2795 casos

'Le' en la Biblia

pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.

Y le dijo Dios: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?

Y le respondió Jehová: Ciertamente que cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.

Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.

Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.

E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová.

Y los que entraron, macho y hembra de toda carne entraron, como le había mandado Dios. Y Jehová le cerró la puerta.

También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet.

Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y fue con él Lot; y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.

Entonces Faraón llamó a Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu esposa?

Entonces Faraón dio orden a sus hombres acerca de Abram; y le acompañaron, y a su esposa con todo lo que tenía.

Y le dijo: Apártame una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.

Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.

Y le dijo el Ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo de su mano.

Le dijo también el Ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no será contada a causa de la multitud.

Le dijo también el Ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.

Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre de su hijo que le dio Agar, Ismael.

Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y le multiplicaré mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una nación grande.

Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho.

Y le apareció Jehová en el valle de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.

Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.

Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu esposa? Y él respondió: Aquí en la tienda.

Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor de Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,

Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.

Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su esposa, y de las manos de sus dos hijas según la misericordia de Jehová para con él; y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad.

Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.

Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí muerto eres a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.

Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases.

Después llamó Abimelec a Abraham y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? lo que no debiste hacer has hecho conmigo.

Y fue que, cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Ésta es la merced que tú me harás, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.

Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y lo dio a Abraham, y le devolvió a Sara su esposa.

Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.

Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.

Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara había de dar de mamar a hijos? pues que le he dado un hijo en su vejez.

Y vio Sara al hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, que se burlaba.

Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella partió, y andaba errante por el desierto de Beerseba.

Y oyó Dios la voz del muchacho; y el Ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.

Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó esposa de la tierra de Egipto.

Y Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado.

Y aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos mozos suyos, y a Isaac su hijo: y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y le puso en el altar sobre la leña.

Entonces el Ángel de Jehová le dio voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ya conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único;

Entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero a sus espaldas trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham, y tomó el carnero, y le ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

Y respondieron los hijos de Het a Abraham, y le dijeron:

Y el criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra: ¿volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?

Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.

Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este asunto.

Y ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.

Y sucedió que cuando los camellos acabaron de beber, el hombre le presentó un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes para sus manos que pesaban diez siclos de oro,

Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? yo he limpiado la casa, y el lugar para los camellos.

Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.

y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido: y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.

Y Sara, la esposa de mi amo, en su vejez dio a luz un hijo a mi señor, a quien le ha dado todo cuanto tiene.

Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des a beber.

Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel, hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente sobre su nariz, y brazaletes sobre sus manos:

Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.

Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Nuestra hermana eres; sé madre de millares de millares, y tu generación posea la puerta de sus enemigos.

la cual le dio a luz a Zimram, a Jocsán, a Medán, a Madián, a Isbac y a Súa.

Y éstas son las generaciones de Ismael, hijo de Abraham, que le dio a luz Agar egipcia, sierva de Sara:

Y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas: Y el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor.

Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.

Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.

Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su esposa; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi esposa; pues se dijo: Los hombres del lugar me matarán por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.

Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu esposa; ¿cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.

Y tuvo hato de ovejas, hato de vacas y mucha servidumbre; y los filisteos le tuvieron envidia.

Y en aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron las nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua.

Y aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú, su hijo el mayor, y le dijo: Mi hijo. Y él respondió: Heme aquí.

Ve ahora al rebaño, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos un guisado para tu padre, como a él le gusta;

Entonces él fue, y tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo un guisado, como le gustaba a su padre.

Y le hizo vestir sobre sus manos y sobre la cerviz donde no tenía vello, las pieles de los cabritos de las cabras;

Y se acercó Jacob a su padre Isaac; y él le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, mas las manos, son las manos de Esaú.

Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo.

Y dijo: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que te bendiga mi alma; y él se la acercó, y comió; le trajo también vino, y bebió.

Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío.

Y él se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestiduras, y le bendijo, y dijo: Mira, el olor de mi hijo como el olor del campo que Jehová ha bendecido:

Y él también hizo un guisado, y lo trajo a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga su alma.

Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú.

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