44 Versículo de la Biblia sobre los fariseos

Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; pues ensanchan sus filacterias y alargan los flecos {de sus mantos};

Pero cuando los fariseos salieron, se confabularon contra El, {para ver} cómo podrían destruirle.

De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen.

Estando reunidos los fariseos, Jesús les hizo una pregunta,

Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.

¿Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio.

Entonces los fariseos y los saduceos se acercaron {a Jesús, y} para ponerle a prueba le pidieron que les mostrara una señal del cielo.

diciendo: Los escribas y los fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés.

Entonces le respondieron algunos de los escribas y fariseos, diciendo: Maestro, queremos ver una señal de parte tuya.

Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos.

Pero al oír los fariseos que {Jesús} había dejado callados a los saduceos, se agruparon;

¿Ay de vosotros, fariseos!, porque amáis los primeros asientos en las sinagogas y los saludos respetuosos en las plazas.

Cuando dijo esto, se produjo un altercado entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió.

Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, mas los fariseos creen todo esto.

porque les enseñaba como {uno} que tiene autoridad, y no como sus escribas.

Pero cuando vio que muchos de los fariseos y saduceos venían para el bautismo, les dijo: ¡Camada de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira que vendrá?

Porque os digo que si vuestra justicia no supera {la} de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Y Jesús les dijo: Estad atentos y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos.

Los que habían sido enviados eran de los fariseos.

Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando.

(Porque los fariseos y todos los judíos no comen a menos de que se laven las manos cuidadosamente, observando {así} la tradición de los ancianos;

Entonces se le acercaron* los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, pero tus discípulos no ayunan?

{Algunos} de los fariseos que estaban con El oyeron esto y le dijeron: ¿Acaso nosotros también somos ciegos?

Por eso algunos de los fariseos decían: Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el día de reposo. Pero otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales señales? Y había división entre ellos.

Y cuando vieron {esto,} los fariseos dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los recaudadores de impuestos y pecadores?

Al oír sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, comprendieron que hablaba de ellos.

Y cuando lo vieron los fariseos, le dijeron: Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.

Entonces entendieron que no les había dicho que se guardaran de la levadura de los panes, sino de la enseñanza de los fariseos y saduceos.

Entonces se fueron los fariseos y deliberaron entre sí cómo atraparle, {sorprendiéndole} en {alguna} palabra.

Entonces Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y otra fariseos, alzó la voz en el concilio: Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos; se me juzga a causa de la esperanza de la resurrección de los muertos.

Pero cuando los fariseos {lo} oyeron, dijeron: Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios.

Los fariseos, que eran amantes del dinero, oían todas estas cosas y se burlaban de El.

Llevaron* ante los fariseos al que antes había sido ciego.

Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro estáis llenos de robo y de maldad.

Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos.

Cuando salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarle en gran manera, y a interrogarle minuciosamente sobre muchas cosas,

Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés.

¿Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los {preceptos} de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas.

Pero cuando los fariseos salieron, enseguida {comenzaron a} tramar con los herodianos en contra de Jesús, {para ver} cómo podrían destruirle.

En ese momento llegaron unos fariseos diciéndole: Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.