42 Versículo de la Biblia sobre la doctrina

Si alguno enseña otra cosa, y no asiente á sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y á la doctrina que es conforme á la piedad;

Si alguno viene á vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ­bienvenido!

EMPERO el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos alguno apostatarán de la fe escuchando á espíritus de error y á doctrinas de demonios;

Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,

Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene á Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo.

EMPERO tú, habla lo que conviene á la sana doctrina:

Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.

Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren.

El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, ó si yo hablo de mí mismo.

Mas en vano me honran, Enseñando doctrinas y mandamientos de hombres.

Y los errados de espíritu aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina.

Que prediques la palabra; que instes á tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina.

Y en vano me honra, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.

Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.

Entre tanto que voy, ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar.

No defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.

Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error:

Mas aun si nosotros ó un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema.

POR tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante á la perfección; no echando otra vez el fundamento; no arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios,

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz será con vosotros.

Respondióles Jesús, y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquél que me envió.

Si esto propusieres á los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.

Pero tú has comprendido mi doctrina, instrucción, intento, fe, largura de ánimo, caridad, paciencia,

Empero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;

Porque vendrá tiempo cuando ni sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oir, se amotonarán maestros conforme á sus concupiscencias,

Y os ruego hermanos, que miréis los que causan disensiones y escándalos contra la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos.

Ahora pues, hermanos, si yo fuere á vosotros hablando lenguas, ¿qué os aprovecharé, si no os hablare, ó con revelación, ó con ciencia, ó con profecía, ó con doctrina?

Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra; mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad,

Goteará como la lluvia mi doctrina; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba:

No seáis llevados de acá para allá por doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon á los que anduvieron en ellas.

Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas,

Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con potestad aun á los espíritus inmundos manda, y le obedecen?

¿A quién se enseñará ciencia, ó á quién se hará entender doctrina? ¿A los quitados de la leche? ¿á los arrancados de los pechos?

Y todos se infatuarán, y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el mismo leño.

Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley.

Y se maravillaban de su doctrina, porque su palabra era con potestad.

Recuérdales esto, protestando delante del Señor que no contiendan en palabras, lo cual para nada aprovecha, antes trastorna á los oyentes.

Empero gracias á Dios, que aunque fuistes siervos del pecado, habéis obedecido de corazón á aquella forma de doctrina á la cual sois entregados;