dijeron: He aquí, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?
Y ACONTECIO que pasando él por los sembrados en un sábado segundo del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, restregándolas con las manos. Y algunos de los Fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados?
Y SE llegaban á él todos los publicanos y pecadores á oirle. Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: Este á los pecadores recibe, y con ellos come.
Murmuraban entonces de él los Judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendí del cielo. Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
Y he aquí, algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones, Decían: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?
Entonces los escribas y los Fariseos comenzaron á pensar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
Entonces los Judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas, y tú dices: El que guardare mi palabra, no gustará muerte para siempre. ¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? y los profetas murieron: ¿quién te haces á ti mismo?
Y cuando estaban para acabarse los siete días, unos Judíos de Asia, como le vieron en el templo, alborotaron todo el pueblo y le echaron mano, Dando voces: Varones Israelitas, ayudad: Este es el hombre que por todas partes enseña á todos contra el pueblo, y la ley, y este lugar; y además de esto ha metido Gentiles en el templo, y ha contaminado este lugar Santo.
Y siendo Galión procónsul de Acaya, los Judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal, Diciendo: Que éste persuade á los hombres á honrar á Dios contra la ley.
Porque á la verdad, dicen, las cartas son graves y fuertes; mas la presencia corporal flaca, y la palabra menospreciable.