47 Versículo de la Biblia sobre trabajar

A mí me conviene hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede obrar.

Y hay repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es, quien obra todas las cosas en todos.

y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;

mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

en lo cual aun trabajo, combatiendo por la operación de él, la cual él obra en mí poderosamente.

Y ya sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme al Propósito son llamados (a ser santos).

Tú eres el Dios que hace maravillas; tú hiciste notoria en los pueblos tu fortaleza.

porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

la obra de cada uno será manifestada, porque el día la declarará; porque por el fuego será manifestada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego hará la prueba.

Seis días obrarás, mas en el séptimo día cesarás; cesarás aun en la arada y en la siega.

Confiando de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesús el Cristo;

Del Fuerte, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él ; es justo y recto.

Seis días se hará obra, mas el día séptimo os será santo, sábado de reposo al SEÑOR; cualquiera que en él hiciere obra, morirá.

Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.

Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor viniere, le hallare haciendo así.

Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro.

Venid, y ved las obras de Dios, terrible en hechos sobre los hijos de los hombres.

os haga perfectos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesús, el Cristo, al cual es la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Y le dijeron: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios?

¿No sabéis que los que obran en lo sagrado, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan?

Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo voy señor. Y no fue.

Mas desde los cincuenta años volverán del oficio de su ministerio, y nunca más servirán;

Y he visto acerca de todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar a entender la obra que se hace debajo del sol; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que sabe, no la podrá alcanzar.

Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga; que trabajando de noche y de día por no ser gravosos a ninguno de vosotros, predicamos entre vosotros el Evangelio de Dios.

Diciendo: Estos postreros sólo han trabajado una hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos llevado la carga y el calor del día.

Porque nosotros , colaboradores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois.

y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio,

por vuestra comunión en el Evangelio, desde el primer día hasta ahora.

Yo he conocido tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y tus obras, las postreras que son muchas más que las primeras.

Encomienda al SEÑOR tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.

¡Cuán muchas son tus obras, oh SEÑOR! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tu posesión.

Así también la fe, si no tuviere las obras, es muerta en sí misma.

¿Has visto hombre solícito en su obra? Delante de los reyes estará; no estará delante de los oscuros.

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH.

Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados.

Guímel Grandes son las obras del SEÑOR; Dálet buscadas de todos los que las quieren.

Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda.

Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco; mas al rico no lo deja dormir la abundancia.

Se apresuraron, se olvidaron de sus obras; no esperaron en su consejo.