38 Versículos de la Biblia sobre Pesimismo
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Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Y le dijo Dios: Necio, esta noche vuelven a pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será?
Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días son como sombra sobre la tierra, y no hay otra esperanza.
Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñecerá aún, y sus renuevos no faltarán. Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo, al olor del agua reverdecerá, y hará copa como nueva planta.Leer más.
Mas cuando el hombre morirá, y será cortado; y perecerá el hombre, ¿adónde estará él? Las aguas del mar se fueron, y se agotó el río, se secó. Así el hombre yace, y no se tornará a levantar; hasta que no haya cielo no despertarán, ni recordarán de su sueño.
Si yo espero, el sepulcro es mi casa; en las tinieblas hice mi cama. A la huesa tengo dicho: Mi padre eres tú; a los gusanos: Mi madre y mi hermano. ¿Dónde pues estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza ¿quién la verá?Leer más.
A los rincones de la huesa descenderán, y juntamente descansarán en el polvo.
Cuando esperaba el bien, entonces me vino el mal; y cuando esperaba la luz, vino la oscuridad.
Vau : Me quebró los dientes con cascajo, me cubrió de ceniza. Vau : Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien. Vau : Y dije: Pereció mi fortaleza, y mi esperanza del SEÑOR.
Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la Casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y en nosotros mismos somos del todo talados.
Y ciertamente el monte que cae se deshace, y las peñas son traspasadas de su lugar; las piedras son quebrantadas con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra, de tal manera haces perder al hombre la esperanza.
Mas si vosotros os engrandeciéreis contra mí, y redarguyeres mi oprobio contra mí, sabed ahora que Dios me ha derribado, y me ha envuelto en su red. He aquí yo clamaré agravio, y no seré oído; daré voces, y no habrá juicio.Leer más.
Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; y sobre mis veredas puso tinieblas. Me quitó mi honra, y quitó la corona de mi cabeza. Me arrancó por todos lados, y me sequé; y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado. E hizo inflamar contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos. Vinieron sus ejércitos a una, y trillaron sobre mí su camino, y asentaron campamento en derredor de mi tienda. Hizo alejar de mí mis hermanos, y ciertamente mis conocidos se extrañaron de mí.
que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de Israel, y extranjeros a los Pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; y la esperanza del impío perecerá. Porque su esperanza será cortada, y su confianza es casa de araña. El se apoyará sobre su casa, pero no permanecerá en pie; se asirá a ella, más no se afirmará.
Lo que el impío teme, eso le vendrá; mas Dios da a los justos lo que desean.
Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; y la esperanza de los malos perecerá.
No te entremetas con los malignos, ni tengas envidia de los impíos; porque para el malo no habrá buen fin, y la candela de los impíos será apagada.
Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y preguntarán a sus imágenes, a sus mágicos, a sus pitones y a sus adivinos.
Y será en aquel día, dice el SEÑOR, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.
Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé al varón loco, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, e hicieron ímpetu en aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.
Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen. Que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo; porque es más fuerte que nosotros. Y vituperaron entre los hijos de Israel la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella, son hombres de gran estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes: y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos también a ellos.
¿A dónde subimos? Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí hijos de gigantes.
Hoy comenzaré a poner tu miedo y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán, y se angustiarán delante de ti.
Sé que el SEÑOR os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores de la tierra están desmayados por causa de vosotros;
Yo me fui de aquí llena, mas vacía me ha vuelto el SEÑOR. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que el SEÑOR ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
Y oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se conturbaron, y tuvieron gran miedo.
Mas los hombres de Israel, viéndose puestos en estrecho, (porque el pueblo estaba en aprieto), se escondió el pueblo en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas. Y algunos de los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad; y Saúl se estaba aún en Gilgal, y todo el pueblo iba tras él temblando.
Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra del SEÑOR, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? Y él respondió: He sentido un vivo celo por el SEÑOR Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus altares, y han matado a cuchillo tus profetas; y yo solo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Si hablaremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasémonos al ejército de los Siros; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos.
Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento.
Ascalón verá, y temerá; Gaza también, y se dolerá en gran manera; asimismo Ecrón, porque su esperanza será confundida; y de Gaza perecerá el rey, y Ascalón no será habitada.
Pero Tomás, uno de los doce, que se dice el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Y no apareciendo sol ni estrellas por muchos días, y viniendo una tempestad no pequeña, ya era perdida toda la esperanza de nuestra salud.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún le tengo de alabar por las saludes de su presencia.
Mas porque tenemos el mismo Espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual también hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, estando ciertos que el que levantó al Señor Jesús, a nosotros también nos levantará por Jesús, y nos pondrá con vosotros. Porque todas estas cosas padecemos por vosotros, para que abundando la gracia por muchos, en la acción de gracias abunde también la gloria de Dios.Leer más.
Por tanto, no faltamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior sin embargo se renueva de día en día.
No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Zain : Esto reduciré a mi corazón, por tanto esperaré. Chet : Es por las misericordias del SEÑOR que no somos consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Chet : Nuevas son cada mañana; grande es tu fe.Leer más.
Chet : Mi parte es el SEÑOR, dijo mi alma; por tanto a él esperaré.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la alteza sea de la virtud de Dios, y no de nosotros. En todo somos atribulados, mas no angustiados; dudamos (de nuestra vida) , mas no desesperamos; padecemos persecución, mas no somos desamparados en ella ; somos abatidos, mas no perecemos;