35 Versículos de la Biblia sobre la declaración de inocencia
Versículos Más Relevantes
Y protestarán, y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo vieron.
Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también la gente justa?
¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón, y con limpieza de mis manos he hecho esto.
Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases.
Recapacita ahora, ¿quién siendo inocente pereció? Y ¿en dónde los rectos fueron cortados?
He aquí, Dios no desechará al perfecto, ni tampoco ayudará a los malhechores.
¿He de mentir yo contra mi razón? Mi herida es incurable sin haber yo transgredido.
Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh Jehová:
Si yo me justificare, me condenaría mi boca; si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.
Y dijo Efraín: Ciertamente yo he enriquecido, he hallado riquezas para mí: nadie hallará en mí iniquidad, ni pecado en todos mis trabajos.
Vosotros sois testigos, y también Dios, de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creísteis;
Cuando David supo después esto, dijo: Inocente soy yo y mi reino, delante de Jehová, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner.
Bien que yo fuese íntegro, no conocería mi alma: Despreciaría mi vida.
sea yo pesado en balanzas de justicia, y que Dios conozca mi integridad.
El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen mal: porque delante de Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho ningún mal.
Mas yo andaré en mi integridad: Redímeme, y ten misericordia de mí.
Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada hallaste; me he propuesto que mi boca no ha de propasarse.
Y mira, padre mío, mira el borde de tu manto en mi mano; porque yo corté el borde de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; con todo, tú andas a caza de mi vida para quitármela.
Y la mujer de Tecoa dijo al rey: Rey señor mío, la maldad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sean sin culpa.
Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén por él convidados, los cuales iban inocentemente, sin saber nada.
Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; vedlo vosotros.
en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
Y aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos; a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos;
Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos;
alegando él en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada.
Todos los que los hallaban, los comían; y decían sus enemigos: No pecamos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová, esperanza de sus padres.
Porque he aquí, esto mismo que os contristó según Dios; ¡cuánta solicitud ha obrado en vosotros, y qué defensa, y qué indignación, y qué temor, y qué gran deseo, y qué celo, y aun vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en este asunto.
Tal es el proceder de la mujer adúltera: Come, y limpia su boca, y dice: No he hecho maldad.
Y dices: Porque soy inocente, de cierto su ira se desviará de mí. He aquí yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado.