'Cuando' en la Biblia
Que se alegran sobremanera, y se gozan cuando hallan el sepulcro.
Mas ahora que a ti te ha venido, te es molesto; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.
En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres,
Del azote de la lengua serás encubierto; ni temerás de la destrucción cuando viniere.
Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mido la noche, y estoy harto de devaneos hasta el alba.
Cuando digo: Mi cama me consolará, mi cama atenuará mis quejas;
¿Hasta cuándo no me dejarás, ni me soltarás hasta que trague mi saliva?
¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán como un viento fuerte?
Mas cuando el hombre muera, y sea cortado; y perezca el hombre, ¿adónde estará él?
¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.
¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, y me moleréis con palabras?
Cuando fuere lleno su bastimento, tendrá angustia; las manos todas de los malvados vendrán sobre él.
Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, y la hará llover sobre él y sobre su comida.
Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro, y toma temblor mi carne.
Cuando los otros fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento habrá; y él salvará al humilde de ojos.
Porque ¿cuál es la esperanza del hipócrita, por mucho que hubiere robado, cuando Dios arrebatare su alma?
¿Por ventura oirá Dios su clamor cuando la tribulación viniere sobre él?
cuando él hizo ley a la lluvia, y camino al relámpago de los truenos.
¡Quién me volviera como en los meses pasados, como en los días cuando Dios me guardaba,
cuando hacía resplandecer su candela sobre mi cabeza, a la luz de la cual yo caminaba en la oscuridad;
como fue en los días de mi juventud, cuando Dios era familiar en mi tienda;
cuando aún el Omnipotente estaba conmigo, y mis hijos alrededor de mí;
cuando lavaba yo mis caminos con manteca, y la piedra me derramaba ríos de aceite!
Cuando salía a la puerta a juicio, y en la plaza hacía aparejar mi silla,
cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían, me daban testimonio.
Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro; ¿clamarán por ventura los sepultados cuando él los quebrantare?
Cuando esperaba el bien, entonces me vino el mal; y cuando esperaba la luz, vino la oscuridad.
Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos pleitearan conmigo,
¿qué haría yo cuando Dios se levantare? Y cuando él visitara, ¿qué le respondería yo?
si he mirado al sol cuando resplandecía, y a la luna cuando iba hermosa,
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal;
cuando mis domésticos decían: ¡Quién nos diera de su carne! Nunca nos hartaríamos.
Por sueño de visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho;
Por tanto él hará notorias las obras de ellos, cuando los trastornará en la noche, y serán quebrantados.
Pero los hipócritas de corazón lo irritarán más, y no clamarán cuando él los atare.
Porque él detiene las goteras de las aguas, cuando la lluvia se derrama de su vapor;
cuando gotean de las nubes, gotean sobre los hombres en abundancia.
¿Supiste tú por ventura, cuando Dios las ponía en concierto, y hacía levantar la luz de su nube?
¿Y eran calientes tus vestidos cuando él daba el reposo a la tierra del mediodía?
¿Por ventura cuando yo hablare le será contado? ¿Cuando alguno se anegare le será dicho?
¿Dónde estabas cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes entendimiento.
cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?
¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba por fuera como saliendo de madre;
cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad?
¿Si sabías tú cuando habías de nacer, y si el número de tus días había de ser grande?
cuando el polvo se ha endurecido con dureza, y los terrones se pegan unos a otros?
cuando están echados en las cuevas, o se están en sus guaridas para acechar?
¿Quién preparó al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, y andan errantes sin comida?
¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿O miraste tú las ciervas cuando están pariendo?
¿Contaste tú los meses de su preñez, y sabes el tiempo cuando han de parir?