20 Versículos de la Biblia sobre Padres, ejemplos de

Versículos Más Relevantes

Génesis 17:1-7

Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, el SEÑOR se le apareció, y le dijo: Yo soy el Dios todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré mucho en gran manera. Entonces Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo:Leer más.
He aquí mi pacto contigo: Serás por padre de muchedumbre de gentiles; y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentiles. Y te multiplicaré mucho en gran manera, y te pondré en gentiles, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y entre tu simiente después de ti por sus generaciones, por alianza perpetua, para serte a ti por Dios, y a tu simiente después de ti.

Génesis 21:1-5

Y visitó el SEÑOR a Sara, como había dicho, e hizo el SEÑOR con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a luz a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.Leer más.
Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le mandó. Y era Abraham de cien años, cuando le nació Isaac su hijo.

Génesis 22:1-18

Y aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham madrugó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos criados suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.Leer más.
Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus criados: Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo; y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron los dos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios proveerá a sí mismo cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y le puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar a su hijo. Entonces el ángel del SEÑOR le dio voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ahora conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único; entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero a sus espaldas, trabado en una mata por sus cuernos; y fue Abraham, y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, YHWH-jireh (el SEÑOR-verá). Por tanto se dice hoy, en el monte del SEÑOR será visto. Y llamó el ángel del SEÑOR a Abraham la segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dijo el SEÑOR, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único; bendiciendo te bendeciré, y multiplicando, multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá las puertas de sus enemigos: En tu simiente serán benditos todos los gentiles de la tierra, por cuanto escuchaste a mi voz.

Lucas 1:5-20

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; y su mujer, de las hijas de Aarón, llamada Elisabet. Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor. Y no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran avanzados en días.Leer más.
Y aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios por el orden de su vez, conforme a la costumbre del sacerdocio, salió en suerte a poner el incienso, entrando en el Templo del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías viéndolo, y cayó temor sobre él. Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te engendrará un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento. Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y a muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos. Porque él irá delante de él con el Espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo preparado. Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días. Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte, y a darte este evangelio. Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creiste a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.

Lucas 1:62-80

Y hablaron por señas a su padre, cómo le quería llamar. Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. Y luego fue abierta su boca y su lengua, y habló bendiciendo a Dios.Leer más.
Y hubo temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas. Y todos los que las oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él. Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y hecho redención a su pueblo, y nos alzó el cuerno de salud en la Casa de David su siervo, como habló por boca de los santos que fueron desde el principio, sus profetas: Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron; para hacer misericordia con nuestros padres, y acordándose de su santo testamento; del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de dar, que sin temor librados de nuestros enemigos, le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos los días de nuestra vida. Y tú, niño: profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la faz del Señor, para aparejar sus caminos; dando conocimiento de salud a su pueblo, para remisión de sus pecados, por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó de lo alto el amanecer, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz. Y el niño crecía, y era confortado del Espíritu; y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró a Israel.

Lucas 15:11-31

Y dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece; y les repartió su sustento. Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente.Leer más.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y le comenzó a faltar. Y fue y se llegó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentara los puercos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los puercos; mas nadie se las daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré, e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y delante de ti; ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y como aún estuviera lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo, y delante de ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Mas el padre dijo a sus siervos: Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies. Y traed el becerro grueso, y matadlo, y comamos, y hagamos banquete; porque éste mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a hacer banquete. Y su hijo mayor estaba en el campo; el cual cuando vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Y él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha matado el becerro grueso, por haberle recibido salvo. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrara. Mas él respondiendo, dijo al padre: He aquí tantos años te sirvo, no habiendo traspasado jamás tu mandamiento, y nunca me has dado un cabrito para hacer banquete con mis amigos; Mas cuando vino éste tu hijo, que ha consumido tu sustento con rameras, has matado para él el becerro grueso. El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.

Génesis 37:3-4

Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque le había tenido en su vejez; y le hizo una ropa de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no le podían hablar pacíficamente.

Génesis 25:28

Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.

1 Samuel 2:22-25

Elí empero era muy viejo, y oía todo lo que sus hijos hacían a todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo del testimonio. Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No, hijos míos; porque no es buena fama la que yo oigo; que hacéis pecar al pueblo del SEÑOR.Leer más.
Si el hombre pecare en contra del hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare en contra del SEÑOR, ¿quién rogará por él? Mas ellos no oyeron la voz de su padre, porque el SEÑOR ya había decidido matarlos.

1 Samuel 2:27-36

Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así dijo el SEÑOR: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciera sobre mi altar, y quemara incienso, y llevara efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas encendidas de los hijos de Israel. ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer en mi tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?Leer más.
Por tanto, el SEÑOR el Dios de Israel dijo: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora dijo el SEÑOR: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles. He aquí, vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa. Y verás competidor en mi tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien a Israel; y en ningún tiempo habrá viejo en tu casa. Y no te cortaré del todo varón de mi altar, para hacerte marchitar tus ojos, y llenar tu ánimo de dolor; mas todos los nacidos de tu casa morirán en la edad varonil. Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en un día. Y yo me despertaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y él andará delante de mi Ungido \' Y será que el que hubiere quedado en tu casa, vendrá a postrársele por un dinero de plata y un bocado de pan, diciéndole: Te ruego que me coloques en algún aspecto del sacerdocio, para que coma un bocado de pan.

1 Samuel 3:11-18

Y el SEÑOR dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. Aquel día yo despertaré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa. Cuando comenzare, también acabaré. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos se han envilecido, y él no los ha refrenado.Leer más.
Y por tanto yo he jurado a la casa de Elí, que la iniquidad de la casa de Elí no será reconciliada jamás, ni con sacrificios ni con presentes. Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa del SEÑOR. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí. Llamando, pues, Elí a Samuel, le dijo: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: ¿Qué es la palabra que te habló el SEÑOR? Te ruego que no me la encubras. Así te haga Dios y así te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo. Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: El SEÑOR es; haga lo que bien le pareciere.

Génesis 17:18-22

Y dijo Abraham a Dios: Deseo que Ismael viva delante de ti. Y respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él por alianza perpetua a su simiente después de él. Y por Ismael, también te he oído: he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera: doce príncipes engendrará, y le pondré por gran gente.Leer más.
Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el cual te dará a luz Sara en este tiempo el año siguiente. Y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con Abraham.

1 Crónicas 29:10-19

Asimismo el rey David se alegró mucho, y bendijo al SEÑOR delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh SEÑOR, Dios de Israel, nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo. Tuya es, oh SEÑOR, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh SEÑOR, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza. Las riquezas y la gloria están delante de ti, y tú señoreas a todos; y en tu mano está la potencia y la fortaleza, y en tu mano la grandeza y fuerza de todas las cosas.Leer más.
Ahora pues, Dios nuestro, nosotros te confesamos, y loamos el Nombre de tu grandeza. Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiéramos ofrecer de nuestra voluntad cosas semejantes? Porque todo es tuyo, y lo recibido de tu mano te damos. Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días son como sombra sobre la tierra, y no hay otra esperanza. Oh SEÑOR Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos aparejado para edificar Casa a tu santo Nombre, de tu mano es, y todo es tuyo. Yo sé, oh Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto; y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que aquí se ha hallado ahora, ha dado liberalmente. SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad en los pensamientos del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti. Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, y tus testimonios, y tus estatutos; y para que haga todas las cosas, y te edifique el palacio para la cual yo he hecho la provisión.

2 Samuel 12:15-23

Y Natán se volvió a su casa. Y el SEÑOR hirió al niño que la mujer de Urías había dado a luz a David, y enfermó gravemente. Entonces rogó David a Dios por el niño; y ayunó David, y vino, y pasó la noche acostado en tierra. Y levantándose los ancianos de su casa fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan.Leer más.
Y al séptimo día murió el niño; pero sus siervos no osaban hacerle saber que el niño había muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aun vivía, le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿pues cuánto más mal le hará, si le dijéremos que el niño ha muerto? Mas David viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. Entonces David se levantó de tierra, y se lavó y se ungió, y mudó sus ropas, y entró a la Casa del SEÑOR, y adoró. Y después vino a su casa, y demandó, y le pusieron pan, y comió. Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y llorabas; y él muerto, te levantaste y comiste pan. Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá misericordia de mí, de manera que viva el niño? Mas ahora que ya ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.

Job 1:4-5

E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas, para que comieren y bebieren con ellos. Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días de sus banquetes, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Por ventura habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días.

Mateo 17:14-15

Cuando ellos llegaron a la multitud, vino a él un hombre hincándose de rodillas, Y diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece malamente; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua.

Marcos 9:17-18

Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echaran fuera, y no pudieron.

Lucas 9:38-39

Y he aquí, un hombre de la multitud clamó, diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo; que es el único que tengo; y he aquí un espíritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole.

Juan 4:46-49

Vino pues Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había hecho el vino del agua. Y había en Capernaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este, cuando oyó que Jesús venía de Judea a Galilea, fue a él, y le rogaba que descendiera, y sanara a su hijo, porque se comenzaba a morir. Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y milagros no creeréis.Leer más.
El del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi niño muera.

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