'Majestad' en la Biblia
Su majestad es como la del primogénito del toro, y sus cuernos son los cuernos del búfalo; con ellos empujará a los pueblos, todos juntos, {hasta} los confines de la tierra. Tales son los diez millares de Efraín, y tales los millares de Manasés.
Nadie hay como el Dios de Jesurún, que cabalga los cielos {para venir} en tu ayuda, y las nubes, en su majestad.
Gloria y majestad están delante de El; poder y alegría en su morada.
Tributad al SEÑOR la gloria debida a su nombre; traed ofrenda, y venid delante de El; adorad al SEÑOR en la majestad de la santidad.
Tuya es, oh SEÑOR, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; tuyo es el dominio, oh SEÑOR, y tú te exaltas como soberano sobre todo.
Y él {les} mostró las riquezas de la gloria de su reino y el magnífico esplendor de su majestad {durante} muchos días, ciento ochenta días.
¿No os llenará de temor su majestad, y no caerá sobre vosotros su terror?
Porque el castigo de Dios es terror para mí, y ante su majestad nada puedo {hacer.}
Después del estruendo ruge su voz, truena Él con la voz de su majestad; y aunque sea oída su voz, no los detiene.
Viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible.
Atavíate ahora de majestad y de alteza; y vístete de honra y de hermosura.
¿Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronas de gloria y majestad!
Grande es su gloria en tu salud: Honra y majestad has puesto sobre él.
Tributad al SEÑOR la gloria debida a su nombre; adorad al SEÑOR en la majestad de la santidad.
Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu majestad.
En tu majestad cabalga en triunfo, por la causa de la verdad, de la humildad {y} de la justicia; que tu diestra te enseñe cosas tremendas.
Atribuid a Dios fortaleza; su majestad es sobre Israel, y su poder está en los cielos.
Manifiéstese tu obra a tus siervos, y tu majestad a sus hijos,
El S{EÑOR} reina, vestido está de majestad; el SEÑOR se ha vestido y ceñido de poder; ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible.
Gloria y majestad están delante de El; poder y hermosura en su santuario.
Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, cuán grande eres; te has vestido de esplendor y de majestad,
Esplendor y majestad es su obra, y su justicia permanece para siempre.
En el glorioso esplendor de tu majestad, {y} en tus maravillosas obras meditaré.
para dar a conocer a los hijos de los hombres tus hechos poderosos, y la gloria de la majestad de tu reino.
Métete en la piedra, escóndete en el polvo, de la presencia espantosa del SEÑOR y del resplandor de su majestad.
Y se meterán en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la presencia espantosa del SEÑOR, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levantará para herir la tierra.
y se meterán en las hendiduras de las piedras, y en las cavernas de las peñas, delante de la presencia temerosa del SEÑOR, y del resplandor de su majestad, cuando se levantare para herir la tierra.
Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra el SEÑOR, para irritar los ojos de su majestad.
Ellos alzan sus voces, gritan de júbilo; desde el occidente dan voces por la majestad del SEÑOR.
Alcanzará piedad el impío, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará injusticia, y no mirará a la majestad del SEÑOR.
Y el SEÑOR hará oír la majestad de su voz, y dejará ver el descenso de su brazo con furia de ira y llama de fuego consumidor, con turbión, aguacero y piedra de granizo.
florecerá copiosamente y se regocijará en gran manera y gritará de júbilo. La gloria del Líbano le será dada, la majestad del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del SEÑOR, la majestad de nuestro Dios.
Creció delante de El como renuevo tierno, como raíz de tierra seca; no tiene aspecto {hermoso} ni majestad para que le miremos, ni apariencia para que le deseemos.
En cuanto a la belleza de su ornamento, Él la puso en majestad; pero ellos hicieron de ella las imágenes de sus detestables ídolos; por eso se lo torné en cosa repugnante.
Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado el reino, la potencia, la fortaleza, y la majestad.
el rey reflexionó, y dijo: `` ¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?"
En el mismo tiempo mi sentido me fue vuelto, y torné a la majestad de mi reino; mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis grandes me buscaron; y fui restituido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
Oh rey, el Dios Altísimo concedió a tu padre Nabucodonosor soberanía, grandeza, gloria y majestad.
y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al santo pueblo del Altísimo; Su Reino, será Reino eterno, y todos los señoríos le servirán y escucharán.
Y El se afirmará y pastoreará {su rebaño} con el poder del SEÑOR, con la majestad del nombre del SEÑOR su Dios. Y permanecerán, porque en aquel tiempo El será engrandecido hasta los confines de la tierra.
que aparecieron en majestad, y hablaban de su salida, la cual había de cumplir en Jerusalén.
Y Pedro y los que estaban con él, estaban cargados de sueño; y cuando despertaron, vieron su majestad, y a aquellos dos varones que estaban con él.
Y todos estaban admirados de la grandeza (majestad) de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a Sus discípulos:
Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y majestad grande.
Y no solamente hay peligro de que este negocio se nos vuelva en reproche, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida su majestad, la cual honra toda el Asia y el mundo.
el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,
Así que, la suma acerca de lo dicho es: Que tenemos tal Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos;
Porque nosotros no os hemos dado a conocer la potencia y la venida de nuestro Señor, Jesucristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, {sea} gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén.
Y fue el templo lleno de humo por la majestad de Dios, y por su potencia; y ninguno podía entrar en el templo, hasta que fueran consumadas las siete plagas de los siete ángeles.