10 Versículos de la Biblia sobre Violencia doméstica
Versículos Más Relevantes
Cuando alguno tomare esposa, y después de haber entrado a ella la aborreciere, y le atribuyere algunas faltas, y esparciere sobre ella mala fama y dijere: Tomé a esta mujer y me llegué a ella, y no la hallé virgen; entonces el padre de la joven y su madre tomarán, y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta.Leer más.
Y dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por esposa, y él la aborrece; y, he aquí, él le pone tachas de algunas cosas, diciendo: No encontré virgen a tu hija. Pero he aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la sábana delante de los ancianos de la ciudad. Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán; Y le multarán con cien siclos de plata, los cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y ella será su esposa; no podrá despedirla en todos sus días.
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa vergonzosa, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
También fue dicho: Cualquiera que repudiare a su esposa, déle carta de divorcio. Pero yo os digo que cualquiera que repudiare a su esposa, salvo por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la divorciada, comete adulterio.
El hijo necio dolor es para su padre; y gotera continua las contiendas de la esposa.
Mejor es vivir en un rincón del terrado, que en espaciosa casa con la mujer rencillosa.
Mejor es morar en tierra del desierto, que con la mujer rencillosa e iracunda.
Mejor es estar en un rincón del terrado, que con la mujer rencillosa en espaciosa casa.
Sujetaos los unos a los otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y Él es el Salvador del cuerpo.Leer más.
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus propios maridos en todo. Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella; para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra, para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. Así los maridos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama. Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y la cuida, como también el Señor a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola carne. Este misterio grande es; mas yo hablo en cuanto a Cristo y a la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros en particular, ame también a su esposa como a sí mismo; y la esposa reverencie a su marido.
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.Leer más.
Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, para que no se desanimen.
Artículos Relacionados
- Argumentando
- Azoteas
- Conflictividad
- Cuidado de Niños
- Discurso, aspectos negativos de
- El adulterio y el divorcio
- El divorcio, en OT
- Enojado Esposas
- Esposas
- Las luchas
- Los desacuerdos
- Los padres, las responsabilidades de
- Malos Padres
- Manejo de la ira.
- Mujer contenciosa
- Peleas
- Rooftop
- Ser padre
- Ser una esposa
- Ser una mujer de Dios
- Siendo una mujer
- Techo
- El acoso
- Las esposas pendencieras