58 Versículo de la Biblia sobre Discurso, aspectos positivos de
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Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, roca mía, y redentor mío.
Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has refinado, y nada inicuo hallaste; lo que pensé, no pasó mi boca.
Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.
Pon, oh SEÑOR, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios.
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención. Toda amargura, enojo, ira, gritería, y maledicencia sea quitada de vosotros y toda malicia;
Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la desviación de los labios.
ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias.
Mas ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, despojándoos del viejo hombre con sus hechos, y revestíos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo creó;
no volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo, sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia. Porque: El que quiere amar la vida, y ver los días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;
Lámed ¿Quién es el hombre que desea vida, que ama muchos días para ver el bien? Mem Guarda tu lengua de mal, y tus labios de hablar engaño.
Así que, ofrezcamos por medio de él a Dios siempre sacrificio de alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesen su Nombre.
Alef Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca.
Y mi lengua hablará de tu justicia; todo el día de tu loor.
Mas vosotros sois el linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que mostréis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.
Y todo lo que hagáis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias al Dios y Padre por él.
Y comerás y te saciarás, y bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Y puso delante del arca del SEÑOR ministros de los levitas, para que recordaran, y confesaran, y loaran al SEÑOR Dios de Israel:
Entrad por sus puertas con confesión; por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su Nombre.
Y comeréis hasta saciaros, y alabaréis el Nombre del SEÑOR vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.
Entonces mandó a la multitud que se recostara en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, partió, y dio a sus discípulos que pusieran delante; y los pusieron delante a la multitud. Tenían también unos pocos pececillos; y los bendijo, y mandó que también los pusieran delante.
arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como lo habéis aprendido, creciendo en ella con acciones de gracias.
Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Con ella bendecimos al Dios, y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.
Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para alcanzar justicia; mas con la boca se hace confesión para alcanzar salud.
Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos. Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.
Por tanto os hago saber, que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder a cada uno.
Y los de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas a la guerra contra Madián? Y le reconvinieron fuertemente. A los cuales él respondió: ¿Qué he hecho yo ahora como vosotros? ¿No es el rebusco de Efraín mejor que la vendimia de Abiezer? Dios ha entregado en vuestras manos a Oreb y a Zeeb, príncipes de Madián: ¿y qué pude yo hacer como vosotros? Entonces el enojo de ellos contra él se aplacó, luego que él habló esta palabra.
Los labios del justo conocerán la voluntad de Dios; mas la boca de los impíos habla perversidades.
La respuesta suave quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.
Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina a los huesos.
Entonces Daniel habló avisada y prudentemente a Arioc, capitán de los de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia. Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa por la cual este mandamiento se publica de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc declaró el negocio a Daniel. Y Daniel entró, y pidió al rey que le diera tiempo, y que él mostraría al rey la declaración.
sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder a cada uno que os demande razón de la esperanza que está en vosotros; y esto con mansedumbre y reverencia,
El cuidado congojoso en el corazón del hombre, lo abate; mas la buena palabra lo alegra.
Y les respondió José: No temáis: ¿Soy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal sobre mí, mas Dios lo pensó por bien, para hacer lo que vemos hoy, para dar vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros niños. Así los consoló, y les habló al corazón.
He aquí, tú enseñabas a muchos, y las manos debilitadas corroborabas. Al que vacilaba, enderezaban tus palabras, y las rodillas de los que arrodillaban esforzabas.
somos blasfemados, y rogamos; hemos venido a ser como la basura de este mundo, inmundicias de todos hasta ahora.
Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre enseña a los que se resisten, si por ventura Dios les dé que se arrepientan y conozcan la verdad,
La palabra del Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos e himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor.
Hay quienes hablan como dando estocadas de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.
La lengua de los sabios adornará la sabiduría; mas la boca de los locos hablará locura.
Hay oro y multitud de piedras preciosas; mas los labios sabios son vaso precioso.
Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene. Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.
Pe Abrió su boca con sabiduría; y la ley de misericordia está en su lengua.
Porque los labios del sacerdote guardan la sabiduría, y de su boca buscarán la ley; porque ángel es del SEÑOR de los ejércitos.
antes siguiendo la verdad en caridad, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, el Cristo;
El que detiene sus palabras tiene sabiduría; y de espíritu excelente es el hombre inteligente.
El corazón del justo piensa para responder; mas la boca de los impíos derrama malas cosas.
El que responde palabra antes de oír, le es locura y oprobio.
Por esto, hermanos míos amados, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
El que anda en integridad, y obra justicia, y habla verdad en su corazón. El que no revolvió con su lengua, ni hizo mal a su prójimo, ni levantó vergüenza contra su prójimo.
Que me hiera el justo con misericordia, y que me reprenda; y halago de príncipe inicuo no unte mi cabeza; porque aun mi oración será contra sus males.
Besados serán los labios del que responde palabras rectas.
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