'Consideren' en la Biblia
Y los cinco hombres que fueron a reconocer la región de Lais, les dijeron a sus parientes: `` ¿No saben que en estas casas hay un efod, ídolos domésticos, una imagen tallada y una imagen de fundición? Ahora pues, consideren lo que deben hacer."
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos, y dijo: `` ¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida, para que éste me mande {a decir} que cure a un hombre de su lepra? Consideren ahora {esto} y vean cómo busca pleito conmigo."
Consideren atentamente sus murallas, Recorran sus palacios, Para que {lo} cuenten a la generación venidera.
Para que vean y entiendan, Consideren y comprendan a una Que la mano del SEÑOR ha hecho esto, Que el Santo de Israel lo ha creado.
``No recuerden las cosas anteriores Ni consideren las cosas del pasado.
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Consideren, llamen a las plañideras, que vengan; Envíen por las {más} hábiles, que vengan,
Ahora pues, así dice el SEÑOR de los ejércitos: `` ¡Consideren bien sus caminos!
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `` ¡Consideren bien sus caminos!
~`Ahora pues, consideren bien {esto} de hoy en adelante: antes que se pusiera piedra sobre piedra en el templo del SEÑOR,
~`Pero consideren bien {esto} desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del {mes} noveno; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del SEÑOR, consideren bien:
"Consideren los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero, y {sin embargo,} Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves!
"Consideren los lirios, cómo crecen; no trabajan ni hilan. Pero les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos.
Nunca paguen a nadie mal por mal. Respeten (Consideren) lo bueno delante de todos los hombres.
Pues consideren, hermanos, su llamamiento. No hubo muchos sabios conforme a la carne (normas humanas), ni muchos poderosos, ni muchos nobles.
Consideren al pueblo de Israel: los que comen los sacrificios, ¿no participan del altar?
Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Todos los que están bajo yugo como esclavos, consideren a sus propios amos como dignos de todo honor, para que el nombre de Dios y {nuestra} doctrina no sean blasfemados.
Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.
Consideren, pues, la grandeza de este {Melquisedec} a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín.
Consideren, pues, a Aquél que soportó tal hostilidad de los pecadores contra El mismo, para que no se cansen ni se desanimen en su corazón.
Consideren la paciencia de nuestro Señor {como} salvación, tal como les escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada.