'Aquel' en la Biblia
Gozaos en aquel día, y alegraos; porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres a los profetas.
Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras, y las hace, os enseñaré a quién es semejante:
y envió a Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Y como los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, cuando entendió que estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un alabastro de ungüento,
Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel al cual soltó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
Y les contaron los que lo habían visto, cómo había sido salvado aquel endemoniado.
Y aquel hombre, de quien habían salido los demonios, le rogó para estar con él; mas Jesús le despidió, diciendo:
Y os digo que los de Sodoma tendrán más remisión aquel día, que aquella ciudad.
Y asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de lado.
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de aquel que cayó entre ladrones?
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca, es abierto.
Mas os enseñaré a quién temáis: temed a aquel que después de ser matado, tiene potestad de echar en el quemadero; así os digo: a éste temed.
Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;
Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del Hombre, hay perdón para él; mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando el señor viniere, hallare haciendo así.
vendrá el señor de aquel siervo el día que él no espera, y a la hora que él no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los infieles.
Aquel mismo día llegaron unos de los fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de aquel, lleno de llagas,
Y a sus discípulos dice: Imposible es que no vengan escándalos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!
En aquel día, el que estuviere en el terrado, y sus alhajas en casa, no descienda a tomarlas; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás.
Y como vino a aquel lugar Jesús, mirando, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa.
mas los que son tenidos por dignos de aquel siglo y de la resurrección de los muertos, ni se casan, ni son dados en casamiento;
Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Y a la verdad el Hijo del hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por el cual es entregado!
Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.
y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y una muerte, al cual habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.
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