87 Versículos de la Biblia sobre Lengua

Así también, la lengua es un miembro pequeñito, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende!

Entonces llevó el pueblo a las aguas; y el SEÑOR dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, aquel pondrás aparte; asimismo cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber.

¿Sacarás tú al leviatán con el anzuelo, o con la cuerda que le echares en su lengua?

Tomándole aparte de la multitud, metió sus dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua (con la saliva);

Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama.

Y el quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino fue hecho tenebroso, y se mordían sus lenguas de dolor;

Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta compañía todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac, hijo de Zipor, era entonces rey de Moab.

Ciertamente el oído prueba las palabras, y el paladar gusta las viandas.

Porque el oído prueba las palabras, como el paladar gusta para comer.

Porque tu pie se embermejecerá de sangre de tus enemigos, y de ella la lengua de tus perros.

Y le hablarás, diciendo: Así dijo el SEÑOR: ¿No cometiste homicidio y también has despojado? Y tornarás a hablarle, diciendo: Así dijo el SEÑOR: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, la tuya misma.

Y lavaron el carro en el estanque de Samaria; lavaron también sus armas; \'

y deseando saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.

Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.

Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no ensalzare a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.

Los pobres y menesterosos buscan las aguas, que no hay; su lengua se secó de sed; yo, el SEÑOR, los oiré; yo, el Dios de Israel, no los desampararé.

Dálet: La lengua del niño de pecho, de sed se pegó a su paladar; los cachorros pidieron pan, y no hubo quien lo partiere.

Entonces dijo Moisés al SEÑOR: ¡Ruego Señor! Yo no soy hombre de palabras de ayer ni de anteayer, ni aun desde que tú hablas a tu siervo; porque soy pesado de boca y pesado de lengua. Y el SEÑOR le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo el SEÑOR?

Y haré que se pegue tu lengua a tu paladar, y estarás mudo, y para que no los reprendas, porque son casa rebelde.

Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creiste a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se maravillaban de que él se detuviera en el Templo. Y saliendo, no les podía hablar; y entendieron que había visto visión en el Templo; y él les hablaba por señas, y quedó mudo.

Tomándole aparte de la multitud, metió sus dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua (con la saliva); y mirando al cielo, gimió, y dijo: Efata: que es decir: Sé abierto. Luego fueron abiertos sus oídos, y fue desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien.

Y el corazón de los tontos entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos será desenvuelta para hablar claramente.

Entonces el cojo saltará como un ciervo; y alabará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y arroyos en la soledad.

Y llegaron a él muchas personas, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y muchos otros enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; De manera que se maravillaba la multitud, viendo hablar los mudos, los mancos sanos, andar los cojos, y ver los ciegos; y glorificaron al Dios de Israel.

Y luego fue abierta su boca y su lengua, y habló bendiciendo a Dios.

En las muchas palabras no falta rebelión; mas el que refrena sus labios es prudente.

El que carece de entendimiento, menosprecia a su prójimo; mas el hombre inteligente calla.

El que detiene sus palabras tiene sabiduría; y de espíritu excelente es el hombre inteligente. Aun el loco cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.

El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.

Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.

Porque: El que quiere amar la vida, y ver los días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;

Los príncipes detenían sus palabras; ponían la mano sobre su boca; la voz de los principales se ocultaba, y su lengua se pegaba a su paladar;

Mas el SEÑOR está en su santo Templo: calle delante de él toda la tierra.

mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño.

Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.

Pon, oh SEÑOR, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios.

Y mi lengua hablará de tu justicia; todo el día de tu loor.

Por tanto se alegró mi corazón, y se gozó mi gloria; también mi carne reposará segura.

Rebosa mi corazón palabra buena; yo digo en mis obras del Rey; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia.

A él clamé con mi boca, y fue ensalzado con mi lengua.

Asimismo mi lengua hablará también de tu justicia cada día; por cuanto fueron avergonzados, porque fueron confundidos los que mi mal procuraban.

Hablará mi lengua tus dichos; porque todos tus mandamientos son la misma justicia.

Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre los gentiles: Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con éstos.

Por lo cual mi corazón se alegró, y mi lengua se gozó; y aun mi carne descansará en esperanza;

Con ella bendecimos al Dios, y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios.

(El Espíritu del SEÑOR ha hablado por mí, y su palabra ha sido en mi lengua.

Del hombre son las preparaciones del corazón; mas del SEÑOR la respuesta de la lengua.

El Señor DIOS me dio lengua de sabios, para saber dar en su sazón palabra al cansado: despertará de mañana, de mañana despertará mi oído, para que oiga, como los sabios.

Pero yo estoy lleno de fuerza del Espíritu del SEÑOR, y de juicio, y de fortaleza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.

Poned pues en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder; porque yo os daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.

Por mí hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, la cual no se tornará; que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.

Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.

que al Nombre de Jesús toda rodilla de lo celestial, de lo terrenal, y de lo infernal se doble. Y todo lenguaje confiese que el Señor Jesús el Cristo está en la gloria de Dios, el Padre.

Pe La boca del justo hablará sabiduría; y su lengua proferirá juicio.

En las muchas palabras no falta rebelión; mas el que refrena sus labios es prudente. Plata escogida es la lengua del justo; mas el entendimiento \'

Hay quienes hablan como dando estocadas de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.

El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!

Pe Abrió su boca con sabiduría; y la ley de misericordia está en su lengua.

La sana lengua es árbol de vida; mas la perversidad en ella es una brecha en el espíritu.

La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.

He aquí, nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo. Mirad también las naves, siendo tan grandes, y siendo llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por dondequiera que quisiere la gana del que gobierna. Así también, la lengua es un miembro pequeñito, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende!Leer más.
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros que contamina todo el cuerpo, e inflama el curso de nuestro naturaleza, y es inflamada del infierno. Porque toda naturaleza de bestias fieras, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma, y es domada por el ser humano; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, y está llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios, y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.

Mem Guarda tu lengua de mal, y tus labios de hablar engaño.

Porque no hay en su boca rectitud; sus entrañas son llenas de maldad; sepulcro abierto es su garganta, con su lengua lisonjearán.

Tu boca metías en mal, y tu lengua componía engaño.

Has amado toda suerte de palabras perniciosas, engañosa lengua.

Libra mi alma, oh SEÑOR, del labio mentiroso, de la lengua engañosa. ¿Qué te dará a ti, o qué te añadirá la lengua engañosa?

El perverso de corazón nunca hallará bien; y el que revuelve con su lengua, caerá en mal.

Saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca habla paz con su amigo, y dentro de sí pone sus asechanzas.

Con lo cual sus ricos se llenaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua engañosa en su boca.

sepulcro abierto es su garganta; con sus lenguas tratan engañosamente; veneno de áspides está debajo de sus labios;

E hicieron que su lengua, como su arco, tirara mentira; y no se fortalecieron por verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dijo el SEÑOR.

Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente,

Amontonar tesoros con lengua de mentira, es vanidad fugaz de aquellos que buscan la muerte.

La falsa lengua aborrece al que atormenta; y la boca lisonjera hace resbaladero.

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua, molestia y maldad.

Tale el SEÑOR todos los labios lisonjeros; la lengua que habla grandezas, que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor?

Agravios maquina tu lengua; como navaja amolada hace engaño.

para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la extraña.

¿De quién os habéis burlado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, simiente mentirosa,

Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos, de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, y vuestra lengua habla maldad.