34 Versículos de la Biblia sobre las riquezas

Hacienda y riquezas hay en su casa; Y su justicia permanece para siempre.

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados; para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.

Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda riquezas y honra.

¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque hacerse han alas, Como alas de águila, y volarán al cielo.

DE más estima es la buena fama que las muchas riquezas; Y la buena gracia más que la plata y el oro.

Asimismo, á todo hombre á quien Dios dió riquezas y hacienda, y le dió también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.

Las riquezas y la honra están conmigo; Sólidas riquezas, y justicia.

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladronas minan y hurtan;

A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos:

Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ­Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

Que os dé, conforme á las riquezas de su gloria, el ser corroborados con potencia en el hombre interior por su Espíritu.

La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.

Y yo os digo: Haceos amigos de las riquezas de maldad, para que cuando faltareis, os reciban en las moradas eternas.

Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,

Que decían en alta voz: El Cordero que fué inmolado es digno de tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza.

Riquezas, y honra, y vida, Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.

Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros del Dios nuestro seréis dichos: comeréis las riquezas de las gentes, y con su gloria seréis sublimes.

El bueno dejará herederos á los hijos de los hijos; Y el haber del pecador, para el justo está guardado.

El que confía en sus riquezas, caerá: Mas los justos reverdecerán como ramos.

Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí. No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan que he menester;

La casa y las riquezas herencia son de los padres: Mas de Jehová la mujer prudente.

Las riquezas y la gloria están delante de ti, y tú señoreas á todos: y en tu mano está la potencia y la fortaleza, y en tu mano la grandeza y fuerza de todas las cosas.

Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.

No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa;

Disminuiránse las riquezas de vanidad: Empero multiplicará el que allega con su mano.

¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y fhfifhfi ignorando que su benignidad te guía á arrepentimiento?

Antes acuérdate de Jehová tu Dios: porque él te da el poder para hacer las riquezas, á fin de confirmar su pacto que juró á tus padres, como en este día.

Sabiduría y ciencia te es dada; y también te daré riquezas, hacienda, y gloria, cual nunca hubo en los reyes que han sido antes de ti, ni después de ti habrá tal.

Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.