972 casos

'David' en la Biblia

Y las mujeres vecinas le dieron un nombre, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí. Y lo llamaron Obed. El es el padre de Isaí, padre de David.

Obed engendró a Isaí e Isaí engendró a David.

Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del SEÑOR vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.

Entonces Saúl envió mensajeros a Isaí y dijo: Envíame a tu hijo David, el que está con el rebaño.

Tomó Isaí un asno {cargado de} pan, un odre de vino y un cabrito, y {los} envió a Saúl con su hijo David.

David fue a Saúl y le servía; y {Saúl} lo amó grandemente y lo hizo su escudero.

Y Saúl envió a decir a Isaí: Te ruego que David se quede delante de mí, pues ha hallado gracia ante mis ojos.

Sucedía que cuando el espíritu {malo} de parte de Dios venía a Saúl, David tomaba el arpa, {la} tocaba con su mano, y Saúl se calmaba y se ponía bien, y el espíritu malo se apartaba de él.

David {era} hijo del efrateo de Belén de Judá, llamado Isaí, y {éste} tenía ocho hijos. Isaí en los días de Saúl era {ya} viejo, avanzado {en años} entre los hombres.

David era el menor. Los tres mayores siguieron, pues, a Saúl,

pero David iba y venía de donde estaba Saúl a Belén para apacentar el rebaño de su padre.

Y dijo Isaí a su hijo David: Lleva ahora a tus hermanos un efa de grano tostado y estos diez panes, y corre al campamento a {donde están} tus hermanos.

Y se levantó David muy de mañana, dejó el rebaño con un guarda, y tomando {las provisiones,} se fue como Isaí le había mandado. Llegó al perímetro del campamento cuando el ejército salía en orden de batalla, lanzando el grito de guerra.

Entonces David dejó su carga al cuidado del que guardaba el bagaje y corrió a la línea de combate y entró a saludar a sus hermanos.

Mientras hablaba con ellos, he aquí, el campeón, el filisteo de Gat llamado Goliat, subió de entre las filas de los filisteos y habló las mismas palabras, y David {las} oyó.

Entonces David habló a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán por el hombre que mate a este filisteo y quite el oprobio de Israel? ¿Quién es este filisteo incircunciso para desafiar a los escuadrones del Dios viviente?

Y Eliab, su hermano mayor, oyó cuando él hablaba con los hombres; y se encendió la ira de Eliab contra David, y dijo: ¿Para qué has descendido {acá?} ¿Con quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la maldad de tu corazón, que has descendido para ver la batalla.

Pero David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No fue sólo una pregunta?

Cuando se supieron las palabras que David había hablado, se {lo} dijeron a Saúl, y él lo hizo venir.

Y dijo David a Saúl: No se desaliente el corazón de nadie a causa de él; tu siervo irá y peleará con este filisteo.

Entonces Saúl dijo a David: Tú no puedes ir contra este filisteo a pelear con él, porque tú eres un muchacho y él ha sido un guerrero desde su juventud.

Pero David respondió a Saúl: Tu siervo apacentaba las ovejas de su padre, y cuando un león o un oso venía y se llevaba un cordero del rebaño,

Y David añadió: El SEÑOR, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará de la mano de este filisteo. Y Saúl dijo a David: Ve, y que el SEÑOR sea contigo.

Saúl vistió a David con sus ropas militares, le puso un yelmo de bronce en la cabeza y lo cubrió con una armadura.

David se ciñó la espada sobre sus ropas militares y trató de caminar, pues no se {las} había probado {antes.} Entonces David dijo a Saúl: No puedo caminar con esto, pues no tengo experiencia con {ellas.} David se las quitó,

El filisteo vino, y se fue acercando a David, con su escudero delante de él.

Y el filisteo dijo a David: ¿Acaso soy un perro, que vienes contra mí con palos? Y el filisteo maldijo a David por sus dioses.

También dijo el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo.

Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado.

Sucedió que cuando el filisteo se levantó y se fue acercando para enfrentarse a David, éste corrió rápidamente hacia el frente de batalla para enfrentarse al filisteo.

David metió la mano en su saco, sacó de él una piedra, {la} lanzó {con la honda,} e hirió al filisteo en la frente. La piedra se hundió en su frente y {Goliat} cayó a tierra sobre su rostro.

Así venció David al filisteo con una honda y una piedra, e hirió al filisteo y lo mató; mas no había espada en la mano de David.

Entonces David corrió y se puso sobre el filisteo, tomó su espada, la sacó de la vaina y lo mató, cortándole la cabeza con ella. Cuando los filisteos vieron que su campeón estaba muerto, huyeron.

Entonces David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén, pero puso sus armas en su tienda.

Cuando Saúl vio a David salir contra el filisteo, dijo a Abner, el comandante del ejército: Abner, ¿de quién es hijo este joven? Y Abner dijo: Por tu vida, oh rey, no sé.

Cuando regresó David de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó ante Saúl, con la cabeza del filisteo en su mano.

Y Saúl le dijo: Joven, ¿de quién eres hijo? Y David respondió: {Yo soy} hijo de tu siervo Isaí el de Belén.

Y aconteció que cuando él acabó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada al alma de David, y Jonatán lo amó como a sí mismo.

Jonatán se quitó el manto que llevaba puesto y se lo dio a David con sus ropas militares, incluyendo su espada, su arco y su cinturón.

Y salía David adondequiera que Saúl le enviaba, {y} prosperaba; y Saúl lo puso sobre hombres de guerra. Y esto fue agradable a los ojos de todo el pueblo y también a los ojos de los siervos de Saúl.

Y aconteció que cuando regresaban, al volver David de matar al filisteo, las mujeres de todas las ciudades de Israel salían cantando y danzando al encuentro del rey Saúl, con panderos, con {cánticos de} júbilo y con instrumentos musicales.

Las mujeres cantaban mientras tocaban, y decían: Saúl ha matado a sus miles, y David a sus diez miles.

Entonces Saúl se enfureció, pues este dicho le desagradó, y dijo: Han atribuido a David diez miles, pero a mí me han atribuido miles. ¿Y qué más le falta sino el reino?

Y aconteció al día siguiente que un espíritu malo {de parte} de Dios se apoderó de Saúl, y éste deliraba en medio de la casa, mientras David tocaba {el arpa} con su mano como de costumbre. Saúl {tenía} la lanza en la mano,

y arrojó Saúl la lanza, pues {se} dijo: Clavaré a David en la pared. Pero David lo evadió dos veces.

Pero todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos.

Entonces Saúl dijo a David: He aquí, Merab, mi hija mayor; te la daré por mujer, con tal que me seas hombre valiente y pelees las batallas del SEÑOR. Porque Saúl {se} decía: No será mi mano contra él, sino sea contra él la mano de los filisteos.

Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, {o quién es} la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?

Y aconteció que llegado el tiempo en que Merab, hija de Saúl, debía ser dada a David, ésta fue dada por mujer a Adriel el meholatita.

Y Saúl {se} dijo: Se la daré para que le sirva de lazo y para que la mano de los filisteos sea contra él. Saúl, pues, dijo a David por segunda vez: Serás mi yerno hoy.

Entonces Saúl ordenó a sus siervos: Hablad en secreto a David, diciendo: ``He aquí, el rey se deleita en ti y todos sus siervos te aman; ahora pues, sé yerno del rey."

Y los siervos de Saúl hablaron estas palabras a oídos de David. Pero David dijo: ¿Os parece poca cosa llegar a ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de poca estima?

Y los siervos de Saúl le informaron conforme a estas palabras {que} David había hablado.

Entonces Saúl dijo: Así diréis a David: ``El rey no desea dote alguna, sino cien prepucios de los filisteos, para tomar venganza de los enemigos del rey." Pero Saúl pensaba hacer caer a David por mano de los filisteos.

Cuando sus siervos contaron a David estas palabras, agradó a David llegar a ser yerno del rey. Y antes que el plazo se cumpliera,

se levantó David y se fue con sus hombres, y mató a doscientos hombres de entre los filisteos. Entonces David trajo sus prepucios y se los dio todos al rey a fin de ser yerno del rey. Y Saúl le dio a su hija Mical por mujer.

Cuando Saúl vio y comprendió que el SEÑOR {estaba} con David, y {que} Mical, hija de Saúl, lo amaba,

temió Saúl aún más a David. Y Saúl fue siempre enemigo de David.

Y salían los jefes de los filisteos {a campaña}, y sucedía que cada vez que salían, David se comportaba con más sabiduría que todos los siervos de Saúl, por lo cual su nombre era muy estimado.

Saúl dijo a su hijo Jonatán y a todos sus siervos que dieran muerte a David; pero Jonatán, hijo de Saúl, apreciaba grandemente a David.

Y avisó Jonatán a David, diciendo: Saúl mi padre procura matarte. Ahora pues, te ruego que estés alerta por la mañana, y permanezcas en un lugar secreto y te escondas.

Entonces Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: No peque el rey contra David su siervo, puesto que él no ha pecado contra ti, y puesto que sus hechos {han sido} de mucho beneficio para ti.

Porque puso su vida en peligro e hirió al filisteo, y el SEÑOR trajo una gran liberación a todo Israel; tú {lo} viste y te regocijaste. ¿Por qué, pues, pecarás contra sangre inocente, dando muerte a David sin causa?

Entonces Jonatán llamó a David y le comunicó todas estas palabras. Y Jonatán llevó a David ante Saúl, y estuvo en su presencia como antes.

Cuando hubo guerra de nuevo, David salió y peleó contra los filisteos, y los derrotó con gran matanza, y huyeron delante de él.

Y vino un espíritu malo {de parte} del SEÑOR sobre Saúl; y estaba él sentado en su casa con su lanza en la mano mientras David tocaba {el arpa}.

Y trató Saúl de clavar a David en la pared con la lanza, pero {éste} se escurrió de la presencia de Saúl, y la lanza se clavó en la pared; David huyó y escapó aquella noche.

Saúl envió mensajeros a la casa de David para vigilarle a fin de matarlo por la mañana; pero Mical, mujer de David, le avisó, diciendo: Si no pones a salvo tu vida esta noche, mañana te darán muerte.

Cuando Saúl envió mensajeros para llevarse a David, ella dijo: Está enfermo.

Entonces Saúl envió mensajeros a ver a David, diciendo: Traédmelo en la cama, para que yo lo mate.

Huyó, pues, David y escapó, y fue a {donde estaba} Samuel en Ramá, y le contó todo lo que Saúl le había hecho. Y él y Samuel fueron y se quedaron en Naiot.

Y se le informó a Saúl diciendo: He aquí, David está en Naiot, en Ramá.

Saúl envió mensajeros para llevarse a David, pero cuando vieron al grupo de los profetas profetizando, y a Samuel de pie presidiéndolos, el Espíritu de Dios vino sobre los mensajeros de Saúl, y ellos también profetizaron.

Entonces él mismo fue a Ramá, y llegó hasta el pozo grande que está en Secú; y preguntó, diciendo: ¿Dónde están Samuel y David? Y {alguien} dijo: He aquí, están en Naiot en Ramá.

Entonces David huyó de Naiot en Ramá, vino ante Jonatán, y dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad y cuál es mi pecado contra tu padre para que busque mi vida?

Pero David volvió a jurar, diciendo: Tu padre sabe bien que he hallado gracia ante tus ojos, y ha dicho: ``Que no lo sepa Jonatán para que no se entristezca." Pero ciertamente, vive el SEÑOR y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte.

Entonces Jonatán dijo a David: Lo que tú digas, haré por ti.

Y David respondió a Jonatán: He aquí, mañana es luna nueva y debo sentarme a comer con el rey, pero déjame ir para que me esconda en el campo hasta el atardecer del tercer día.

Si tu padre me echa de menos, entonces di: ``David me rogó mucho {que le dejara} ir a toda prisa a Belén su ciudad, porque allá {se celebra} el sacrificio anual por toda la familia."

David respondió a Jonatán: ¿Quién me avisará si tu padre te responde ásperamente?

Y Jonatán dijo a David: Ven, salgamos al campo. Y ambos salieron al campo.

Entonces Jonatán dijo a David: El SEÑOR, Dios de Israel, {sea testigo.} Cuando yo haya hablado con mi padre como a esta hora mañana, {o} al tercer {día,} he aquí, si hay buen {ánimo} para con David, ¿no habré de enviar a ti para hacértelo saber?

No quitarás tu misericordia de mi casa para siempre, ni aun cuando el SEÑOR haya quitado de la faz de la tierra a cada uno de los enemigos de David.

Jonatán, pues, hizo {un pacto} con la casa de David, {diciendo:} El SEÑOR {lo} demande de la mano de los enemigos de David.

Se escondió, pues, David en el campo. Cuando vino la luna nueva, el rey se sentó a comer.

El rey se sentó en su asiento como de costumbre, el asiento junto a la pared; entonces Jonatán se levantó, y Abner se sentó al lado de Saúl, pero el lugar de David estaba vacío.

Y sucedió al día siguiente, el segundo {día} de la luna nueva, que el lugar de David estaba aún vacío; entonces Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido el hijo de Isaí a la comida ni ayer ni hoy?

Y Jonatán respondió a Saúl: David me rogó encarecidamente que le dejara {ir} a Belén,

Entonces Saúl le arrojó la lanza para matarlo; así Jonatán supo que su padre había decidido matar a David.

Jonatán se levantó de la mesa ardiendo en ira y no comió pan el segundo día de la luna nueva, pues estaba entristecido por David, porque su padre le había afrentado.

A la mañana {siguiente} Jonatán salió al campo para reunirse con David, y un muchacho pequeño {iba} con él.

Pero el muchacho no estaba al tanto de nada; sólo Jonatán y David sabían del asunto.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso