53 Versículos de la Biblia sobre la enfermedad

Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; ablandarás toda su cama en su enfermedad.

Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la traerá sobre ti, hasta que tú seas destruido.

Vosotros sabéis que en flaqueza de la carne os prediqué el evangelio al principio,

porque Dios no es autor de confusión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.

Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.

Pues en verdad estuvo enfermo, cercano a la muerte; mas Dios tuvo misericordia de él, y no sólo de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.

Y al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba sana de aquel azote.

Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Porque mis lomos están llenos de irritación, y nada hay sano en mi carne.

Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.

Y he aquí, había una mujer que tenía un espíritu de enfermedad hacía dieciocho años, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.

Por lo cual hay muchos debilitados y enfermos entre vosotros; y muchos duermen.

Y en el año treinta y nueve de su reinado Asa enfermó de sus pies, y aun en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos.

Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y Él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias;

de tal manera que aun los pañuelos o delantales de su cuerpo eran llevados a los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos.

El espíritu del hombre soportará su enfermedad; mas ¿quién soportará al espíritu angustiado?

Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

Enviaron, pues, sus hermanas a Él, diciendo: Señor, he aquí el que amas está enfermo.

y no desechasteis ni menospreciasteis mi prueba que estaba en mi carne, antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

Y recorría Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.

Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.

Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos: No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

Y que tuviesen poder para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:

Después de todo esto Jehová lo hirió en las entrañas de una enfermedad incurable.

no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.

¿Está alguno afligido entre vosotros? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante salmos.

y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus intestinos, hasta que los intestinos se te salgan a causa de tu enfermedad día tras día.

Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Pon tu casa en orden, porque morirás, y no vivirás.

Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.

Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: El reino de Dios se ha acercado a vosotros.

El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia, es carcoma de los huesos.

Y Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz, y queda sana de tu azote.

Y el rey dijo a Hazael: Toma en tu mano un presente, y ve a recibir al varón de Dios, y consulta por él a Jehová, diciendo: ¿He de sanar de esta enfermedad?

Respondió Jesús: No es que haya pecado éste, ni sus padres; sino para que las obras de Dios se manifestasen en él.

Ve, y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.

Y Eliseo estaba enfermo de aquella su enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!

estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor de mí, y por amor de David mi siervo.

entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu simiente, plagas grandes y persistentes, y enfermedades malignas y duraderas;

Y yo Daniel fui quebrantado, y estuve enfermo algunos días; y cuando convalecí, atendí el asunto del rey; mas estaba espantado acerca de la visión, y no había quien la entendiese.

En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte, y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Pon tu casa en orden, porque morirás, y no vivirás.

Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

Jehová lo guardará, y le dará vida; será bienaventurado en la tierra, y no lo entregarás a voluntad de sus enemigos.

No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad.