49 Versículos de la Biblia sobre atestigüar

Mas ayudado del auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de venir:

Y la multitud que estaba con él, daba testimonio de cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.

Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que testificó la buena profesión delante de Poncio Pilato,

ellos han visto las obras del SEÑOR, y sus maravillas en el mar profundo.

Porque has de ser testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído.

Y cuando alguna persona cometiere pecado, por haber sido llamado a testificar bajo juramento, y él fuere testigo que vio, o supo, si no lo denunciare, él llevará su iniquidad.

y tened vuestra conversación honesta entre los gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, siendo testigos de sus buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, estimándoos.

Y vosotros sois testigos de estas cosas.

Y os será para testimonio.

Y la noche siguiente, presentán-dosele el Señor, le dijo: Confía, Pablo; que como has testificado de mí en Jerusalén, así te conviene testificar también en Roma.

El cual, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó; y exhortó a todos a que permanecieran en su propósito del corazón en el Señor.

Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.

Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo.

Y será predicado este Evangelio del Reino en el mundo entero, por testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Porque tres son los que dan testimonio del cielo: el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Pero aun habiendo hecho delante de ellos tantas señales, no creían en él.

Y escribí la carta, y la sellé, e hice atestiguar a testigos, y pesé el dinero con balanza.

Después apareció a más de quinientos hermanos juntos; de los cuales muchos viven aún, y otros ya han muerto.

No valdrá un testigo contra ninguno en cualquier iniquidad, o en cualquier pecado, en cualquier pecado que cometiere. En el dicho de dos o tres testigos consistirá el negocio.

Y le seguía grande multitud, porque veían sus señales que hacía en los enfermos.

y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo también estaba presente, y consentía a su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.

Del mismo modo, aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos; mas allí, aquel los tomó del cual está dado testimonio que vive;

Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder; y gran gracia era sobre todos ellos.

Pero ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas;

YO SOY el que doy testimonio de mí mismo, y da testimonio de mí el que me envió, el Padre.

Y el centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste.

Y aun a príncipes y a reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio a ellos y a los gentiles.

porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

Y a todos los gentiles conviene que el evangelio sea predicado antes.

Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá.

porque yo os daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado bien, y nuestras manos han tocado de la Palabra de vida;

A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.

En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.

Este es aquel discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.

Y cuando él hubo abierto el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían.

Esta tercera vez voy a vosotros. En la boca de dos o de tres testigos consistirá toda palabra.

¿A quién tengo que hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar. He aquí que la palabra del SEÑOR les es cosa vergonzosa; no la aman.

Y el pueblo escuchaba atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.

porque el testimonio es de esta manera: Que tú eres Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.

lo que hemos visto y oído, esto os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y que nuestra comunión sea con el Padre, y con su Hijo, Jesucristo.

los cuales han dado testimonio de tu caridad en presencia de la Iglesia; a los cuales si ayudares como conviene según Dios, harás bien.

Dando en esto a entender el Espíritu Santo, que aún no estaba descubierto camino para el Santuario, entre tanto que el primer Tabernáculo estuviera en pie.

Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.

testificando Dios juntamente con ellos con señales y milagros, y diversas maravillas, y con dones del Espíritu Santo repartiéndolos según su voluntad.

Y el que lo vio, da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis.