60 casos

'Maldición' en la Biblia

por ventura me tentará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición.

Y su madre respondió: Hijo mío, sobre mí sea tu maldición; solamente obedece mi voz, y ve, y tómalos.

Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante del SEÑOR, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos el presente de la recordación, que es el presente de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.

Y el sacerdote la conjurará, y le dirá: Si ninguno hubiere dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, limpia seas de estas aguas amargas que traen maldición.

(el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): el SEÑOR te dé en maldición y en conjuración en medio de tu pueblo, haciendo el SEÑOR a tu muslo que caiga, y a tu vientre que se te hinche;

y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan henchir tu vientre, y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.

y dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella por amargas.

Le dará, pues, a beber las aguas; y será, que si fuere inmunda y hubiere hecho traición contra su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella en amargura, y su vientre se hinchará, y caerá su muslo; y la tal mujer será por maldición en medio de su pueblo.

y la maldición, si no oyereis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, mas os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para andar en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.

Y será que, cuando el SEÑOR tu Dios te introdujere en la tierra a la cual vas para heredarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal;

no anochecerá su cuerpo en el madero, mas sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldición de Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra, que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.

Mas no quiso el SEÑOR tu Dios oír a Balaam; y el SEÑOR tu Dios te volvió la maldición en bendición, porque el SEÑOR tu Dios te amaba.

Y éstos estarán para pronunciar la maldición en el monte de Ebal: Rubén, Gad, y Aser, y Zabulón, Dan, y Neftalí.

El SEÑOR enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas presto a causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado.

y sea que , cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande según el pensamiento de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed.

El SEÑOR no querrá perdonar al tal; antes humeará luego el furor del SEÑOR y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y el SEÑOR raerá su nombre de debajo del cielo.

Y será que , cuando te vinieren todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y volvieres a tu corazón en medio de todos los gentiles a las cuales el SEÑOR tu Dios te echare,

Y aun todo el mal de los señores de Siquem tornó Dios sobre sus cabezas; y la maldición de Jotam, hijo de Jerobaal, vino sobre ellos.

También tienes contigo a Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme al Jordán, y yo le juré por el SEÑOR, diciendo: Yo no te mataré a cuchillo.

por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, antes alquilaron a Balaam contra ellos, para que los maldijera; mas nuestro Dios volvió la maldición en bendición.

que ni aun entregué al pecado mi paladar, pidiendo maldición para su alma;

Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; y sean presos por su soberbia, y cuenten con maldición y con debilidad.

Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.

Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición sin causa nunca vendrá.

Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados. Por esta causa fueron consumidos los moradores de la tierra, y los hombres se apocaron.

Y dejaréis vuestro nombre por maldición a mis escogidos, y el Señor DIOS te matará, y a sus siervos llamará por otro nombre.

Y los daré por escarnio, por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, y por ejemplo, y por refrán, y por maldición a todos los lugares adonde yo los arrojaré.

A Jerusalén, y a las ciudades de Judá, y a sus reyes, y a sus príncipes, para que yo los pusiese en soledad, en escarnio, y en silbo, y en maldición, como este día;

yo pondré esta casa como Silo, y daré esta ciudad en maldición a todos los gentiles de la tierra.

Y los perseguiré con espada, con hambre y con pestilencia; y los daré por escarnio a todos los reinos de la tierra, por maldición y por espanto, y por silbo y por afrenta a todos los gentiles a los cuales los arrojé;

y todos los transportados de Judá que están en Babilonia, tomarán de ellos maldición, diciendo: Póngate el SEÑOR como a Sedequías y como a Acab, los cuales quemó al fuego el rey de Babilonia.

Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de Jerusalén, así se derramará mi ira sobre vosotros, cuando entrareis en Egipto; y seréis por juramento y por espanto, y por maldición y por afrenta; y no veréis más este lugar.

Haciéndome enojar por las obras de vuestras manos, ofreciendo sahumerios a dioses ajenos en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado para morar, ¿para qué os acabéis, y seáis por maldición y por oprobio a todos los gentiles de la tierra?

Y tomaré el remanente de Judá que pusieron sus rostros para entrar en tierra de Egipto para morar allí, y todos serán consumidos en tierra de Egipto; caerán a cuchillo, serán consumidos de hambre; a cuchillo y hambre morirán desde el más pequeño hasta el mayor; y serán por juramento, y por espanto, y por maldición, y por oprobio.

Y no pudo sufrir más el SEÑOR a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho; por tanto, vuestra tierra fue en asolamiento, y en espanto, y en maldición, hasta no quedar morador, como sucede hoy.

Porque por mí juré, dijo el SEÑOR, que en asolamiento, en oprobio, en soledad, y en maldición, será Bosra; y todas su ciudades serán en asolamientos perpetuos.

Y todo Israel traspasó tu ley apartándose por no oír tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición, y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos.

Me dijo entonces: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta, (como está de un lado del rollo ) será destruido; y todo aquel que jura, (como está del otro lado del rollo ) será destruido.

Y será que como fuisteis maldición entre los gentiles, oh Casa de Judá y Casa de Israel, así os salvaré, para que seáis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.

Si no oyereis, y si no acordareis dar gloria a mi Nombre, dijo el SEÑOR de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no lo ponéis en vuestro corazón.

Y venido el día, algunos de los judíos se juntaron, e hicieron voto bajo maldición, diciendo que ni comerían ni beberían hasta que hubiesen matado a Pablo.

los cuales se fueron al príncipe de los sacerdotes y a los ancianos, y dijeron: Nosotros hemos hecho voto bajo maldición, que no hemos de gustar nada hasta que hayamos matado a Pablo.

Mas tú no los creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales han hecho voto bajo maldición, de no comer ni beber hasta que le hayan muerto; y ahora están apercibidos esperando tu promesa.

Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

como quiera que los mismos ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor.

Pues cuando el Arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él, antes le dijo: El Señor te reprenda.

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