'Asno' en la Biblia
Y él será hombre {indómito} como asno montés; su mano {será} contra todos, y la mano de todos contra él, y habitará al oriente de todos sus hermanos.
Y Abraham madrugó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos criados suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
Entonces dijo Abraham a sus criados: Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a vosotros.
Y abriendo uno su saco para dar de comer a su asno, en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal.
Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno, y volvieron a la ciudad.
Isacar, asno huesudo echado entre dos líos;
Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto; tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.
Mas todo primogénito de asno rescatarás con un cordero; y si no lo quisieras rescatar, le cortarás la cabeza; asimismo rescatarás todo humano primogénito de tus hijos.
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Y si alguno abriere alguna cisterna, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno,
Si fuere hallado con el hurto en la mano, sea buey o asno u oveja vivos, pagará el doble.
Sobre todo negocio de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando uno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.
Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y se muriere o se perniquebrare, o fuere llevado sin verlo nadie;
Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.
Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta le ayudarás a levantarlo.
Seis días harás tus hechos, y al séptimo día reposarás, a fin que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.
Pero rescatarás con cordero el primerizo del asno; y si no lo quisieres rescatar, le has de cortar la cabeza. Rescatarás todo primogénito de tus hijos, y no serán vistos vacíos delante de mí.
Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo al SEÑOR: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.
y el séptimo, es sábado al SEÑOR tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni tu peregrino que está dentro de tus puertas; para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.
No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni codiciarás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni ninguna cosa que sea de tu prójimo.
Y así harás de su asno, así harás también de su vestido, y lo mismo harás con toda cosa perdida de tu hermano que se le perdiere, y tú la hallares; no podrás retraerte de ello.
No verás el asno de tu hermano, o su buey, caídos en el camino, y te esconderás de ellos; con él has de procurar levantarlos.
No ararás con buey y con asno juntamente.
Tu buey será degollado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no volverá a ti; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.
Y aconteció que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiera a su padre tierras para labrar. Ella entonces se apeó del asno. Y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?
Y cuando la llevaban, la persuadió que pidiera a su padre tierras para labrar. Y ella se bajó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?
acampaban frente a ellos y destruían el producto de la tierra hasta Gaza, y no dejaban sustento alguno en Israel, ni oveja, ni buey, ni asno.
Y hallando a mano una quijada de asno aún fresca, extendió la mano y la tomó, e hirió con ella a mil hombres.
Entonces Sansón dijo: Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; con la quijada de un asno herí mil varones.
Y él le dijo: Levántate, y vámonos. Mas ella no respondió. Entonces la levantó el varón, y echándola sobre su asno, se levantó y se fue a su lugar.
Aquí estoy; atestiguad contra mí delante del SEÑOR y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, o si he tomado el asno de alguno, o si he calumniado a alguien, o si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho \'
Y tomó Jessé un asno cargado de pan, y un cántaro de vino y un cabrito, y lo envió a Saúl por mano de David su hijo.
Y sentándose sobre un asno, descendió por una parte secreta del monte, y he aquí David y los suyos que venían frente a ella, y ella los encontró.
Y cuando Abigail vio a David, se bajó prestamente del asno, y postrándose delante de David sobre su rostro, se inclinó a tierra;
Y levantándose luego Abigail con cinco doncellas que la seguían, se montó en un asno, y siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer.
Y Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó, y se fue a su casa en su ciudad; y ordenó su casa, y se ahorcó y murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
Y él dijo: Rey señor mío, mi siervo me ha engañado; pues había tu siervo dicho: Enalbardaré un asno, y subiré en él, e iré al rey; porque tu siervo es cojo.
Se levantó entonces Simei, y enalbardó su asno, y fue a Gat, a Aquis, a buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei, y trajo a sus siervos de Gat.
Y él dijo a sus hijos: Ensilladme el asno. Y ellos le ensillaron el asno, y subió en él.
Y cuando había comido del pan, y bebido, el profeta que le había hecho volver le ensilló un asno;
y yéndose, se encontró un león en el camino, y le mató; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno estaba junto a él, y el león también estaba junto al cuerpo.
Y habló a sus hijos, y les dijo: Ensilladme un asno. Y ellos se lo ensillaron.
Y él fue, y halló su cuerpo tendido en el camino, y el asno y el león estaban junto al cuerpo; el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno.
Y tomando el profeta el cuerpo del varón de Dios, lo puso sobre el asno, y se lo llevó. Y el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle.
Y hubo grande hambre en Samaria, teniendo ellos cerco sobre ella; tanto, que la cabeza de un asno era vendida por ochenta piezas de plata, y la cuarta de un cabo de estiércol de palomas por cinco piezas de plata.
¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su pasto?
El hombre vano se hará entendido, aunque nazca como el pollino del asno montés.
Se llevan el asno de los huérfanos; prenden el buey de la viuda.
¿Quién echó libre al asno montés, y quién soltó sus ataduras?
El látigo para el caballo, y el cabestro para el asno, y la vara para el cuerpo del loco.
El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de sus señores; Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento.
Y vio un carro de un par de caballeros, un carro de asno, y un carro de camello. Luego miró mucho más atentamente.
Dichosos vosotros los que sembráis sobre todas las aguas; los que aréis con buey y con asno.
En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén.
Porque ellos subieron a Assur, asno montés para sí solo; Efraín con salario alquiló amantes.
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.
Como aquella plaga así será la plaga del caballo, del mulo, del camello, del asno y de todos los animales que haya en aquellos campamentos.
Y cualquiera que hace tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgara al cuello una piedra de molino de asno, y que se le anegara en lo profundo del mar.
Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de {las que mueve un} asno, y lo hubieran echado al mar.
Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en sábado su buey o su asno del pesebre, y lo lleva a beber?
Y respondiendo a ellos dijo: ¿El asno o el buey de cuál de vosotros caerá en algún pozo, y no lo sacará luego en día de sábado?
Mejor le fuera, si una muela de un molino de asno le fuera puesta al cuello, y le lanzaran en el mar, que escandalizar a uno de estos pequeñitos.