'Barco' en la Biblia
Y pasando de allí vio otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en el barco con Zebedeo, su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
Y ellos, dejando luego el barco y a su padre, le siguieron.
Y entrando él en un barco, sus discípulos le siguieron.
Y he aquí, fue hecho en el mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía.
Entonces entrando en un barco, pasó al otro lado, y vino a su ciudad.
Y se allegó a él gran multitud; y entrando él en el barco, se sentó, y toda la multitud estaba a la ribera.
Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en un barco a un lugar desierto, apartado; y cuando la multitud lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
Luego Jesús hizo a sus discípulos entrar en un barco, e ir delante de él al otro lado del lago , entre tanto que él despedía a la multitud.
Y ya el barco estaba en medio del mar, atormentado de las ondas; porque el viento era contrario.
Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro del barco, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
Y cuando ellos entraron en el barco, el viento reposó.
Entonces los que estaban en el barco, vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Entonces, despedida la multitud, subió en un barco; y vino a los términos de Magdala.
Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en el barco con los jornaleros, fueron en pos de él.
Otra vez comenzó a enseñar junto al mar, y se juntó a él gran multitud; tanto, que entrándose él en un barco, se sentó en el mar; y toda la multitud estaba en tierra junto al mar.
Y enviando la multitud, le tomaron como estaba en el barco; y había también con él otros barquitos.
Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas en el barco, de tal manera que ya se llenaba.
Y salido él del barco, luego le salió al encuentro un hombre de los sepulcros, con un espíritu inmundo,
Y entrando él en el barco, le rogaba el que había sido fatigado del demonio, para estar con él.
Pasando otra vez Jesús en un barco a la otra orilla, se juntó a él gran multitud; y estaba junto al mar.
Y se fueron en un barco al lugar desierto aparte.
Y luego apuró a sus discípulos a subir en el barco, e ir delante de él a Betsaida en la otra ribera, entre tanto que él despedía la multitud.
Cuando llegó la noche, el barco estaba en medio del mar, y él solo en tierra.
Y subió a ellos en el barco, y el viento reposó; y ellos en gran manera estaban fuera de sí, y se maravillaban;
Y saliendo ellos del barco, luego le conocieron.
Luego entrando en el barco con sus discípulos, vino a la región de Dalmanuta.
Y dejándolos, volvió a entrar en el barco, y se fue a la otra ribera.
Y se habían olvidado de tomar pan, y no tenían sino un pan consigo en el barco.
Y entrado en uno de estos barcos, el cual era de Simón, le rogó que lo desviase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde el barco a la multitud.
E hicieron señas a los compañeros que estaban en el otro barco, que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambos barcos, de tal manera que se anegaban.
Y aconteció un día que él entró en un barco con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogaron que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y él, subiendo en el barco, se devolvió.
Y hallando un barco que pasaba a Fenicia, nos embarcamos, y partimos.
Y como avistamos a Chipre, dejándola a mano izquierda, navegamos a Siria, y vinimos a Tiro, porque el barco había de descargar allí su carga.
Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco, y ellos se volvieron a sus casas.