64 casos

'Hirieron' en la Biblia

Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, e hirieron a los refaítas en Asterot-carnaim; a los zuzitas en Ham, y a los emitas en Save-quiriataim.

Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es Cades, e hirieron todas las labranzas de los amalecitas, y también al amorreo, que habitaba en Hazezon-tamar.

Y a los varones que estaban a la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con ceguera; mas ellos se fatigaban por hallar la puerta.

Y descendieron el amalecita y el cananeo, que habitaban en aquel monte, y les hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.

E hirieron a él, y a sus hijos, y a todo su pueblo, sin que le quedara uno, y poseyeron su tierra.

Y los de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los mataron en una bajada; por lo que se disolvió el corazón del pueblo, y vino a ser como agua.

Entonces Josué y todo Israel, viendo que los de la emboscada habían tomado la ciudad; y que el humo de la ciudad subía, se volvieron, e hirieron a los de Hai.

Y los otros salieron de la ciudad a su encuentro; y así fueron encerrados en medio de Israel, los unos por un lado, y los otros por la otra. Y así los hirieron hasta que no quedó ninguno de ellos que escapara.

Y no los hirieron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por el SEÑOR el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes.

y la tomaron el mismo día, y la hirieron a espada; y el mismo día mataron a todo lo que en ella había vivo, como habían hecho en Laquis.

y tomándola, la hirieron a espada, a su rey y a todas sus ciudades, con todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada; como habían hecho a Eglón, así la destruyeron con todo lo que en ella había vivo.

y la tomó, y a su rey, y a todas sus villas; y los hirieron a espada, y destruyeron todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada; como había hecho a Hebrón, así hizo a Debir y a su rey; y como había hecho a Libna y a su rey.

Y los entregó el SEÑOR en mano de Israel, los cuales los hirieron y siguieron hasta Sidón la grande, y hasta las aguas calientes, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.

E hirieron a espada todo cuanto en ella había vivo, destruyendo y no dejando cosa que respirara; y a Hazor pusieron a fuego.

Y los hijos de Israel tomaron para sí todos los despojos y bestias de aquellas ciudades; pero a todos los hombres hirieron a espada hasta destruirlos, sin dejar alguno que respirara.

Estos son los reyes de la tierra que los hijos de Israel hirieron, y cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán al nacimiento del sol, desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón, y toda la llanura oriental:

A éstos hirieron Moisés siervo del SEÑOR y los hijos de Israel; y Moisés siervo del SEÑOR dio aquella tierra en posesión a los rubenitas, gaditas, y a la media tribu de Manasés.

Y subió Judá, y el SEÑOR entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; y de ellos hirieron en Bezec a diez mil hombres.

Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra él; e hirieron al cananeo y al ferezeo.

Y partió Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, a Ahiman, y a Talmai.

Y fue Judá a su hermano Simeón, e hirieron al cananeo que habitaba en Sefat, y la asolaron; y pusieron por nombre a la ciudad, Horma.

Y él les mostró la entrada a la ciudad, y la hirieron a filo de espada; mas dejaron a aquel hombre con toda su familia.

Y en aquel tiempo hirieron de los moabitas como diez mil hombres, todos gruesos y todos hombres de guerra; no escapó varón.

Pues Abimelec y el escuadrón que estaba con él, acometieron con ímpetu, y se detuvieron a la entrada de la puerta de la ciudad; y las otras dos compañías acometieron a todos los que estaban en el campo, y los hirieron.

Y juntando Jefté a todos los varones de Galaad, peleó contra Efraín; y los de Galaad hirieron a Efraín, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de Efraín, vosotros sois galaaditas entre Efraín y Manasés.

Y los filisteos presentaron la batalla a Israel; y cuando la batalla se dio, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla por el campo como cuatro mil hombres.

¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de las manos de estos dioses fuertes? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto.

Y el día siguiente Saúl puso al pueblo en orden en tres escuadrones, y entraron en medio del real a la vela de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta que el día calentaba; y los que quedaron fueron dispersos, tal que no quedaron dos de ellos juntos.

E hirieron aquel día a los filisteos desde Micmas hasta Ajalón; mas el pueblo se cansó mucho.

Mas los siervos de David hirieron de los de Benjamín y de los de Abner, trescientos sesenta hombres, los cuales murieron. Tomaron luego a Asael, y lo sepultaron en el sepulcro de su padre en Belén.

Entonces entraron ellos en medio de la casa en hábito de mercaderes de grano, y le hirieron en la quinta costilla, y se escaparon Recab y Baana su hermano.

Los cuales como entraron en la casa, estando él en su cama en su cámara de dormir, le hirieron y mataron, y le cortaron la cabeza. Y tomando la cabeza caminaron toda la noche por el camino de la campiña.

Cercándolo luego diez jóvenes escuderos de Joab, hirieron a Absalón, y le mataron.

Mas cuando llegaron al campamento de Israel, se levantaron los israelitas e hirieron a los de Moab, los cuales huyeron delante de ellos; y los hirieron de nuevo; y siguieron empero hiriendo todavía a los de Moab.

Y asolaron las ciudades, y en todas las heredades fértiles echó cada uno su piedra, y las llenaron; taparon también todas las fuentes de las aguas, y derribaron todos los buenos árboles; hasta que en Kir-hareset solamente dejaron sus piedras; porque los honderos la cercaron, y la hirieron.

Y fue a la guerra con Joram hijo de Acab a Ramot de Galaad, contra Hazael rey de Siria; y los Sirios hirieron a Joram.

Y después que acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los hirieron a espada; y los dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes, y fueron hasta la ciudad de la casa de Baal,

Y se levantaron sus siervos, y conspiraron en conjuración, e hirieron a Joás en la casa de Milo, descendiendo él a Sila.

Porque Josacar hijo de Simeat, y Jozabad hijo de Somer, sus siervos, le hirieron, y murió. Y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías su hijo.

Y aconteció, que estando él adorando en la casa de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada; y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.

Mas en el mes séptimo vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la simiente real, y con él diez varones, e hirieron a Gedalías, y murió; y también a los judíos y caldeos que estaban con él en Mizpa.

Y éstos que han sido escritos por sus nombres, vinieron en días de Ezequías rey de Judá, e hirieron sus tiendas y estancias que allí hallaron, y los destruyeron, hasta hoy, y habitaron allí en lugar de ellos; por cuanto había allí pastos para sus ganados.

e hirieron las reliquias que habían quedado de Amalec, y habitaron allí hasta hoy.

Hizo, pues, David como Dios le mandó, e hirieron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.

E hirieron todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror del SEÑOR era sobre ellos; y saquearon todas las ciudades, porque había en ellas gran despojo.

Y consintió Ben-adad con el rey Asa, y envió los capitanes de sus ejércitos a las ciudades de Israel; e hirieron a Ijón, Dan, y Abel-maim, y todos los tesoros de las ciudades de Neftalí.

Y él anduvo en los consejos de ellos, y fue a la guerra con Joram hijo de Acab, rey de Israel, contra Hazael rey de Siria, a Ramot de Galaad, donde los sirios hirieron a Joram.

Y yéndose de él los sirios, le dejaron en sus muchas enfermedades; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y le hirieron en su cama, y murió; y le sepultaron en la ciudad de David, mas no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.

Pero los del escuadrón que Amasías había despedido, para que no fueran con él a la guerra, se derramaron sobre las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-horón, e hirieron de ellos tres mil, y tomaron un gran despojo.

Y los arqueros hirieron al rey Josías; y dijo el rey a sus siervos: Quitadme de aquí, porque estoy herido gravemente.

E hirieron los judíos a todos sus enemigos con plaga de espada, de mortandad, y de perdición; e hicieron en sus enemigos a su voluntad.

y acometieron los sabeos, y los tomaron, e hirieron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para traerte las nuevas.

Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y los tomaron, e hirieron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.

Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos.

Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; me golpearon, me hirieron, me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.

Y acaeció, que estando orando en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer, sus hijos, le hirieron a espada; y huyeron a la tierra de Ararat; y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.

Y se levantó Ismael, hijo de Netanías, y los diez hombres que con él estaban, e hirieron a espada a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, matando así a aquel a quien el rey de Babilonia había puesto sobre la tierra.

Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, e hirieron en la ciudad.

Mas los labradores, tomando a los siervos, al uno hirieron, y al otro mataron, y al otro apedrearon.

Mas ellos, tomándole, le hirieron, y le enviaron vacío.

Y volvió a enviarles otro siervo; mas apedreándole, le hirieron en la cabeza, y volvieron a enviarle afrentado.

Y al tiempo, envió un siervo a los labradores, para que le dieran del fruto de la viña; mas los labradores le hirieron, y enviaron vacío.

Y después que los hirieron de muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardara con diligencia;

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