25 Versículos de la Biblia sobre madrugar

Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra.

Levantándose muy de mañana, aún muy de noche, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré a ti, y esperaré.

Por demás os es el madrugar a levantaros, el veniros tarde a reposar, el comer pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.

Y muy de mañana, el primero de los sábados, vienen al sepulcro, ya salido el sol.

El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, por maldición se le contará.

Vau Se levantó aun de noche, y dio comida a su familia, y ración a sus criadas.

Y levantándose de mañana, adoraron delante del SEÑOR, y volvieron, y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella.

¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!

Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el Nombre del SEÑOR.

Despierta, oh gloria mía; despierta, salterio y arpa; me levantaré de mañana.

Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante del Faraón, y dile: El SEÑOR Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.

Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primero de los sábados, apareció primeramente a María Magdalena, de la cual había echado siete demonios.

Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si florecen las vides, si se abre el cierne, si han florecido los granados; allí te daré mis amores.

Ahora, pues, por cuanto habéis vosotros hecho todas estas obras, dijo el SEÑOR, y bien que os hablé, madrugando para hablar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;

Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.

Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar,

Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante del SEÑOR.

Y el día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a regocijarse.

Levántate, pues, de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y levantándoos de mañana, luego al amanecer partíos.

Y el primero de los sábados, muy de mañana, vinieron al monumento, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras mujeres con ellas.

Y advancado el sábado, amaneciendo para el primero de los sábados, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro.

Yo amo a los que me aman; y los que me buscan me hallan.

Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Por ventura habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días.

Yo me acosté, y dormí, y desperté; porque el SEÑOR me sustentaba.