172 casos en 6 traducciones

'Batalla' en la Biblia

Y salió el rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Adma, y el rey de Zeboim, y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;

Dios, pues, hizo que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto, hacia el mar Rojo; y en orden de batalla subieron los hijos de Israel de la tierra de Egipto.

Después se volvieron y subieron por el camino de Basán; y Og, rey de Basán, salió con todo su pueblo para presentarles batalla en Edrei.

Entonces el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que habían ido a la batalla: Este es el estatuto de la ley que el SEÑOR ha ordenado a Moisés:

y divide en mitades el botín entre los guerreros que salieron a la batalla y toda la congregación.

Y toma un tributo para el SEÑOR de los hombres de guerra que salieron a la batalla, uno por cada quinientos, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas;

mientras tus siervos, todos los que están armados para la guerra, cruzarán delante del SEÑOR para la batalla, tal como mi señor dice.

Y Moisés les dijo: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, todos los que están armados para la batalla, cruzan con vosotros el Jordán en presencia del SEÑOR, y la tierra es sojuzgada delante de vosotros, entonces les daréis la tierra de Galaad en posesión;

``Levantaos; partid y pasad por el valle del Arnón. Mira, he entregado en tu mano a Sehón amorreo, rey de Hesbón, y a su tierra; comienza a tomar posesión y entra en batalla con él.

Entonces Sehón salió con todo su pueblo a encontrarnos en batalla en Jahaza.

Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, {y} pueblo más numeroso que tú, no tengas temor de ellos; porque el SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto está contigo.

Y sucederá que cuando os acerquéis a la batalla, el sacerdote se llegará y hablará al pueblo,

y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no se ablande vuestro corazón, no temáis, ni tengáis miedo, ni tampoco os desalentéis delante de ellos;

Y los alcaldes hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Que se vaya, y vuelva a su casa, para que no muera por ventura en la batalla, y algún otro la estrene.

¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuelva a su casa, para que por ventura no muera en la batalla, y algún otro la disfrute.

Vuestras mujeres, vuestros pequeños y vuestro ganado permanecerán en la tierra que Moisés os dio al otro lado del Jordán; pero vosotros, todos los valientes guerreros, pasaréis en orden de batalla delante de vuestros hermanos, y los ayudaréis,

Y los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés pasaron en orden de batalla delante de los hijos de Israel, tal como Moisés les había dicho;

como cuarenta mil, equipados para la guerra, pasaron delante del SEÑOR hacia los llanos de Jericó, {listos} para la batalla.

Y aconteció que al ver {esto} el rey de Hai, los hombres de la ciudad se apresuraron, se levantaron temprano y salieron para enfrentarse a Israel en batalla, él y todo su pueblo, en el lugar señalado frente a la llanura del desierto; pero no sabía que {había} una emboscada contra él por detrás de la ciudad.

Porque fue {la intención} del SEÑOR endurecer el corazón de ellos, para que se enfrentaran en batalla con Israel, a fin de que fueran destruidos por completo, sin que tuviera piedad de ellos y los exterminara, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.

Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a la batalla, y el SEÑOR entregó en su mano a Cusan-risataim, rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim.

Y Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla antes que el sol subiera;

Y los príncipes y el pueblo de Galaad dijeron el uno al otro: ¿Quién será el que comenzará la batalla contra los hijos de Amón? El será cabeza sobre todos los que habitan en Galaad.

Porque los hijos de Israel habían salido a hacer guerra contra Benjamín; y los varones de Israel ordenaron la batalla contra ellos junto a Gabaa.

Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día.

y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, se presentaba delante de ella en aquellos días,) y dijeron: ¿Volveré a salir en batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano, o desistiremos? Y el SEÑOR dijo: Subid, que mañana yo lo entregaré en tu mano.

Subiendo entonces los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el tercer día, ordenaron la batalla delante de Gabaa, como las otras veces.

Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y se pusieron en orden de batalla en Baal-tamar; y los emboscados de Israel salieron de sus puestos, de Maareh-geba.

Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla comenzó a agravarse; mas ellos no sabían que el mal se acercaba sobre ellos.

Luego, pues, que los de Israel volvieron la espalda en la batalla, y los de Benjamín habían comenzado a derribar heridos de Israel unos treinta hombres, de tal manera que ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla.

Por tanto, volvieron la espalda ante los hombres de Israel en dirección al desierto, pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades los destruían en medio de ellos.

Y sucederá que cuando sus padres o sus hermanos vengan a quejarse a nosotros, les diremos: Dádnoslas voluntariamente, porque no pudimos tomar en batalla una mujer para cada hombre {de Benjamín,} tampoco vosotros {se} las disteis, {pues} entonces seríais culpables.

Y Samuel habló a todo Israel. Por aquel tiempo salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos, y asentó campamento junto a Eben-ezer (la piedra de la ayuda), y los filisteos asentaron el suyo en Afec.

Y los filisteos presentaron la batalla a Israel; y cuando la batalla se dio, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla por el campo como cuatro mil hombres.

Y corriendo de la batalla un varón de Benjamín, vino aquel día a Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza;

Dijo, pues, aquel varón a Elí: Yo vengo de la batalla, he huido hoy de la batalla. Y él le dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mío?

Así aconteció que el día de la batalla no se halló espada ni lanza en la mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.

Y juntando Saúl todo el pueblo que con él estaba, vinieron hasta el lugar de la batalla; y he aquí que la espada de cada uno era vuelta contra su compañero, y la mortandad era grande.

Asimismo todos los israelitas que se habían escondido en el monte de Efraín, oyendo que los filisteos huían, ellos también los persiguieron en aquella batalla.

Así libró el SEÑOR a Israel en aquel día. La batalla se extendió más allá de Bet-avén.

Y también Saúl y los varones de Israel se juntaron, y asentaron el campamento en el valle del Alcornoque (de Ela), y ordenaron la batalla contra los filisteos.

Y se paró, y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué salís a dar batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un varón que venga contra mí.

Se levantó, pues, David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga, como Jessé le había mandado; y llegó al atrincheramiento del ejército, el cual había salido en ordenanza, y ya tocaban alarma en batalla.

E Israel y los filisteos se pusieron en orden de batalla, ejército contra ejército.

Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos varones, Eliab se encendió en ira contra David, y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿Y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.

y para que sepa toda esta asamblea que el SEÑOR no libra ni con espada ni con lanza; porque la batalla es del SEÑOR y El os entregará en nuestras manos.

Sucedió que cuando el filisteo se levantó y se fue acercando para enfrentarse a David, éste corrió rápidamente hacia el frente de batalla para enfrentarse al filisteo.

Y convocó Saúl todo el pueblo a la batalla, para descender a Keila, y poner cerco a David y a los suyos.

Dijo además David: Vive el SEÑOR, que si el SEÑOR no lo hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla perezca,

Entonces los príncipes de los filisteos se enojaron contra él, y le dijeron: Envía a este hombre, que se vuelva al lugar que le señalaste, y no venga con nosotros a la batalla, no sea que en la batalla nos sea adversario; porque ¿con qué cosa volvería mejor a la gracia de su señor que con las cabezas de estos hombres?

Y Aquis respondió a David, y dijo: Yo sé que tú eres bueno ante mis ojos, como un ángel de Dios; mas los príncipes de los filisteos han dicho: No venga éste con nosotros a la batalla.

¿Y quién os escuchará en este caso? Porque igual parte ha de ser la de los que vienen a la batalla, y la de los que quedan con el bagaje; que partan juntamente.

Y se agravó la batalla sobre Saúl, y le alcanzaron los flecheros; y tuvo gran temor de los flecheros.

Y David le dijo: ¿Qué ha acontecido? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo cayeron y están muertos; también Saúl y Jonatán su hijo murieron.

Y hubo aquel día una batalla muy recia, donde Abner y los varones de Israel fueron vencidos por los siervos de David.

Joab, pues, y Abisai su hermano mataron a Abner, porque él había dado muerte a Asael, hermano de ellos en la batalla de Gabaón.

Y los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los arameos de Soba y de Rehob y los {hombres} de Is-tob y de Maaca {estaban} aparte en el campo.

Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre todos los mejores hombres de Israel, y {los} puso en orden de batalla contra los arameos.

Al resto del pueblo lo colocó al mando de su hermano Abisai y {lo} puso en orden de batalla contra los hijos de Amón.

Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó a Helam. Los arameos se pusieron en orden de batalla para enfrentarse a David, y pelearon contra él.

Aconteció que en la primavera, en el tiempo cuando los reyes salen {a la batalla,} David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los hijos de Amón y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén.

Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías delante de la fuerza de la batalla, y desamparadle, para que sea herido y muera.

Y David dijo al mensajero: Dirás así a Joab: No tengas pesar de esto, que de igual y semejante manera suele consumir la espada; esfuerza la batalla contra la ciudad, hasta que la derribes. Y tú aliéntale.

Mas yo aconsejo que todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, que será en multitud como la arena que está a la orilla del mar, y que tú en persona vayas a la batalla.

Salió, pues, el pueblo al campo contra Israel, y se dio la batalla en el bosque de Efraín.

Y extendiéndose allí la batalla por la faz de toda la tierra, fueron más los que consumió el bosque de los del pueblo, que los que consumió la espada aquel día.

Entró el pueblo aquel día en la ciudad escondidamente, como suele entrar a escondidas el pueblo avergonzado que ha huido de la batalla.

Y Absalón, a quien habíamos ungido sobre nosotros, ha muerto en la batalla. ¿Por qué pues os estáis ahora quedos en orden a hacer volver al rey?

Mas Abisai hijo de Sarvia le socorrió, e hirió al filisteo, y lo mató. Entonces los varones de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a batalla, para que no apagues la lámpara de Israel.

Después de éste fue Eleazar, hijo de Dodo de Ahohi, uno de los tres valientes que estaban con David, cuando desafiaron a los filisteos que se habían juntado allí a la batalla, y subieron los de Israel.

Si tu pueblo saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren al SEÑOR hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la Casa que yo edifiqué para tu nombre,

Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Y él dijo: Así dijo el SEÑOR: Por mano de los criados de los príncipes de las provincias. Y él tornó a decir: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú.

Siete días estuvieron acampados los unos delante de los otros, y al séptimo día se dio la batalla; y mataron los hijos de Israel de los sirios en un día cien mil hombres de a pie.

Cuando el rey pasaba, clamó al rey y dijo: Tu siervo fue al centro de la batalla; y he aquí, un hombre se apartó {de las filas} y me trajo a uno, y {me} dijo: ``Guarda a este hombre; si por alguna razón llega a faltar, entonces tu vida responderá por su vida o pagarás un talento de plata."

Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y así entraré en la batalla; y tú vístete tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla.

Y un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo a su cochero: Da la vuelta y sácame de la batalla, pues estoy gravemente herido.

La batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corría al fondo del carro.

Y cuando el rey de Moab vio que la batalla lo vencía, tomó consigo setecientos varones que sacaban espada, para romper contra el rey de Idumea; mas no pudieron.

El mató a diez mil {de} Edom en el valle de Sal y tomó a Sela en batalla, y la llamó Jocteel, hasta hoy.

Los hijos de Rubén, y de Gad, y la media tribu de Manasés, hombres valientes, hombres que traían escudo y espada, que entesaban arco, y diestros en la guerra, cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta que salían a batalla.

Y Dios les ayudó contra ellos, y los agarenos y todos los que {estaban} con ellos fueron entregados en sus manos; porque clamaron a Dios en la batalla, y El fue propicio a ellos porque confiaron en El.

Y se agravó la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y fue herido de los flecheros.

Este estuvo con David en Pasdamim, estando allí juntos en batalla los filisteos; y había allí una heredad de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los filisteos,

También se pasaron a David algunos de Manasés, cuando vino con los filisteos a la batalla contra Saúl, aunque no les ayudaron; porque los cardinales de los filisteos, habido consejo, le despidieron, diciendo: Con nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl.

Y de Zabulón cincuenta mil, que salían a batalla en orden a la guerra, con toda clase de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón.

De los de Dan que podían ponerse en orden de batalla, {había} veintiocho mil seiscientos.

De Aser {había} cuarenta mil que salieron con el ejército para ponerse en orden de batalla.

Y del otro lado del Jordán de los rubenitas y gaditas y de la media tribu de Manasés, {había} ciento veinte mil con toda {clase} de armas de guerra para la batalla.

Todos éstos, hombres de guerra, que podían ponerse en orden de batalla, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para hacer rey a David sobre todo Israel; también todos los demás de Israel eran de un mismo parecer para hacer rey a David.

y cuando oyeres venir un estruendo por las copas de los morales, sal luego a la batalla; porque Dios saldrá delante de ti, y herirá el campamento de los filisteos.

Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. También los hijos de Amón se reunieron desde sus ciudades y vinieron a la batalla.

Y los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, y los reyes que habían venido {estaban} aparte en el campo.

Y viendo Joab que la faz de la batalla estaba contra él delante y a las espaldas, escogió de todos los más escogidos que había en Israel, y ordenó su escuadrón contra los sirios.

Puso luego el resto de la gente en mano de Abisai su hermano, ordenándolos en batalla contra los Ammonitas.

Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó {frente} a ellos y se puso en orden de batalla contra ellos. Y cuando David se puso en orden de batalla para enfrentarse a los arameos, {éstos} pelearon contra él.

Consagraron parte del botín ganado en batalla para reparar la casa del SEÑOR.

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