59 Versículos de la Biblia sobre orar

Hermanos, orad por nosotros.

Y cuando ores, no uses vanas repeticiones, como hacen los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica, con acción de gracias.

Orad sin cesar.

orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

orando juntamente también por nosotros, que Dios nos abra la puerta de la palabra, para que hablemos el misterio de Cristo, por el cual estoy también preso;

Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.

Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres. De cierto os digo: Ya tienen su recompensa.

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo, y el otro publicano.

Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

Y sucederá que antes de que ellos clamen, responderé yo; y mientras aún estén hablando, yo habré oído.

Tú pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré el día que en su aflicción a mí clamen.

¿Está alguno afligido entre vosotros? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante salmos.

Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de orar por vosotros; antes yo os enseñaré en el camino bueno y recto.

Por tanto os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tuviereis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en el cielo os perdone a vosotros vuestras ofensas.

Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.

Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en todo discernimiento;

porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

Tú pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré.

Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez,

Y cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego del cielo y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa.

Mas Él se apartaba al desierto, y oraba.

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual;

ayudándonos vosotros también con oración por nosotros, para que por el don concedido a nosotros por medio de muchas personas, por muchas sean dadas gracias en nuestro favor.

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,

Y Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.

Y yendo un poco más adelante, se postró sobre su rostro, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

Y todo lo que pidieres en oración, creyendo, lo recibiréis.

Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo; siempre esforzándose por vosotros en oración, para que estéis firmes, perfectos y completos en toda la voluntad de Dios.

Entonces volvió él su rostro a la pared, y oró a Jehová, y dijo:

Así que, Pedro era guardado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.

Y aconteció que estaba Él orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,

Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestidura blanca y resplandeciente.

Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.

Velad, pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

Exhorto, pues, ante todo, que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias, por todos los hombres;

no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones,

Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

Y el día sábado salimos de la ciudad, junto al río, donde solían hacer oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.

y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad que no entréis en tentación.

Y me dijo Jehová: No ruegues por este pueblo para bien.

Y no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.

escucha tú en el cielo su oración y su súplica, y ampara su causa.