114 casos

'Carros' en la Biblia

Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres; y tomad a vuestro padre, y venid.

Y lo hicieron así los hijos de Israel: y les dio José carros conforme a la orden de Faraón, y les suministró víveres para el camino.

Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo él los carros que José enviaba para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre revivió.

Y se levantó Jacob de Beerseba; y tomaron los hijos de Israel a su padre Jacob, y a sus niños, y a sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.

Y subieron también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy grande.

y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos.

Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampando junto al mar, al lado de Pihahirot, delante de Baal-zefón.

Y yo, he aquí yo endureceré el corazón de los egipcios, para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón, y en todo su ejército, y en sus carros, y en su caballería;

Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros, y en su gente de a caballo.

Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta el medio del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros, y su gente de a caballo.

Y les quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios.

Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.

Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.

Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus príncipes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.

Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por medio del mar.

y trajeron sus ofrendas delante de Jehová, seis carros cubiertos, y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey; lo cual ofrecieron delante del tabernáculo.

Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y los dio a los levitas.

Dos carros y cuatro bueyes, dio a los hijos de Gersón, conforme a su ministerio;

Y a los hijos de Merari dio los cuatro carros y ocho bueyes, conforme a su ministerio, bajo la mano de Itamar, hijo de Aarón el sacerdote.

y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros; cómo hizo que las aguas del Mar Rojo cayeran sobre ellos cuando venían tras vosotros, y Jehová los destruyó hasta hoy;

Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios es contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.

Éstos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros.

Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos éstos, muertos delante de Israel; Desjarretarás sus caballos y sus carros quemarás a fuego.

Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado; desjarretó sus caballos, y sus carros quemó a fuego.

Y los hijos de José dijeron: No nos bastará a nosotros este monte; y todos los cananeos que habitan la tierra de la llanura, tienen carros herrados; los que están en Bet-seán y en sus aldeas, y los que están en el valle de Jezreel.

sino que aquel monte será tuyo; porque aunque es bosque, tú lo desmontarás y serán tuyos sus términos; porque tú echarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.

Y saqué a vuestros padres de Egipto: y como llegaron al mar, los egipcios siguieron a vuestros padres hasta el Mar Rojo con carros y caballería.

Y Jehová estaba con Judá, y echó a los de las montañas; mas no pudo echar a los que habitaban en los llanos, porque ellos tenían carros herrados.

Y los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados; y había afligido en gran manera a los hijos de Israel por veinte años.

y yo atraeré a ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?

Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset de los gentiles hasta el arroyo de Cisón.

Y Jehová desbarató a Sísara, y a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie.

Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroset de los gentiles, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno.

La madre de Sísara se asoma a la ventana, y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué se demoran las ruedas de sus carros?

Dijo, pues: Éste será el proceder del rey que hubiere de reinar sobre vosotros: Tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros, y en su gente de a caballo, para que corran delante de sus carros;

y elegirá capitanes de mil, y capitanes de cincuenta; y los pondrá a que aren sus campos y recojan sus cosechas, y a que forjen sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.

Entonces los filisteos se juntaron para pelear con Israel; treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo tan numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Betaven.

Y el joven que le daba las nuevas respondió: Casualmente vine al monte de Gilboa, y hallé a Saúl que estaba recostado sobre su lanza, y venían tras él carros y gente de a caballo.

Y les tomó David mil carros y setecientos hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.

Mas los sirios huyeron delante de Israel; e hirió David de los sirios la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de a caballo; hirió también a Sobac general del ejército, y murió allí.

Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta que corriesen delante de él.

Entonces Adonías hijo de Haguit se enalteció, diciendo: Yo seré rey. Y se hizo de carros y de gente de a caballo, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.

Asimismo todas las ciudades donde Salomón tenía municiones, y las ciudades de los carros, y las ciudades de la gente de a caballo, y todo lo que Salomón deseó edificar en Jerusalén, en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío.

Mas a ninguno de los hijos de Israel impuso Salomón servicio, sino que eran hombres de guerra, o sus criados, o sus príncipes, o sus capitanes, o comandantes de sus carros, o su gente de a caballo.

Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén.

Y conspiró contra él su siervo Zimri, comandante de la mitad de los carros. Y estando él en Tirsa, bebiendo y embriagado en casa de Arsa su mayordomo en Tirsa,

Entonces Benadad rey de Siria juntó a todo su ejército, y con él a treinta y dos reyes, con caballos y carros; y subió y sitió a Samaria, y la combatió.

Y salió el rey de Israel, e hirió la gente de a caballo, y los carros; y deshizo a los sirios con grande estrago.

Y tú, fórmate otro ejército como el ejército que perdiste, caballos por caballos, y carros por carros; luego pelearemos con ellos en el valle, y veremos si no los vencemos. Y él les dio oído, y lo hizo así.

Mas el rey de Siria había mandado a sus treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleéis ni con grande ni con chico, sino sólo contra el rey de Israel.

Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente éste es el rey de Israel, y se desviaron para pelear contra él; pero el rey Josafat dio voces.

Viendo entonces los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él.

Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un grande ejército, los cuales vinieron de noche, y cercaron la ciudad.

Y levantándose de mañana el que servía al varón de Dios, para salir, he aquí el ejército que tenía cercada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?

Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró: y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

Porque el Señor había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos y estrépito de grande ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí el rey de Israel ha pagado contra nosotros a los reyes de los heteos, y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros.

Joram por tanto pasó a Seir, y todos sus carros con él: y levantándose de noche hirió a los edomitas, los cuales le habían cercado, y a los capitanes de los carros: y el pueblo huyó a sus tiendas.

Presto que lleguen estas cartas a vosotros, siendo que tenéis los hijos de vuestro señor, y que tenéis carros y gente de a caballo, la ciudad fortificada, y las armas,

Porque no le había quedado gente a Joacaz, sino cincuenta hombres de a caballo, y diez carros, y diez mil hombres de a pie; pues el rey de Siria los había destruido, y los había puesto como polvo para hollar.

¿Cómo, pues, podrás resistir a un capitán, al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y su gente de a caballo?

Por mano de tus mensajeros has proferido injuria contra el Señor, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las cumbres de los montes, a las cuestas del Líbano; y cortaré sus altos cedros, sus abetos más escogidos; y me alojaré en la morada más lejana, en el monte Carmelo.

Quitó también los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol a la entrada del templo de Jehová, junto a la cámara de Natán-melec eunuco, el cual tenía cargo de los ejidos; y quemó al fuego los carros del sol.

Y les tomó David mil carros y siete mil hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie: y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.

Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los hijos de Amón enviaron mil talentos de plata, para tomar a sueldo carros y gente de a caballo de Mesopotamia, de Siria, de Maaca y de Soba.

Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. Y se juntaron también los hijos de Amón de sus ciudades, y vinieron a la guerra.

Pero los sirios huyeron delante de Israel; y mató David de los sirios siete mil hombres de los carros, y cuarenta mil hombres de a pie; asimismo mató a Sofac, general del ejército.

Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén.

y a Baalat, y a todas las ciudades de abastecimiento que Salomón tenía; también todas las ciudades de los carros, y las ciudades de la gente de a caballo; y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, y en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío.

Y de los hijos de Israel no puso Salomón siervos en su obra; porque eran hombres de guerra, y sus príncipes y sus capitanes, y comandantes de sus carros, y su gente de a caballo.

Tuvo también Salomón cuatro mil caballerizas para los caballos y carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén.

con mil doscientos carros, y con sesenta mil hombres de a caballo; mas el pueblo que venía con él de Egipto, no tenía número; es decir, los libios, los suquienos y los etíopes.

Y salió contra ellos Zera etíope con un ejército de mil millares, y trescientos carros; y vino hasta Maresa.

Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? con todo, porque te apoyaste en Jehová, Él los entregó en tus manos.

Había el rey de Siria mandado a los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis conra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.

Y como los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Éste es el rey de Israel. Y lo cercaron para pelear; mas Josafat clamó, y lo ayudó Jehová, y los apartó Dios de él:

Pues viendo los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, desistieron de acosarle.

Entonces pasó Joram con sus príncipes, y consigo todos sus carros; y se levantó de noche, e hirió a los edomitas que le habían cercado, y a todos los comandantes de sus carros.

Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor está entre ellos, como en el Sinaí, así en el santuario.

A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amada mía.

Antes que lo supiera; mi alma me puso como los carros de Aminadab.

Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; sus carros son innumerables.

Sus saetas afiladas, y todos sus arcos entesados; los cascos de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino.

Y vio carros de par de jinetes, carros de asno, y carros de camello. Luego miró más atentamente,

Y acontecerá que tus hermosos valles serán llenos de carros, y los de a caballo acamparán a la puerta.

Te echará a rodar con ímpetu, como a bola por tierra extensa; allá morirás, y allá estarán los carros de tu gloria, oh vergüenza de la casa de tu señor.

¿Cómo, pues, harás volver el rostro de un capitán de los más pequeños siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y hombres de a caballo?

Por mano de tus siervos infamaste al Señor, y dijiste: Yo con la multitud de mis carros subiré a las alturas de los montes, a las laderas del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses escogidos; llegaré hasta la cumbre, al monte de su Carmelo.

Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, y en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen el presente en vasos limpios a la casa de Jehová.

que entrarán por las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus príncipes, los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén: y esta ciudad será habitada para siempre.

Porque si en verdad observareis esta palabra, los reyes que en lugar de David se sientan sobre su trono, entrarán montados en carros y en caballos por las puertas de esta casa, ellos, y sus siervos, y su pueblo.

Subid, caballos, y alborotaos, carros; y salgan los valientes; los etíopes y los de Libia que toman escudo, y los de Lud que toman y entesan arco.

Por el sonido de las uñas de sus fuertes, por el alboroto de sus carros, por el estruendo de sus ruedas, los padres no mirarán a los hijos por la flaqueza de las manos;

Espada sobre sus caballos, y sobre sus carros, y sobre todo el vulgo que está en medio de ella, y serán como mujeres; espada sobre sus tesoros, y serán saqueados.

Contigo destruiré caballo y jinete, y contigo destruiré carros y a los que en ellos suben;

Y vendrán contra ti carros, carretas, y ruedas, y multitud de pueblos. Escudos, y paveses, y yelmos pondrán contra ti en derredor; y yo daré el juicio delante de ellos, y por sus leyes te juzgarán.

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