43 Versículo de la Biblia sobre amar a los niños
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Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me envió.
Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y {eso} somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.
En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano.
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.
Mas la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia para los hijos de los hijos,
En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos.
pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.
y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que están esparcidos.
y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí.
Y no tendré compasión de sus hijos, porque son hijos de prostitución,
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a {su} mujer e hijos, a {sus} hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Y el hijo de esta mujer murió durante la noche, porque ella se durmió sobre él.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
El que escatima la vara odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con diligencia.
El anciano a la señora escogida y a sus hijos, a quienes amo en verdad, y no sólo yo, sino también todos los que conocen la verdad,
¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de El.
Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido la petición que le hice.
Todos tus hijos {serán} enseñados por el SEÑOR, y grande {será} el bienestar de tus hijos.
Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
He aquí, esta es la tercera vez que estoy preparado para ir a vosotros, y no os seré una carga, pues no busco lo que es vuestro, sino a vosotros; porque los hijos no tienen la responsabilidad de atesorar para {sus} padres, sino los padres para {sus} hijos.
La necedad está ligada al corazón del niño; la vara de la disciplina la alejará de él.
porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.
Y el SEÑOR me dijo: Ve otra vez, ama a una mujer amada por otro y adúltera, así como el SEÑOR ama a los hijos de Israel a pesar de que ellos se vuelven a otros dioses y se deleitan con tortas de pasas.
Como uno a quien consuela su madre, así os consolaré yo; en Jerusalén seréis consolados.
Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.
Si un hombre tiene dos mujeres, una amada y otra aborrecida, y {tanto} la amada como la aborrecida le han dado hijos, si el primogénito es de la aborrecida,
porque todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas.
Y la descendencia de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre morarán en ella.
He aquí, don del SEÑOR son los hijos; {y} recompensa es el fruto del vientre.
No tengo mayor gozo que éste: oír que mis hijos andan en la verdad.
Y {vosotros,} padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.
Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte.
Corrige a tu hijo mientras hay esperanza, pero no desee tu alma causarle la muerte.
El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición.
Entonces el rey dijo: Partid al niño vivo en dos, y dad la mitad a una y la otra mitad a la otra.
Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos.
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