26 Bible Verses about Los santos, como peregrinos
Versículos Más Relevantes
Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
Hierro y bronce será tu calzado, y como tus días, así será tu fortaleza.
Atravesando el valle de lágrimas lo convierten en fuente, cuando la lluvia llena los estanques.
Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa:
Preguntarán por el camino de Sión, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid y unámonos a Jehová con un pacto eterno que jamás será olvidado.
Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?
Pero ahora anhelaban una mejor patria, esto es, la celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les había preparado una ciudad.
Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo artífice y hacedor es Dios.
Y si invocáis al Padre, que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
Cánticos han sido para mí tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones.
Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu monte santo, y a tus tabernáculos.
Mas nuestra ciudadanía está en el cielo, de donde también esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo;
¡Ay de mí, que peregrino en Mesec, y habito entre las tiendas de Cedar! Mucho tiempo ha morado mi alma con los que aborrecen la paz.
Que si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo para volverse.
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin mancha, en medio de una generación torcida y perversa, en la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Reuel madianita, su suegro: Nosotros vamos hacia el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha hablado bien respecto a Israel.
¡Ay de mí, que peregrino en Mesec, y habito entre las tiendas de Cedar! Mucho tiempo ha morado mi alma con los que aborrecen la paz. Yo soy pacífico: Mas cuando hablo, ellos están por la guerra.
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las concupiscencias carnales que batallan contra el alma;
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan.
Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en el cielo que no se agote; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned vuestra mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en el cielo. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; y si así estamos vestidos, no seremos hallados desnudos.Leer más.
Porque nosotros que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, el cual también nos ha dado las arras del Espíritu. Por tanto vivimos confiados siempre, sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, ausentes estamos del Señor (porque por fe andamos, no por vista): Estamos confiados, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes con el Señor.