31 Versículos de la Biblia sobre Los buques

Versículos Más Relevantes

Salmos 104:26

Allí surcan las naves, {Y} el Leviatán (monstruo marino) que hiciste para que jugara en él.

Juan 6:23

Vinieron otras barcas de Tiberias cerca del lugar donde habían comido el pan después de que el Señor había dado gracias.

Números 24:24

Pero las naves {vendrán} de la costa de Quitim, Y afligirán a Asiria y afligirán a Heber; Pero él también perecerá para siempre."

Daniel 11:30

"Porque vendrán contra él naves de Quitim (Chipre), y se desanimará. Volverá y se enfurecerá contra el pacto santo y actuará contra él; volverá, pues, y favorecerá a los que abandonen el pacto santo.

Juan 21:3-8

``Me voy a pescar," les dijo* Simón Pedro. ``Nosotros también vamos contigo," le dijeron ellos. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dijo: ``Hijos, ¿acaso tienen algún pescado?" ``No." respondieron ellos.Leer más.
Y El les dijo: ``Echen la red al lado derecho de la barca y hallarán {pesca."} Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo a Pedro: `` ¡Es el Señor!" Oyendo Simón Pedro que era el Señor, se puso la ropa, porque se la había quitado {para poder trabajar}, y se echó al mar. Pero los otros discípulos vinieron en la barca, porque no estaban lejos de tierra, sino a unos 100 metros, arrastrando la red {llena} de peces.

Jonás 1:3

Jonás se levantó, pero para huir a Tarsis, {lejos} de la presencia del SEÑOR. Y descendiendo a Jope, encontró un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para ir con ellos a Tarsis, {lejos} de la presencia del SEÑOR.

Hechos 27:3

Al {día} siguiente llegamos a Sidón. Julio trató con benevolencia a Pablo, permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido {por ellos}.

Hechos 28:11

Después de tres meses, nos hicimos a la vela en una nave Alejandrina que había invernado en la isla, y que tenía por insignia a los Hermanos Gemelos.

Hechos 27:16-32

Navegando al amparo de una pequeña isla llamada Clauda, con mucha dificultad pudimos sujetar el bote salvavidas. Después que lo alzaron, usaron amarras para sujetar la nave. Temiendo encallar en {los bancos} de Sirte, echaron el ancla flotante y se abandonaron a la deriva. Al día siguiente, mientras éramos sacudidos furiosamente por la tormenta, comenzaron a arrojar la carga.Leer más.
Al tercer día, con sus propias manos arrojaron al mar los aparejos de la nave. Como ni el sol ni las estrellas aparecieron por muchos días, y una tempestad no pequeña se abatía sobre {nosotros,} desde entonces fuimos abandonando toda esperanza de salvarnos. Cuando habían pasado muchos días sin comer, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: ``Amigos, debían haberme hecho caso y no haber salido de Creta, evitando así este perjuicio y pérdida. "Pero ahora los exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre ustedes, sino {sólo} del barco. ``Porque esta noche estuvo en mi presencia un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: `No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; pero ahora, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.' "Por tanto, tengan buen ánimo amigos, porque yo confío en Dios, que acontecerá exactamente como se me dijo. "Pero tenemos que encallar en alguna isla." Llegada la decimocuarta noche, mientras éramos llevados a la deriva en el mar Adriático, a eso de la medianoche los marineros presentían que se estaban acercando a tierra. Echaron la sonda y hallaron {que había} 20 brazas (36m) {de profundidad.} Pasando un poco más adelante volvieron a echar la sonda y hallaron 15 brazas (27m). Temiendo que en algún lugar fuéramos a dar contra los escollos, echaron cuatro anclas por la popa y ansiaban (rogaban) que amaneciera. Como los marineros trataban de escapar de la nave y habían bajado el bote salvavidas al mar, bajo pretexto de que se proponían echar las anclas desde la proa, Pablo dijo al centurión y a los soldados: ``Si éstos no permanecen en la nave, ustedes no podrán salvarse." Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y dejaron que se perdiera.

Hechos 27:29

Temiendo que en algún lugar fuéramos a dar contra los escollos, echaron cuatro anclas por la popa y ansiaban (rogaban) que amaneciera.

Hechos 27:40

Cortando las anclas, las dejaron en el mar, aflojando al mismo tiempo las amarras de los timones. Izando la vela de proa al viento, se dirigieron hacia la playa.

Hechos 27:17

Después que lo alzaron, usaron amarras para sujetar la nave. Temiendo encallar en {los bancos} de Sirte, echaron el ancla flotante y se abandonaron a la deriva.

Hechos 27:32

Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y dejaron que se perdiera.

Isaías 33:23

Se han aflojado tus cuerdas; No pueden sostener firme el mástil Ni entesar la vela. Entonces será repartida la presa de un abundante botín. Los cojos se llevarán los despojos.

Ezequiel 27:6

De encinas de Basán han hecho tus remos; Tu cubierta de boj de las costas de Chipre la han incrustado con marfil.

Génesis 7:17

Entonces vino el diluvio sobre la tierra por cuarenta días, y las aguas crecieron y alzaron el arca, y ésta se elevó sobre la tierra.

Isaías 23:1

Oráculo (Profecía) sobre Tiro: ``Giman, naves de Tarsis, Porque {Tiro} ha sido destruida, sin casas {y} sin puerto. Desde la tierra de Chipre les ha sido revelado.

Hechos 27:1-44

Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía (tropa) Augusta, llamado Julio. Embarcándonos en una nave Adramitena que estaba para salir hacia las regiones de la costa de Asia (provincia occidental de Asia Menor), nos hicimos a la mar acompañados por Aristarco, un Macedonio de Tesalónica. Al {día} siguiente llegamos a Sidón. Julio trató con benevolencia a Pablo, permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido {por ellos}.Leer más.
De allí partimos y navegamos al amparo de {la isla de} Chipre, porque los vientos eran contrarios. Después de navegar atravesando el mar frente a las costas de Cilicia y de Panfilia, llegamos a Mira de Licia. Allí el centurión halló una nave Alejandrina que iba para Italia, y nos embarcó en ella. Después de navegar lentamente por muchos días, y de llegar con dificultad frente a Gnido, pues el viento no nos permitió {avanzar} más, navegamos al amparo de la isla de Creta, frente a Salmón. Costeándola con dificultad, llegamos a un lugar llamado Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea. Cuando ya había pasado mucho tiempo y la navegación se había vuelto peligrosa, pues hasta el Ayuno (el Día de Expiación) había pasado ya, Pablo los amonestaba, diciéndoles: ``Amigos, veo que de seguro este viaje va a ser con perjuicio y graves pérdidas, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras vidas." Pero el centurión se persuadió más {por lo que fue dicho} por el piloto y el capitán del barco, que por lo que Pablo decía. Como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría tomó la decisión de hacerse a la mar desde allí, para ver si les era posible arribar a Fenice, un puerto de Creta que mira hacia el nordeste y el sudeste, y pasar el invierno {allí.} Cuando comenzó a soplar un moderado viento del sur, creyendo que habían logrado su propósito, levaron anclas y navegaban costeando a Creta. Pero no mucho después, desde tierra comenzó a soplar un viento huracanado que se llama Euroclidón (viento del nordeste), y siendo azotada la nave, y no pudiendo hacer frente al viento nos abandonamos {a él} y nos dejamos llevar a la deriva. Navegando al amparo de una pequeña isla llamada Clauda, con mucha dificultad pudimos sujetar el bote salvavidas. Después que lo alzaron, usaron amarras para sujetar la nave. Temiendo encallar en {los bancos} de Sirte, echaron el ancla flotante y se abandonaron a la deriva. Al día siguiente, mientras éramos sacudidos furiosamente por la tormenta, comenzaron a arrojar la carga. Al tercer día, con sus propias manos arrojaron al mar los aparejos de la nave. Como ni el sol ni las estrellas aparecieron por muchos días, y una tempestad no pequeña se abatía sobre {nosotros,} desde entonces fuimos abandonando toda esperanza de salvarnos. Cuando habían pasado muchos días sin comer, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: ``Amigos, debían haberme hecho caso y no haber salido de Creta, evitando así este perjuicio y pérdida. "Pero ahora los exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre ustedes, sino {sólo} del barco. ``Porque esta noche estuvo en mi presencia un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: `No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; pero ahora, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.' "Por tanto, tengan buen ánimo amigos, porque yo confío en Dios, que acontecerá exactamente como se me dijo. "Pero tenemos que encallar en alguna isla." Llegada la decimocuarta noche, mientras éramos llevados a la deriva en el mar Adriático, a eso de la medianoche los marineros presentían que se estaban acercando a tierra. Echaron la sonda y hallaron {que había} 20 brazas (36m) {de profundidad.} Pasando un poco más adelante volvieron a echar la sonda y hallaron 15 brazas (27m). Temiendo que en algún lugar fuéramos a dar contra los escollos, echaron cuatro anclas por la popa y ansiaban (rogaban) que amaneciera. Como los marineros trataban de escapar de la nave y habían bajado el bote salvavidas al mar, bajo pretexto de que se proponían echar las anclas desde la proa, Pablo dijo al centurión y a los soldados: ``Si éstos no permanecen en la nave, ustedes no podrán salvarse." Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y dejaron que se perdiera. Cuando estaba a punto de amanecer, Pablo exhortaba a todos a que tomaran alimento, diciendo: ``Hace ya catorce días que, velando continuamente, {están} en ayunas, sin tomar ningún {alimento.} "Por eso les aconsejo que tomen alimento, porque esto es necesario para sobrevivir. Porque ni un solo cabello de la cabeza de ninguno de ustedes perecerá." Habiendo dicho esto, Pablo tomó pan y dio gracias a Dios en presencia de todos; y partiéndo{lo}, comenzó a comer. Entonces todos, teniendo {ya} buen ánimo, tomaron también alimento. En total éramos en la nave 276 personas. Una vez saciados, aligeraron la nave arrojando el trigo al mar. Cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero podían distinguir una bahía que tenía playa, y decidieron lanzar la nave hacia ella, si les era posible. Cortando las anclas, las dejaron en el mar, aflojando al mismo tiempo las amarras de los timones. Izando la vela de proa al viento, se dirigieron hacia la playa. Pero chocando contra un escollo donde se encuentran dos corrientes, encallaron la nave; la proa se clavó y quedó inmóvil, pero la popa se rompía por la fuerza {de las olas.} El plan de los soldados era matar a los presos, para que ninguno {de ellos} escapara a nado. Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra, y que los demás {siguieran,} algunos en tablones, y otros en diferentes objetos de la nave. Y así sucedió que todos llegaron salvos a tierra.

Génesis 49:13

"Zabulón habitará a la orilla del mar; Y él {será} puerto para naves, Y su límite {será} hasta Sidón.

Jueces 5:17

Galaad se quedó al otro lado del Jordán. ¿Y por qué se quedó Dan en {las} naves? Aser se sentó a la orilla del mar, Y se quedó junto a sus puertos.

Isaías 33:21

Porque allí, el Majestuoso, el SEÑOR, {será} para nosotros Lugar de ríos {y} de anchos canales, Por donde no andará embarcación de remos, Ni nave potente por él pasará.

Santiago 3:4

Miren también las naves; aunque son tan grandes e impulsadas por fuertes vientos, son, sin embargo, dirigidas mediante un timón muy pequeño por donde la voluntad del piloto quiere.

Isaías 23:14

Giman, naves de Tarsis, Porque ha sido destruida su fortaleza.

Job 9:26

Se deslizan como barcos de juncos, Como águila que se arroja sobre su presa.

Isaías 60:9

Ciertamente las costas Me esperarán, Y las naves de Tarsis {vendrán} primero, Para traer a tus hijos de lejos, {Y} su plata y su oro con ellos, Por el nombre del SEÑOR tu Dios, Y por el Santo de Israel porque El te ha glorificado.

Hechos 27:2

Embarcándonos en una nave Adramitena que estaba para salir hacia las regiones de la costa de Asia (provincia occidental de Asia Menor), nos hicimos a la mar acompañados por Aristarco, un Macedonio de Tesalónica.

Hechos 27:6

Allí el centurión halló una nave Alejandrina que iba para Italia, y nos embarcó en ella.

Isaías 43:14

Así dice el SEÑOR su Redentor, el Santo de Israel: ``Por su causa envié a Babilonia E hice descender como fugitivos a todos ellos, Es decir, a los Caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban.

Topics on Los buques

Los buques para atacar

Números 24:24

Pero las naves {vendrán} de la costa de Quitim, Y afligirán a Asiria y afligirán a Heber; Pero él también perecerá para siempre."

Los buques para el comercio

1 Reyes 10:22

Porque el rey tenía en el mar las naves de Tarsis {junto} con las naves de Hiram, {y} cada tres años las naves de Tarsis le traían oro, plata, marfil, monos y pavos reales.

Never miss a post

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso