'Acuérdate' en la Biblia
Acuérdate, pues, de mí para contigo cuando tuvieres ese bien, y ruégote que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí á Faraón, y me saques de esta casa:
Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo; y daré a vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán por heredad para siempre.
Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual el SEÑOR tu Dios te ha mandado que guardes el día del sábado.
No tengas temor de ellos; acuérdate bien de lo que hizo el SEÑOR tu Dios con Faraón y con todo Egipto;
Antes acuérdate de Jehová tu Dios: porque él te da el poder para hacer las riquezas, á fin de confirmar su pacto que juró á tus padres, como en este día.
Acuérdate, no te olvides que has provocado a ira al SEÑOR tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes al SEÑOR.
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad, ni a su pecado;
Y acuérdate que fuiste siervo en Egipto; por tanto guardarás y cumplirás estos estatutos.
Acuérdate de lo que hizo el SEÑOR tu Dios a María en el camino, después que salisteis de Egipto.
mas acuérdate que fuiste esclavo en Egipto, y de allí te rescató el SEÑOR tu Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.
Y acuérdate que fuiste esclavo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.
Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino, cuando salisteis de Egipto;
Acuérdate de los tiempos antiguos; considerad los años de generación y generación; pregunta a tu padre, que él te declarará; a tus viejos, y ellos te dirán;
Entonces clamó Sansón al SEÑOR, y dijo: Señor DIOS, acuérdate ahora de mí, y esfuérzame ahora solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos, por mis dos ojos.
entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, y que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese pues mi señor, y cuando el SEÑOR hiciere bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.
Dijo luego Jehú a Bidcar su capitán: Tómalo y échalo a un extremo de la heredad de Nabot de Jezreel. Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos tras Acab su padre, el SEÑOR pronunció esta sentencia sobre él, diciendo:
SEÑOR Dios, no hagas volver el rostro de tu ungido; acuérdate de las misericordias de David tu siervo.
Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros prevaricareis, yo os esparciré por los pueblos;
Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice a este pueblo.
Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat, conforme a estas obras suyas, y también de Noadías profetisa, y de los otros profetas que hacían por infundirme miedo.
Acuérdate de mí, oh Dios, en orden a esto, y no raigas mis misericordias que hice en la Casa de mi Dios, y en sus guardas.
Y dije a los levitas que se purificaran, y vinieran a guardar las puertas, para santificar el día del sábado. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la muchedumbre de tu misericordia.
Acuérdate de ellos, Dios mío, contra los que contaminan el sacerdocio, y el pacto del sacerdocio y de los levitas.
y para la ofrenda de la leña en los tiempos señalados, y para las primicias. Acuérdate de mí, Dios mío, para bien.
Acuérdate ahora, ¿quién haya sido inocente que se perdiera? Y ¿adónde los rectos han sido cortados?
Acuérdate que mi vida es un viento, y que mis ojos no volverán para ver el bien.
Acuérdate ahora que como a lodo me diste forma; ¿y en polvo me has de volver?
Acuérdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres.
Vau Acuérdate, oh SEÑOR, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas.
Zain De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado.
Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre.
Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día.
Acuérdate de cuán corto sea mi tiempo. ¿Por qué creaste sujetos a vanidad a todos los hijos del hombre?
Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos.
Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en la buena voluntad para con tu pueblo; visítame con tu salud;
ZAIN Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
Acuérdate, oh SEÑOR, de David, de toda su aflicción;
Acuérdate, oh SEÑOR, de los hijos de Edom en el día de Jerusalén; quienes decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos.
Y acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.
{Acuérdate de El} antes que se rompa el hilo de plata, se quiebre el cuenco de oro, se rompa el cántaro junto a la fuente, y se haga pedazos la rueda junto al pozo;
Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, que mi siervo eres: Yo te formé, mi siervo eres tú; Israel, no me olvides.
Por amor de tu Nombre no nos deseches, ni trastornes el trono de tu gloria; acuérdate, no invalides tu Pacto con nosotros.
Tú lo sabes, oh SEÑOR; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me tomes a tu cargo en la prolongación de tu enojo; sepas que sufro vergüenza a causa de ti.
¿Se da por ventura mal por bien para que caven hoyo a mi alma? Acuérdate que me puse delante de ti para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira.
Zain: Acuérdate de mi aflicción y de mi lloro, del ajenjo y de la hiel.
Acuérdate, oh SEÑOR, de lo que nos ha sucedido. Ve y mira nuestro oprobio.
Pueblo mío, acuérdate ahora qué pensó Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas la justicia del SEÑOR.
Oh SEÑOR, he oído tu palabra, y temí. Oh SEÑOR, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
Y le dijo Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Y dijo a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vinieres en tu Reino.
Acuérdate que Jesús el Cristo, resucitó de los muertos, el cual fue de la simiente de David, conforme a mi Evangelio;
Acuérdate pues de lo que has recibido y has oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré a ti.